El primer abrazo salva vidas en Sudáfrica

Sudáfrica encabeza los esfuerzos para promover el Método Madre Canguro, una fácil intervención que puedan poner en práctica las mujeres. Crédito: Ann Hellman/IPS.
Sudáfrica encabeza los esfuerzos para promover el Método Madre Canguro, una fácil intervención que puedan poner en práctica las mujeres. Crédito: Ann Hellman/IPS.

Karren, una joven madre que no quiso dar su nombre completo, sonríe mientras amamanta a su recién nacido en el Instituto de Salud Reproductiva y VIH de la Universidad de Witwatersrand, en esta ciudad de Sudáfrica.

Karren recibe las indicaciones de cómo atender a su bebé de parte de una enfermera y pronto disfrutará de sus logros, como la primera sonrisa y los primeros pasos de su hijo.

Pero unos tres millones de bebés mueren todos los años en su primer mes de vida por ser prematuros, por complicaciones en el parto y por infecciones, según la organización Save the Children.

Para revertir la tendencia, Sudáfrica lanzará el Plan Global de Acción para Recién Nacidos, que se propone directamente reducir la mortalidad neonatal.

Este país encabeza los esfuerzos para promover el Método Madre Canguro (MMC), una intervención de emergencia que pueden poner en práctica las propias madres, según Gary Darmstadt, director de salud familiar de la Fundación Bill & Melinda Gates.
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"Fue una idea que hace unos años cambió de paradigma. Ya no podemos ignorar los primeros meses de vida, no hay más excusas. Ahora conocemos una serie de intervenciones simples que tienen grandes probabilidades de evitar las principales causas de muerte de los recién nacidos", dijo Darmstadt a IPS.

El MMC es la práctica de cargar al recién nacido en contacto directo con la piel. Puede comenzar en el hospital y continuarse en el hogar. Suele facilitar el amamantamiento, reducir el riesgo de infecciones graves y mantenerlo caliente, lo que ayuda a reducir a la mitad la mortalidad de bebés pretérmino. Ese tipo de prácticas son las que se le enseñan a Karren, una madre primeriza. Los estudios indican que si se practica el MMC con los bebés pretérmino, se pueden salvar más de 1.500 vidas al año en todo el mundo.

Otra intervención fundamental es el uso prenatal de corticoides para ayudar a desarrollar los pulmones del bebé, con el fin de que pueda respirar al nacer. Su uso está generalizado en los países ricos, con una incidencia de 90 por ciento de cobertura en los casos indicados de mujeres con posibilidad de partos prematuros.

Si su uso se generalizara en las naciones de medianos y bajos ingresos, se podrían salvar más de 1.000 recién nacidos a diario.

Darmstadt dijo que hubo cambios destacables en lo que respecta a la comprensión de la mortalidad neonatal y a los métodos de prevención, pero siguen muriendo recién nacidos; representan 40 por ciento de las muertes de menores de cinco años.

"La cantidad de recién nacidos que mueren en África subsahariana aumentó en los últimos años, aun cuando la mortalidad materna e infantil disminuyó", puntualizó.

La mejora en la prevención de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) de madre a hijo y de la atención pediátrica de los infectados logró avances significativos en la reducción de la mortalidad de menores de cinco años en este país.

Pero los avances se ven obstaculizados por sistemas de salud deficientes en países muy afectados por este problema, indicó Lee Fairlie, pediatra del Wits Reproductive Health and HIV Institute (WRHI).

"La prevención del VIH recibe más atención. La mortalidad infantil también se redujo gracias a los avances en la atención de esta enfermedad. Pero se necesita mayor concentración en el apoyo a la alimentación posnatal", remarcó Fairlie.

También señaló que hubo una disminución de epidemias vinculadas como el VIH, causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y la tuberculosis, enfermedades crónicas y salud mental, lesiones y violencia y salud materna, neonatal e infantil.

Sudáfrica tiene el mayor programa de terapia antirretroviral del mundo y obtuvo logros en la implementación de nuevas formas de diagnóstico de la tuberculosis, además de mejorar el tratamiento y la integración del paciente.

Pero Vivian Black, de WRHI, dijo a IPS que el sistema de salud sudafricano todavía debe afrontar varios desafíos, como la falta de personal y un ineficiente mecanismo de recolección de datos, que puede impedir el registro de algunos casos de muertes.

Las autoridades de la salud fueron negligentes a la hora de recolectar de forma adecuada información detallada sobre casos de mortalidad materna que podrían ayudar a diseñar políticas.

"Algunas mujeres no conocen sus derechos como pacientes. Tenemos que alentarlas a que los conozcan", remarcó.

Otros países de África subsahariana

Sudáfrica puede aprender sobre reducción de la mortalidad infantil de otros países de la región, como Ruanda y Malawi, según Koki Agarwal, directora del Programa Integrado de Salud Materna e Infantil (http://www.mchip.net/spanish), una asociación de organizaciones que cuenta con fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés).

En esos países también se creó la figura trabajadores de la salud comunitarios, que atienden a mujeres embarazadas y registran información sobre muertes pre, pos y neonatales.

El sistema de salud de Malawi es defendido especialmente por la presidenta Joyce Banda, quien "hizo mucho para ofrecer asistencia de salud primaria y apoyó el MMC", observó Darmstadt.

Ruanda también obtuvo grandes logros en la reducción de la mortalidad materna e infantil.

Gracias a un programa que alienta a las ruandesas a recibir atención prenatal con personal calificado y a intervenciones como el MMC, ese país está cerca de cumplir las metas de reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna, incluidas en los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, que vencen en 2015 (http://www.un.org/es/millenniumgoals/).

La importancia de la nutrición

"El estado nutricional de la madre antes y durante el embarazo contribuye a definir su salud, así como la de su bebé y las posibilidades de supervivencia de este al nacer y después", remarcó Koki Agarwal, además de experta en salud materna y reproductiva, vicepresidenta de Jhiego, principal socia del Programa Integrado de Salud Materna e Infantil y asociada a la estadounidense Universidad John Hopkins.

En Kenia, el Programa Integrado de Salud Materna e Infantil "guía la labor de trabajadores comunitarios para alentar a las mujeres embarazadas, y luego con sus bebés, a buscar atención médica", añadió.

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