Miles de personas se reunieron este lunes 25 en la aldea palestina de Sair, en la Cisjordania ocupada, para asistir al funeral de Arafat Jaradat, quien murió en una cárcel israelí en circunstancias que son motivo de disputa.
Funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) sostienen que los resultados preliminares de la autopsia indican que la muerte de Jaradat, ocurrida el sábado 23, se debió a torturas infligidas por agentes israelíes que lo interrogaban. Mientras, funcionarios de Israel señalan que no hay una conclusión clara y que se necesitan más exámenes al cadáver.
El jefe de patología de la ANP, Saber Aloul, presente durante la autopsia realizada en Israel, dijo que había marcas en el cuerpo de Jaradat que mostraban que había sido torturado durante los interrogatorios.
La autopsia, efectuada en el Instituto Nacional de Medicina Forense, no indicó la causa de la muerte.
El velatorio se llevó a cabo en momentos de tensiones crecientes, luego de semanas de protestas por el tratamiento que soportan miles de detenidos palestinos en prisiones de Israel.
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Las manifestaciones hicieron temer a Israel el inicio de una tercera Intifada (alzamiento) palestina contra la ocupación de sus territorios.
Agentes policiales de la ANP se ocuparon de guardar el orden durante el funeral, mientras las fuerzas israelíes se mantenían en las afueras de la aldea de Sair.
La periodista de Al Jazeera, Nicole Johnston, dijo desde el funeral que el pueblo de Sair «nunca creyó la versión oficial israelí de los eventos… que Jaradat había muerto de un ataque al corazón».
«Hay una gran preocupación en Israel y en los territorios palestinos porque esta muerte y las protestas de las últimas semanas por la cuestión de los presos políticos en cárceles israelíes conduzcan a más manifestaciones, alzamientos y choques», agregó.
«De momento es difícil saber si el clima se calmará en unos pocos días o si estas protestas se van a intensificar», añadió.
Combatientes de la Brigada de Mártires de Al Aqsa, el brazo armado del gobernante movimiento Al Fatah al que pertenece el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, prometió este lunes vengar la muerte de Jaradat.
«Este crimen horrible no quedará sin castigar, y prometemos a la ocupación sionista que le daremos respuesta», reza una declaración impresa distribuida entre la multitud asistente al funeral, mientras integrantes enmascarados de la Brigada disparaban al aire con sus rifles de asalto.
Los palestinos efectúan con regularidad manifestaciones en reclamo de la libertad de prisioneros, en especial la de un grupo de ellos que llevan a cabo una huelga de hambre, pero el clima se ha enrarecido desde la muerte de Jaradat.
El domingo 24, un palestino resultó herido de gravedad por munición de guerra disparada en Ramalah, y otros dos sufrieron lesiones en una manifestación cerca de la prisión de Ofer, según fuentes médicas.
El ministro de Asuntos Penitenciarios de Palestina, Issa Qaraqe, acusó el domingo a Israel de torturas mortales contra Jaradat, citando los hallazgos preliminares de la autopsia.
Según Qaraqe, la autopsia constató marcas en el torso, músculos dañados y costillas fracturadas en el cadáver de Jaradat.
Israel publicó un registro similar del análisis post mórtem, pero señaló que «las fracturas de costillas podrían ser resultado de los esfuerzos de resucitación».
