PAKISTÁN: Las balas del Talibán se dirigen a las urnas

Un policía herido en un enfrentamiento con talibanes. Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS
Un policía herido en un enfrentamiento con talibanes. Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS

La nueva ola de ataques terroristas del movimiento islámico Talibán contra políticos liberales y trabajadores de la salud en Pakistán desató la alarma en el gobierno y la sociedad civil.

Muchos ven esto como una estrategia de los fundamentalistas para posponer las elecciones previstas para mediados de este año.

"La mayoría de esos ataques ocurren en Khyber Pakhtunkhwa (KP)," dijo el ministro de Información de esa norteña provincia pakistaní, Mian Iftikhar Hussain.

KP es gobernada por el Partido Nacional Awami, fuerte oponente del Talibán. Esto hizo que el movimiento islamista redoblara sus actividades en la provincia, dijo Hussain.

Luego del asesinato de nueve vacunadores contra la poliomielitis en Peshawar y Karachi el 17 y el 18 de diciembre, otros siete trabajadores humanitarios fueron asesinados el 3 de este mes en el distrito de Charsadda.
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Dos días después, otros siete miembros de una organización no gubernamental, incluyendo a seis mujeres y un médico, fueron ultimados en el distrito de Swabi.

Lo que sorprendió a muchos es que los combatientes atacaron también un vehículo de la Fundación Al Khidmat, asesinando a Zakir Hussain, jefe de su programa de educación. La Fundación es dirigida por el partido Jamaat Islami (JI), vinculado al Tehreek Talibán Pakistán (TTP).

Qazi Hussain Ahmed, exdirigente del JI, sobrevivió a un ataque suicida en la Agencia Mohmand el 29 de noviembre del año pasado. Pero el partido evitó responsabilizar al TTP.

"El Talibán emplea diferentes estrategias para sabotear las elecciones generales porque no quiere que estas se desarrollen en forma pacífica", dijo a IPS el politólogo Kamran Ali, profesor en la Universidad de Peshawar.

El Partido Nacional Awami es el principal objetivo de la campaña de atentados. El partido perdió 600 de sus trabajadores y líderes en diversos ataques, indicó Ali.

"El TTP se opone a todas las fuerzas democráticas y liberales. Teme una estricta acción (contra el movimiento) si esos partidos ganan las elecciones y forman gobierno", dijo.

"El TTP no quiere que el Partido Nacional Awami gane los comicios otra vez, porque ha llevado adelante una campaña contra los militantes (islámicos) durante su gobierno de cuatro años y medio en KP", añadió.

En 2009, el gobierno provincial lanzó una gran operación militar que desplazó al Talibán de Swat, distrito que había estado bajo control del movimiento islamista desde 2007.

"Al TTP le gustaría ver en el poder al JI o a otros partidos religiosos más pequeños para que implementen su agenda", dijo Ali.

"Una coalición de esos partidos en el KP cerró sus ojos a las actividades del Talibán en Swat, y poco después de los comicios ganados por el Partido Nacional Awami, el movimiento comenzó a matar a policías", indicó.

"Si el Muttahida Majlis-i-Amal (MMA, alianza de partidos islámicos) no hubiera cerrado sus ojos a las actividades del Talibán y hubiera tomado acciones, entonces Swat nunca habría caído en manos del TTP", sostuvo.

"Es por eso que el Talibán quiere mantener al Partido Nacional Awami lejos de las elecciones y apoyar a los partidos religiosos", indicó.

"Un gobierno de demócratas y liberales tomaría acciones contra el Talibán", dijo a IPS el ministro de Información de KP, Mian Iftikhar Hussain. "Por tanto, intentan bloquear su llegada al poder".

El asesinato de líderes políticos es una táctica del Talibán para sacar a sus oponentes del proceso electoral y hacer que sean elegidos dirigentes afines a sus intereses, indicó Hussain. "La única agenda del Talibán es mostrar un caos político en vísperas de las elecciones".

El asesinato de un líder del Partido Nacional Awami en un atentado suicida el 19 de diciembre mostró cómo el TTP trata a sus rivales, señaló Hussain.

"Bashir Bilour realizó una agresiva campaña contra el Talibán. Visitó cada lugar donde hubo un atentado con bomba en la provincia y expresó su repudio", añadió.

El único hijo de Hussain, Mian Rashid Hussain, fue asesinado también por los radicales islámicos en abril de 2010.

"La última estrategia del TTP de atacar a los líderes políticos y ahuyentar a la población de las reuniones públicas tiene el propósito de alejar a los políticos liberales de las elecciones", señaló.

"El TTP nunca querrá que el Partido Nacional Awami resulte triunfador, pues sabe que le creará problemas", añadió.

De todas formas, los líderes de esa fuerza política liberal están dispuestos a conversar.

"Sabemos que los combatientes (islámicos) están detrás de toda clase de terrorismo, pero aun así estamos dispuestos a ir a la mesa de negociaciones con tal de que pongan fin a la violencia por el bien del país", dijo Hussain.

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