«Portal climático» no conduce a ningún lado

Las naciones ricas fueron a la conferencia climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Qatar con la intención de demorar otros tres años las acciones para contener el cambio climático. Esta dilación será extraordinariamente costosa y riesgosa, según activistas.

Las comunidades pobres suelen ser las más golpeadas por eventos climáticos extremos. Crédito: Amantha Perera/IPS
Las comunidades pobres suelen ser las más golpeadas por eventos climáticos extremos. Crédito: Amantha Perera/IPS
Por cada año que no disminuyan las emisiones contaminantes aumenta el costo y se reducen las posibilidades de que el aumento de la temperatura global del planeta sea menor a dos grados.

"La ciencia dice que las emisiones deben alcanzar su máximo en 2015", remarcó Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace International, al término del plenario final de la 18 Conferencia de las Partes (COP 18) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que terminó en la capital qatarí el sábado 8, un día entero después de lo previsto.

Las 195 partes de la Convención aprobaron varios documentos llamados "Portal Climático de Doha", que no aumentan las cantidades de emisiones contaminantes que deben reducirse ni garantizan asistencia económica a los países pobres que sufren ahora, o en el futuro, el impacto del cambio climático.

"Doha es una traición para las personas que están sufriendo. Y es una entrega del futuro de nuestros hijos y nietos", criticó Naidoo.
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"La industria de los combustibles fósiles ganó", sentenció Alden Meyer, director de estrategia y política de la Union of Concerned Scientists, que participó en casi todas las negociaciones climáticas de los últimos 18 años.

"La ciencia es clara respecto de que cuatro quintos de las reservas conocidas de combustibles fósiles deben permanecer bajo tierra, pero seguimos quemándolas como si no hubiera un mañana", explicó Meyer.

"Doha se convirtió en una feria comercial. Los negociadores protegieron los intereses corporativos y no las necesidades de las poblaciones", dijo a IPS.

Más de 16.000 delegados participaron en las dos semanas de reuniones de la COP 18 de Qatar, un país rico en petróleo y gas en el corazón de Medio Oriente, el imperio de los combustibles fósiles.

Meyer y otros representantes de más de 700 organizaciones de la sociedad civil responsabilizaron a Estados Unidos de bloquear las propuestas para recortar más las emisiones contaminantes.

Además, ese país se negó a comprometer un solo centavo para ayudar a los estados más golpeados por el cambio climático, pese a que los negociadores estadounidenses reconocieron que las naciones pobres sufrían perjuicios y pérdidas cuantiosas.

Ya subió la temperatura de la Tierra en 0,8 grados, lo que generó modificaciones climáticas y el aumento de eventos extremos que dejaron casi 400.000 personas muertas y pérdidas que ascendieron a más de 1,2 billones de dólares al año, según un estudio realizado en 2011 por la organización independiente Dara.

Un delegado de Bangladesh dijo a IPS que las pérdidas por causas climáticas ascienden a entre tres y cuatro por ciento de su producto interno bruto anual.

También dijo que el cambio climático, cuyos efectos empeoran por la deforestación y el uso de tierras para la agricultura, socava el desarrollo, y empujará a la economía de su país y de otros a un declive sostenido.

Para ayudar a los gobiernos a hacer frente a la situación, las naciones industrializadas prometieron 100.000 millones de dólares al año para el Fondo Verde para el Clima para 2020.

Pero para sortear la brecha hasta entonces, los países en desarrollo pidieron 60.000 millones de dólares en total para 2015. Alemania, Gran Bretaña y otros pocos estados prometieron colaborar con 6.000 millones de dólares.

Pero Canadá, Estados Unidos y Japón, entre otros, solo accedieron a seguir conversando el año que viene.

"Estados Unidos gastó 60.000 millones de dólares en sus bandas militares", se lamentó Naidoo.

"La única esperanza es generar un movimiento social fuerte para obligar a los países a defender el interés público y el de las generaciones futuras", indicó.

"Tenemos que crear un nuevo movimiento social como el que abolió la esclavitud", coincidió el asesor en políticas de cambio climático Tim Gore, de la organización Oxfam International.

"Lamentamos lo que nuestros representantes están haciendo aquí. Estamos más enojados y con mayor fervor para derrotar este proceso", indicó Gore.

La dinámica de la COP es un obstáculo porque los países grandes pueden bloquear fácilmente la voluntad de la mayoría, indicó Mohammad Aslam, exministro de Ambiente y negociador jefe de Maldivas.

"Las señales del recalentamiento global son obvias y sabemos que el límite seguro está por debajo de 1,5 grados, y aun así no se actúa", dijo Aslam en conferencia de prensa.

La ONU gastó millones de dólares en estas negociaciones que no conducen a ningún lado, indicó. "Se nos acaba el tiempo. Necesitamos llevar esto a otro foro", añadió.

Necesitamos un compromiso verdadero para reducir las emisiones contaminantes, indicó Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco.

"Lo que más debe cambiar es la voluntad política", dijo a IPS.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció en Doha una cumbre de jefes de gobierno en 2014 para trabajar sobre una reducción de emisiones tendiente a mantener el aumento de temperatura por debajo de los dos grados.

El Portal Climático de Doha confirma detalles para una nueva línea de negociaciones a fin de contar con un nuevo tratado climático que sea ratificado en 2015 y entre en vigencia en 2020.

Con ese acuerdo, todos los países estarán obligados a disminuir los gases contaminantes liberados. Sin recortes antes de 2020, las reducciones posteriores deberán ser rápidas y voluminosas para avanzar hacia una sociedad sin emisiones de combustibles fósiles en pocas décadas.

El acuerdo de Doha incluye una segunda etapa del Protocolo de Kyoto, y la Unión Europea y Australia, entre otros países, se pusieron de acuerdo para recortar sus emisiones entre 2013 y 2020. Pero no fijaron nuevos objetivos, solo acordaron una revisión obligatoria de las metas en 2014.

Sin embargo, las naciones involucradas solo son responsables de 12 por ciento de las emisiones globales, y no incluyen a los grandes países emergentes, como Brasil, China e India.

Estados Unidos nunca participó, mientras Canadá y Japón optaron por no hacerlo en la segunda etapa. Se supone que harán recortes comparables, pero no ofrecieron nada nuevo.

"Los países ricos creen que se protegerán de las consecuencias del cambio climático dejando a los pobres sin camino para el futuro", indicó Mohammad Adow, de Christian Aid.

"Nuestros dirigentes nos defraudaron. La sociedad civil tendrá que encabezar la movilización para crear el futuro que realmente queremos", añadió Adow.

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