Organizaciones ambientalistas de Argentina siguen con inquietud las consecuencias de la nube tóxica que se esparció el jueves 6 por el centro de la Ciudad de Buenos Aires, y alertaron sobre la presunta falta de prevención de un desastre químico mayor. La Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), una de las entidades que advirtieron los riesgos, señaló que la ciudad “no está protegida ante accidentes químicos y mucho menos ante accidentes nucleares”.
El jueves 6 una nube con residuos del insecticida thiodicarb que estaba en un contenedor en el puerto de Buenos Aires se difuminó por la capital argentina causando un olor nauseabundo, irritación en los ojos y vías respiratorias.
Raúl Montenegro, de Funam, dijo a Tierramérica que “el Estado no distribuyó medidas de protección con la suficiente premura”, y que se deben “revisar los planes de prevención” de las autoridades ante accidentes químicos y también nucleares.
