Presidente egipcio se reúne con jueces para resolver la crisis

El presidente de Egipto, Mohammad Morsi, se reúne este lunes 26 con altos magistrados para tratar de calmar la crisis por los nuevos poderes excepcionales del jefe de Estado, que motivaron protestas similares a las que el año pasado terminaron con la salida del presidente Hosni Mubarak.

El jueves 22, Morsi firmó cuatro decretos que supeditan el Poder Judicial a su autoridad, por lo que ninguna decisión, ley o decreto aprobados por el presidente podrán ser revocados por otra institución del Estado.

Activistas acamparon el domingo en la plaza Tahrir por tercer día consecutivo, bloqueando el tránsito con barricadas, en protesta por lo que consideran una concentración de poder de Morsi. En los alrededores hubo varios enfrentamientos puntuales entre la policía y los manifestantes.

Un miembro de la Hermandad Musulmana murió y 60 personas resultaron heridas en las últimas horas del domingo tras un ataque contra la oficina principal de la organización en la ciudad de Damanhour, en el delta del Nilo, informó el sitio de Internet de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia.

Más de 500 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre policías y los manifestantes que acusan a la Hermandad Musulmana, a la que pertenece Morsi, de tratar de arraigarse en el poder.
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La mayor autoridad judicial del país insinuó que hubo un compromiso con la intención de evitar una escalada de violencia, pero los manifestantes no quieren nada que no sea una marcha atrás total.

El Consejo Supremo Judicial dijo que las iniciativas de Morsi solo deberán aplicarse para «asuntos soberanos», dando a entender que no rechaza abiertamente la declaración, y llamó a magistrados y fiscales, algunos de los cuales iniciaron una huelga el domingo, a regresar al trabajo.

Morsi tenía previsto reunirse este lunes 26 con el Consejo, informó la prensa oficialista.

Medidas temporales

La Presidencia insistió en que las medidas son temporales e hizo saber que desea mantener un diálogo con las fuerzas políticas para encontrar un «terreno común» sobre el contenido de la futura Constitución de Egipto, uno de los aspectos de fondo de esta crisis.

Hassan Nafaa, profesor de ciencias políticas de la Universidad de El Cairo, considera que hubo un esfuerzo de la Presidencia y de la justicia por resolver la crisis, pero añadió que sus declaraciones han sido «vagas».

«La situación se vuelve más problemática», afirmó.

Las acciones en la bolsa de valores de El Cairo cayeron el domingo (primer día hábil de la semana en Egipto) casi 10 por ciento, el peor episodio desde la revuelta popular de febrero de 2011, que puso fin a los 30 años de gobierno de Mubarak.

Partidarios y críticos de Morsi organizan grandes manifestaciones para este martes 27.

«Comenzamos otra vez de cero, política y socialmente», indicó Mohammad Radwan, de la compañía corredora de bolsa Pharos Securities.

La estrategia de Morsi molestó a mucha gente que sostiene que procura concentrar el poder tras deshacerse de los generales del ejército de la era Mubarak en agosto. También refleja el recelo del mandatario hacia un Poder Judicial que no ha sido reformado tras la caída de su predecesor en febrero de 2011.

Anunciados al día siguiente de que el presidente fuera elogiado por Washington por su intermediación en los ataques de Israel contra el territorio palestino de Gaza, los decretos motivaron llamados de alerta de Occidente para que se respete la democracia en Egipto.

«En defensa de la revolución»

El gobierno de Morsi defendió sus medidas arguyendo que son un esfuerzo para acelerar las reformas que completarán la transformación democrática.

Pero izquierdistas, liberales, socialistas, y otros denunciaron los impulsos autocráticos de un hombre que fuera preso por el régimen de Mubarak.

«No hay espacio para el diálogo cuando un dictador impone las medidas más opresivas y aborrecibles, y luego dice ‘acortemos las distancias’», declaró el sábado 24 el opositor Mohammed El-Baradei, exdirector general de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Morsi presentó su estrategia el jueves 22 diciendo que era necesaria para proteger la revolución que sacó a Mubarak del poder y que era una forma de consolidar la transición democrática del país.

El presidente también ordenó volver a juzgar a Mubarak y a sus más cercanos colaboradores por la muerte de manifestantes durante la revuelta popular de 2011.

«Tuvo que actuar para salvar al país y proteger el curso de la revolución», dijo Pakinam al-Sharqawi, asesora de Morsi.

«Es un gran paso en el proceso para completar la revolución del 25 de enero», remarcó, refiriéndose al día en que comenzó la revuelta.

También creó una nueva «protección para el revolucionario» órgano de justicia para apurar los procesos judiciales.

* Publicado por acuerdo con Al Jazeera.

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