PALESTINA: Una novia al final del túnel

Mai Ahmed, de 26 años y residente de Cisjordania, conoció por Internet a Mohammad Warda, del campamento de refugiados gazatí de Nussirat, se enamoró de él. Cuando quiso viajar a Gaza, el gobierno israelí le negó el permiso y así comenzó su periplo.

Mai viajó a Jordania, de ahí voló a Egipto y, luego, condujo un automóvil hasta la península del Sinaí, para cruzar por los túneles subterráneos a Gaza. "Es una historia que les contaré a mis nietos", dijo a IPS.

Ahora también hay contrabando de novios y novias por los túneles que unen Gaza con Egipto, además de los habituales medicamentos, alimentos, pan, refrescos, autopartes, cemento, pescado y ovejas.

El excavador de túneles Abu Saleem, de 29 años, dijo a IPS que observa un aumento de novias procedentes de Egipto y de novios que van en sentido contrario.

La tercera semana de agosto recibió una llamada de su jefe pidiéndole que ayudara a una joven egipcia a reunirse con su enamorado en Gaza.
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Es más barato hallar novia en Egipto que aquí, apuntó.

Adel al-Ahmed, 37 años, está feliz de haber contraído matrimonio con la egipcia Shymaa, después de darse cuenta de que no podía costear la dote de una joven gazatí.

"La dote en algunas partes de Egipto es relativamente más barata y las egipcias aceptan de mejor grado vivir en condiciones modestas y sencillas", explicó.

Por las dificultades para obtener permisos de viaje y visas, los túneles son una solución para cruzar de Egipto a este territorio y viceversa. Una de las consecuencias es la mayor cantidad de hombres jóvenes que abandonan la franja, de 140 kilómetros cuadrados, en busca de pareja.

Los propietarios de los túneles de la ciudad fronteriza de Rafah solían transportar mujeres y niños como carga en barriles adaptados. Pero ahora la gente gatea o camina, según la estructura del pasaje subterráneo.

Los túneles son considerados ilegales en Egipto, pero constituyen una parte esencial de la vida y el comercio a ambos lados de la frontera.

La población palestina los considera una vía legítima para la circulación de mercancías y personas a raíz del sitio impuesto por Israel poco después de que Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) obtuviera la mayoría en las elecciones legislativas de enero de 2006.

El gobierno israelí sostiene que los túneles facilitan el contrabando y lanza incursiones de rutina para bombardearlos con aviones F-16.

Por eso estos matrimonios son un negocio riesgoso. Novios y novias también necesitan tramitar un permiso ante las autoridades de Gaza, pues el propietario del túnel puede ser multado con 1.500 dólares.

Adel se casó con una joven palestina, pero debió divorciarse a "pedido de la familia". Volvió a casarse tras conseguir nueva novia gracias a su hermana, quien contrajo matrimonio con un egipcio en El-Arish.

"Asistí a una boda en Egipto y me presentaron a una hermosa joven con la que luego me casé", relató. Adel cruzó por vía subterránea. Una vez casada, la flamante pareja tuvo que gatear hasta Gaza, un recorrido de unos 200 metros.

Con el dinero que se ahorró casándose con una egipcia, Adel pudo amueblar un apartamento en Rafah. "Aconsejaría a los jóvenes gazatíes que se casen con egipcias", apuntó.

Adel pagó 30.000 libras egipcias (unos 5.000 dólares) de dote, pero las condiciones para contraer matrimonio en el país vecino son "muchos más fáciles y menos exigentes", apuntó.

Ahmed, quien no quiso dar su nombre completo, cruzó a Egipto por los túneles a visitar a unos familiares y conoció a una joven de ese país. A las pocas semanas, cuando regresó, le dijo a su familia que la pidieran en matrimonio.

"Los túneles hicieron que fuera más fácil casarme fuera de Gaza", dijo a IPS.

Ahmed le había pedido matrimonio a una joven gazatí, pero la familia puso como condición un apartamento independiente para la pareja. "Ni yo ni mis amigos escuchamos nunca esa exigencia al pedir matrimonio a una egipcia", apuntó.

Hadeel, una palestina veinteañera de Rafah, se hizo amiga de una egipcia cuando formó parte de una visita oficial de una organización no gubernamental a Egipto. A los pocos meses, su amiga le informó que su hermano y su familia querían visitar Gaza.

Atravesaron el túnel y Hadeel conoció al hermano de su amiga. Varias visitas subterráneas después, él le propuso matrimonio. La boda está prevista para octubre, y ella se mudará a Egipto.

Para muchos gazatíes hay amor, y luz, al final del túnel.

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