Los recursos naturales de la boyante América Latina podrían agotarse significativamente en menos de una generación. Si a eso se agrega que es la región con mayor desigualdad de ingresos entre ricos y pobres, el escenario parece catastrófico.
Pero la advertencia, formulada por el Banco Mundial, no tiende al drama.
En un informe publicado para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), la entidad señala que, para evitar el colapso, se necesita adoptar una gama de políticas ambientales y sociales, productivas y de planificación urbana.
"Muchas de las respuestas están en las propias experiencias de la región", señala el documento "Crecimiento verde e inclusivo en América Latina y el Caribe", elaborado por el Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial para la región.
Existen "poderosos antídotos", a menudo de factura local, para los males del modelo regional de crecimiento, apunta. El acento está puesto en "soluciones prácticas" que puedan adoptarse en el ciclo corto de las decisiones de gobiernos y de empresas, dijo a Tierramérica el director del departamento, Ede Jorge Ijjasz-Vásquez.
[related_articles]
Los sistemas de autobuses rápidos, la generación eléctrica limpia, la agricultura sostenible y el pago de servicios ambientales se cuentan entre esos antídotos.
"Cuando uno habla de desarrollo sostenible, en general la reacción es: 'Ah, sí, es para dentro de 10 o 20 años'", dijo el colombiano Ijjasz-Vásquez, que se definió como "uno de los pocos hidrólogos del Banco Mundial".
TIERRAMÉRICA: ¿Qué diferencia hay entre el desarrollo sostenible y el "crecimiento verde inclusivo" propuesto en este estudio?
EDE JORGE IJJASZ-VÁSQUEZ: Tiene que ver con la reacción a las palabras. Al hablar de desarrollo sostenible, en general la reacción es: "Ah, sí, es para dentro de 10 o 20 años". En América Latina llevamos una década de crecimiento bastante acelerado, y las decisiones de países e individuos en esas situaciones tienen un impacto inmediato y a largo plazo.
Cuando uno crece cuatro, cinco, seis o siete por ciento al año, la forma en que se construye la infraestructura y se manejan los recursos hídricos, o cómo crecen las ciudades, tiene un impacto inmediato y para las generaciones futuras. Si uno construye una carretera y comete un error, no puede volver a construirla. Las carreteras durarán 15 o 20 años. Las plantas de generación eléctrica duran 30, 35 o 40.
Entonces, la idea del crecimiento verde inclusivo es tratar de incorporar en las decisiones de hoy sobre ese crecimiento rápido y necesario las dimensiones ambientales y sociales. Es un camino hacia el desarrollo sostenible a mediano plazo.
TIERRAMÉRICA: Crecimiento es producto interno bruto (PIB). En una región que crece por la enorme demanda externa de materias primas, ¿hasta dónde se puede expandir el PIB y ser verde e inclusivo?
EJIV: Los patrones de producción y de consumo, sobre todo en los países desarrollados, siguen trayectorias ineficientes y contaminantes. En el planeta no hay suficientes recursos para eso. Pero se aprendió de las economías desarrolladas que políticas y decisiones de individuos y de hogares tienen un impacto enorme.
Los niveles de vida de Estados Unidos, Europa o Japón son altísimos, pero el consumo de energía eléctrica en Japón es muchísimo menor que en Estados Unidos, porque (Japón) decidió que la eficiencia energética es muy importante.
En muchos estados de Estados Unidos el consumo personal de agua llega a 400 o 500 litros por día, mientras que en Europa es de 100 a 120 litros, y no puede decirse que el europeo pase más sed que el norteamericano.
Los países en desarrollo tienen que avanzar, eso no se pone en duda, pero hay maneras y trayectorias diferentes de avance. Hay que desarrollar un sector agrícola limpio, eficiente y más resistente a los desastres naturales. Es mucho más productivo y necesita menos terreno.
TIERRAMÉRICA: Un debate en Río+20 es la necesidad de buscar indicadores mejores que el PIB para medir los progresos nacionales.
EJIV: Llevamos a Río+20 un programa de contabilidad de recursos naturales que expanda la definición de PIB.
Tenemos un par de programas piloto en Colombia y Costa Rica. Varios países han trabajado en eso, con diferentes metodologías, de Brasil a México, y procuramos montar una plataforma de intercambio, idealmente con 50 países y 50 empresas privadas grandes, para probar y expandir esa definición de PIB.
Muchos estudios indican que los países pierden entre tres y nueve por ciento del PIB en impactos ambientales.
TIERRAMÉRICA: América Latina tiene 81 por ciento de su población en ciudades, dice el estudio
EJIV: La urbanización en sí misma no es mala. Parte del crecimiento económico está muy vinculado a la eficiencia que se logra con las aglomeraciones urbanas, y esa eficiencia conlleva un crecimiento mayor en el sector agrícola para alimentar a las ciudades. El problema es cómo se organizan las ciudades: si son dispersas, si no son densas, tampoco son eficientes.
Las ciudades intermedias, de un millón de habitantes o menos, son las que más crecen, y en ellas todavía se pueden resolver muchos problemas, con políticas de uso compacto de suelo y de transporte, combinadas de tal manera que el crecimiento se concentre alrededor de los corredores de transporte público más importantes. Otra variable valiosa es la capacidad de resistir los desastres naturales.
TIERRAMÉRICA: El sector eléctrico regional genera las menores emisiones de dióxido de carbono del mundo, por la participación de la hidroelectricidad. Pero se prevé que esas emisiones se dupliquen para 2030, y las de Brasil se multiplicarían casi por ocho. ¿Por qué?
EJIV: Tiene que ver con los planes, pero también con decisiones que se están tomando por la urgencia de aumentar la generación eléctrica. Muchos proyectos hidroeléctricos toman tiempo y a veces por falta de planeación causan conflicto social.
Hay países que están aumentando la porción de combustibles fósiles en su matriz energética. Hay un gran potencial hidroeléctrico, pero el reto es construirlo desde el principio mirando las variables ambientales y sociales de manera mucho más eficiente y estructurada.
TIERRAMÉRICA: Sobre recursos naturales y servicios rurales, se habla de producción agropecuaria y su relación con la deforestación, pero nada de minería e hidrocarburos.
EJIV: Fue uno de los comentarios. Esperamos mejorar el informe en la segunda versión. Parte de lo que queremos hacer en Río+20 es dialogar con la sociedad civil, las empresas y gobiernos, y asegurarnos de que esta no sea la última palabra, sino parte de un aprendizaje.
Trataremos de recoger algunas experiencias mineras que son más positivas. Hay gran diversidad de políticas. Algunas son muy acertadas desde el punto de vista ambiental y social, y hay empresas que las toman muy en serio. Ese es uno de los capítulos que esperamos trabajar en la segunda edición, tras Río.
* Este artículo fue publicado originalmente el 16 de junio por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.