ONU se apoya en Brasil para ayuda humanitaria

En su primera visita a Brasil, la secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, destacó la necesidad del foro de aprovechar la experiencia que tiene este país en la respuesta a desastres en áreas urbanas e inundaciones y en la lucha contra la pobreza.

"Brasil es conocido por su actuación en la arena internacional y, especialmente, en la prevención de desastres, por eso estoy interesada en estrechar más las relaciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) con Brasil y hacer un intercambio para apoyar acciones en países como Haití, con naciones africanas y en el Medio Oriente", señaló Amos.

La funcionaria de origen británico, también coordinadora del Socorro de Emergencia, se entrevistó el lunes 2 en Brasília con los ministros Antonio Patriota, de las Relaciones Exteriores, Celso Amorim, de Defensa, y Fernando Bezerra, de Integración Nacional.

Luego se trasladó a Río de Janeiro para conversar con otros funcionarios y representantes del sector privado y de organizaciones no gubernamentales, con el fin de analizar cómo se articulan en las acciones humanitarias.

Al respecto, Conor Foley, consultor en ayuda y derechos humanos, resaltó el papel de Brasil en el mundo, al indicar que, como potencia económica en ascenso, logró una creciente influencia en los debates internacionales y en los programas internacionales de asistencia.
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En África, por ejemplo, hay en la actualidad más diplomáticos brasileños que británicos, precisó este experto irlandés radicado en Brasilia.

Brasil triplicó su ayuda financiera en los últimos siete años, llegando a 65 países, aseguró Foley a IPS.

Agregó que también ha acumulado una experiencia considerable en el diseño de proyectos de asistencia humanitaria y sabe lidiar con inundaciones y otros desastres naturales, además de tener un cuadro de médicos especialistas en tratar heridas ocasionadas por armas de guerra.

Por su parte, Williams Gonçalves, especialista en relaciones internacionales de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, señaló que su país tiene un know how (acumulación de conocimiento) para dar asistencia humanitaria en casos extremos, como lo ha demostrado en Haití.

"El trabajo realizado por los brasileños en ese país caribeño y en África ha llamado la atención de todos, lo cual le ha dado las credenciales para realizar un buen trabajo de asistencia humanitaria desinteresada", destacó a IPS.

En lo que se refiere a la seguridad alimentaria, Brasil está actualmente apoyando a países africanos a desarrollar su agricultura y también en proyectos para la reducción de la pobreza, con base en sus experiencias domésticas como el Programa Bolsa Familia, implementado desde el pasado gobierno izquierdista de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).

Foley indicó que "sus experiencias internas son la implementación a gran escala de programas de transferencia de ingresos y en las últimas acciones de pacificación de las favelas (barrios marginados) de Río de Janeiro, que también son un ejemplo en el mundo".

En ese sentido, el gobierno brasileño propuso, para fortalecer los mecanismos de ayuda humanitaria internacional, la creación de una herramienta virtual, un software para administrar informaciones y conectar países que necesitan de esa asistencia y para los donadores.

En la V Reunión Regional sobre Mecanismos Internacionales de Asistencia Humanitaria, realizada el 30 de marzo en Panamá, la representación brasileña propuso desarrollar este programa a través de Internet.

Esta iniciativa podrá contribuir a la gestión de grandes planes internacionales de emergencia. El jefe para América Latina y el Caribe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Gerard Gómez, quien acompañó la delegación de Amos, confirmó que Brasil tiene un gran desarrollo en la materia.

"La comunicación entre lo que es necesario y lo que se recibe es muy importante cuando hablamos de ayuda humanitaria internacional", sostuvo Gómez.

Para Gonçalves, esa iniciativa no constituye una "mera sugerencia", sino un aporte concreto teniendo en cuenta que "Brasil se ha destacado desde el gobierno de Lula como un importante actor en el campo de la cooperación".

"Diversos organismos del Estado han actuado en el exterior, lo cual significa que técnicos brasileños acumularon experiencia en este campo y están aptos a proponer nuevos métodos de acción y de abordaje de los problemas en diversas áreas", argumentó.

Siria en planes inmediatos

En el marco de la asistencia humanitaria que lleva adelante la ONU aparece Siria como una de las prioridades. Amos afirmó al respecto que en la actualidad hay alrededor de un millón de personas en ese país que esperan recibir ese auxilio.

"La situación está confusa. Estamos preocupados en garantizar el tratamiento médico a la población y el apoyo a los niños y niñas. El gobierno sirio no ha aceptado aún las propuestas que hicimos", informó Amos.

La oficina de la OCHA cuenta con la actuación de 10.000 voluntarios por intermedio de la Cruz Roja, pero el gran desafío, según Amos, es "ser capaz de reunir más personas para proveer ayuda y también dialogar con el gobierno de Siria lo más rápido posible", señaló.

Los especialistas consultados por IPS coincidieron en que Brasil puede tener un rol importante en esta crisis siria para una solución pacífica.

Gonçalves analizó el hecho de que Brasil defiende el respeto de la soberanía de los Estados y una solución de paz para las controversias.

"Brasil tiene buenos antecedentes de participación en misiones de paz de la ONU, lo cual le da credibilidad a sus manifestaciones en favor de un diálogo entre las partes en conflicto y ha mostrado ser capaz de lograr consensos", agregó.

El académico carioca recordó que "Brasil ya ha estado actuando en este escenario junto a India y a Sudáfrica, implementado importantes programas de ayuda humanitaria".

"Como no tiene un pasado colonialista, no es una potencia militar con ambiciones expansionistas y tiene una tradición cultural de inclusión y tolerancia religiosa, este país mantiene un imagen positiva en esa región", evaluó.

Precisamente, por esa historia es que Foley también coincide en que Brasil, aunque no tenga un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, podría desarrollar esfuerzos diplomáticos para llevar más coherencia a las intervenciones humanitarias en Siria como en cualquier otra parte del mundo.

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