Los 33 países de América Latina y el Caribe dispondrán de un nuevo foro político que cubrirá el hemisferio, con excepción de Canadá y Estados Unidos, decidieron los jefes de Estado y de gobierno de la región congregados en la capital de Venezuela.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) no dispondrá de un tratado constitutivo, por lo que no será un organismo con estructura propia, sino un mecanismo de consulta y concertación, dirigido mediante reuniones anuales de gobernantes y cuyas decisiones se tomarán, al menos el primer año, por consenso.
La nueva entidad dispondrá de una "cláusula democrática" para favorecer acciones colectivas sobre el país cuyo gobierno sea víctima de una alteración del orden constitucional, en tanto la cooperación regional se impulsará según una veintena de documentos anexos al texto central, la Declaración de Caracas.
Mandatarios como el ecuatoriano Rafael Correa o el anfitrión Hugo Chávez han propuesto la Celac como mecanismo de solución de conflictos intrarregionales y "sustituto de la vieja y desgastada OEA" (Organización de los Estados Americanos), de la que son parte Estados Unidos y Canadá y de la que no participa Cuba.
Sin embargo, la mayoría de los gobiernos no hicieron referencia a que la Celac asumiera las funciones de la OEA o contrastara con ella, y en cambio defendieron los borradores proponiendo para la nueva entidad "el diálogo político con otros actores intergubernamentales, organismos y mecanismos internacionales".
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"La Celac tiene sentido si busca continuar el esfuerzo positivo del Grupo de Río (mecanismo de consulta política creado en la región hace un cuarto de siglo), para que América Latina y el Caribe concilie sus diferencias", dijo a IPS el director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, Félix Arellano.
En cambio, "si lo que se pretende es entrar en un conflicto con Estados Unidos y sustituir a la OEA, eso no tendrá éxito, porque se opondrán tres cuartas partes de la región y es el sentido en que cabe esperar que trabajen gobiernos como los de Brasil, México, Chile o Costa Rica", agregó.
La mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, consideró que la Celac era "el logro político más importante de los últimos años, pues todos los países de la región confluyen en un organismo de diálogo, cooperación e integración".
"Durante décadas, la integración regional pasó por la vía comercial, pero ahora estamos en la de encontrar otros caminos y mecanismos propios, un poco al estilo de lo hecho por la Unión Europea", dijo Bárcena en un reciente diálogo con corresponsales de prensa extranjera.
Un tema esencial para calibrar los trabajos de la naciente Comunidad, según Bárcena, será "el del trabajo por la igualdad, pues América Latina, con políticas sociales muy activas, hizo caer la pobreza 11 puntos, pero aún tenemos 32 por ciento (180 millones de pobres), y nos mantenemos como la región más desigual del planeta".
La batería de documentos que adoptan las autoridades para acompañar la Declaración de Caracas incluye compromisos para ayudarse en el intercambio y ejecución de los programas sociales más exitosos, como el "Hambre Cero" de Brasil.
Para remarcar el interés en que la Celac muestre un rostro más que retórico, la cita de Caracas incluyó una reunión de ministros de Petrocaribe, mecanismo de cooperación mediante el cual Venezuela suministra hasta 200.000 barriles diarios de combustible a una docena de países de la región caribeña con privilegiados términos de pago.
También, está prevista una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que reúne a los 12 estados del subcontinente y la cual dispone, a diferencia de la Celac, de una secretaría permanente para conducir sus actividades.
Por otra parte, algunos señalan que América Latina y el Caribe continúa elaborando propuestas de integración y de organismos regionales sin que se consoliden otras estructuras que van quedando en el camino al paso de los años.
"Yo no estoy muy convencido de que sea necesaria. Aunque pone en contacto a los países de América Latina y del Caribe para poder desarrollar proyectos conjuntos, es la continuación de un mecanismo de concertación y diálogo como el Grupo de Río, el cual, con la Celac, desaparece", dijo el canciller costarricense Enrique Castillo.
Arellano criticó que "ni los viejos ni los nuevos mecanismos de integración se consolidan. Con la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración) se pensó que íbamos a una zona de libre comercio, y eso no se ha hecho, y la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) está en terapia intensiva".
"El Mercado Común del Sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) no ha consolidado ni la unión aduanera ni la zona de libre comercio. La Comunidad Suramericana no pudo y se cambió a Unasur, que tampoco logra consolidarse, y entonces ahora creamos Celac", describió Arellano.
La cumbre de Caracas, que se efectúa este viernes 2 y el sábado 3 en la ciudadela militar capitalina Fuerte Tiuna y cuya organización costó más de 20 millones de dólares, es por otra parte el primer cónclave internacional que acoge el presidente Chávez desde que en junio se le detectó cáncer en un lugar no divulgado de su organismo.
El mandatario, que se ha sometido a cuatro rondas de quimioterapia, mostró ante sus homólogos su habitual dinamismo físico y retórico, y se congratuló de recibir a sus pares Dilma Rousseff, de Brasil, y Fernando Lugo, de Paraguay, quienes también padecieron, y al parecer superaron, afecciones cancerígenas.
