PAKISTÁN: Sobrevivientes de atentados declaran guerra al Talibán

Sobrevivientes del doble atentado suicida contra el Fuerte Shabqadar, en la noroccidental localidad de Charsadda, afirman estar dispuestos a integrar la Policía Fronteriza (PF) para combatir al movimiento islamista Talibán.

Abdul Wahid, de 24 años, quien se recupera de fracturas en piernas y manos en el Hospital Lady Reading de Peshawar, dijo que el ataque fortaleció su decisión de pelear contra los combatientes islámicos.

"Fue un acto de cobardía atacar soldados inocentes y al público en general", dijo.

Wahid era uno de los 800 reclutas de la PF que estaban a punto de abandonar el Fuerte Shabqadar, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cuando dos bombas estallaron con cinco minutos de diferencia entre sí en la mañana del 13 de este mes.

Unas 100 personas murieron y otras 80 resultaron heridas en las explosiones, adjudicadas por el grupo Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), el Talibán pakistaní.
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Los ataques habrían sido en venganza por el asesinato del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, por parte de las fuerzas estadounidenses el 2 de este mes en Abbottabad.

Los estallidos destruyeron más de una decena de vehículos y varios comercios, e hirieron a los nuevos reclutas que esperaban el autobús para regresar a sus hogares tras haber completado seis meses de entrenamiento.

Unos 30 miembros de la PF todavía se encuentran en el hospital, mientras que otros 50 fueron enviados a sus hogares para recuperarse.

La mayoría de los reclutas pertenecían a familias pobres y habían sido entrenados para ser soldados con salarios bajos en la PF, unidad que apoya a las fuerzas de seguridad urbanas en casos de emergencia.

El número de reclutas de la PF creció a 50.000 este año, de apenas 3.500 hace seis. Mientras, la policía pasó de tener 35.000 miembros hace seis años a 70.000 en 2011.

A las filas de la policía se le sumaron 15.000 nuevos reclutas este año para luchar contra los combatientes islámicos.

Hafiz Tahir Mehmood fue otro de los heridos en los atentados. Dijo estar furioso por las atrocidades cometidas por los talibanes, y juró perseguirlos cuando se curara de sus lesiones en las piernas.

"Memoricé el Corán con mi corazón. La palabra temor no existe en mi diccionario", señaló Tahir.

Su padre Zarbat Khan está igual de decidido a apoyar a su hijo de 24 años para que luche por la seguridad del país y la protección de su pueblo.

"Soy sólo un pequeño comerciante, pero soy un patriota. Estaría orgulloso de la muerte de mi hijo si hubiera fallecido en el ataque", dijo Khan a IPS.

"Pero está vivo, y le he pedido que viva como un león, porque pasar la vida de chacal es contrario a la cultura de los pashtún", señaló.

Los ataques a soldados no son nuevos. Varias instalaciones de la policía, del ejército y de la PF han sido objeto de atentados durante años.

Más de 4.000 soldados y policías han muerto en ataques con bomba del Talibán desde 2005. El número de víctimas fatales civiles asciende a 30.000.

Muhammad Tariq, de Peshawar, ingresado al hospital con heridas abdominales, dijo que él y otros reclutas estaban colocando sus bolsas encima del vehículo cuando escucharon una explosión ensordecedora. Luego vio que su estómago sangraba profusamente.

"Me arrastré hasta una barbería para refugiarme. Cinco minutos después, otro ataque suicida sacudió toda el área", contó.

"No esperábamos los ataques. Estábamos felices de haber completado nuestro entrenamiento. Por tanto, salimos en grupo del fuerte y quedamos expuestos a los atacantes", dijo Tariq, de 19 años.

El comandante Khan Hoti, de la PF, visita a diario el hospital para informarse de la salud de los reclutas.

"No vamos a ser amedrentados por esos ataques. Nuestra moral es alta. Nuestro primer deber es luchar contra el terrorismo, y salvaguardar a la población general", dijo Hoti a IPS.

El portavoz del gobierno de Khyber Pakhtunkhwa, Mian Iftikhar Hussain, dijo que las autoridades apreciaban el valor de los soldados. "Estamos en contra de la esclavitud. Queremos una vida independiente, mientras que los talibanes son mercenarios y quieren desmoralizar a nuestras fuerzas. Pero no tendrán éxito y venceremos en esta guerra", afirmó.

El gobierno federal elevó de 4.000 a 12.000 dólares la compensación a las familias de las víctimas fatales.

"Rezo a Dios todopoderoso que me dé coraje para pelear contra esos sinvergüenzas", dijo Hazratullah, de 24 años.

Luego de recibir heridas leves en el atentado de Shabqadar dijo estar desesperado por combatir a los islamistas.

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