Nicaragua ha avanzado en la promoción de la igualdad de género y la autonomía de las mujeres, pero para eliminar las desigualdades en todos los niveles antes de 2015 deberá acelerar esfuerzos institucionales y superar muchos obstáculos.
Ese año se vence el plazo establecido por líderes mundiales en 2000 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM).
Así lo plantearon expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), autoridades locales y representantes de organizaciones no gubernamentales en el seminario "Nicaragua: mujer, trabajo y liderazgo" realizado hasta el jueves en Managua en torno al tercero de los ODM, referido a la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres.
María Rosa Renzi, responsable del área ODM del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y representante local del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), aseguró que Nicaragua tenía grandes posibilidades de eliminar las desigualdades de género en todos los niveles educativos para 2015.
Los ODM se proponen reducir a la mitad la proporción de la población pobre y hambrienta del mundo respecto de 1990, lograr la universalización de la educación primaria, disminuir dos tercios la mortalidad infantil y tres cuartos la materna, promover la equidad de género y revertir el avance del sida, la malaria y otras enfermedades.
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De acuerdo con cifras de Renzi, recogidas de diversas fuentes entre 2005 y 2009, Nicaragua ha promovido la incorporación de niñas y mujeres al sistema educativo formal y ha construido una sólida base jurídica de respaldo y garantía para los derechos de las mujeres.
Según sus datos, la tasa de matriculación preescolar, primaria, secundaria y universitaria es mayor en mujeres que en hombres.
"En esos tres niveles de escolaridad, la tasa de matrícula ha experimentado un importante crecimiento en los últimos 10 años", destacó la experta. Entre 1997 y 2008, la cobertura neta de la educación secundaria pasó de 29,9 por ciento a 48,1 por ciento para las mujeres, mientras que para los varones pasó de 24,8 por ciento a 42,9 por ciento en 2008.
En Nicaragua, la educación es un derecho humano básico universal. La Constitución Política de la República establece su obligatoriedad y gratuidad.
"La educación es la llave del desarrollo. Por ello se dice que la equidad demanda que tanto mujeres como hombres tengan más y mejor educación. El rezago educativo de cualquiera de los sexos debe ser motivo de preocupación", alertó Renzi. Pese al avance en esa materia, la equidad de género en otros ámbitos sigue encontrando obstáculos, según la experta de la ONU.
Una dificultad detectada fue la calidad de la enseñanza: el contenido curricular reproduce estereotipos de género donde se perpetúa la discriminación y la subordinación de las mujeres en la sociedad, señaló.
Por otra parte, las mujeres siguen siendo las más expuestas a situaciones de violencia de género, indicó Renzi.
"De igual manera enfrentan desigualdad en la remuneración de su trabajo si se compara con la que reciben los hombres. Existe una baja participación de las mujeres en puestos políticos y en los espacios de toma de decisiones a nivel gubernamental. Sucede igual en los campos gremial y sindical, entre otros", señaló la experta.
Además, el mercado laboral sigue desarrollándose sobre la división del trabajo por género, y en general las mujeres reciben empleos menos calificados.
Los índices de violencia contra las mujeres siguen siendo altos, y la aplicación de justicia para ellas, baja, según datos del PNUD.
Por ejemplo, el Instituto de Medicina Legal reportó 11.313 casos de violencia intrafamiliar en 2009, en comparación con los 10.189 denunciados en 2006. Más de 70 por ciento de las víctimas fueron mujeres.
Sólo una cuarta parte de las denuncias fueron remitidas a la justicia, y un porcentaje similar al Ministerio Publico.
Para Isabel Green, directora del Instituto Nicaragüense de la Mujer, esta problemática es una herencia de antiguos gobiernos y de políticas neoliberales "que reprodujeron modelos de exclusión de las mujeres en todos los ámbitos del pueblo nicaragüense".
La funcionaria participó el miércoles en la sesión inaugural del seminario de dos días, organizado por la agencia internacional de noticias Inter Press Service (IPS) junto con el PNUD, con el apoyo de la organización no gubernamental Puntos de Encuentro y el auspicio del Fondo para el ODM 3 de Holanda.
Green destacó que el gobierno izquierdista del presidente Daniel Ortega había logrado "una cultura de cambio e igualdad a través de políticas públicas y programas sociales dirigidos a mejorar la calidad de vida" de las mujeres.
Según ella, programas sociales del gobierno como Hambre Cero y la entrega del Bono Productivo Alimentario habían favorecido a más de 50.000 mujeres de escasos recursos.
Mientras, más de 35.000 mujeres a cargo de microempresas habrían sido beneficiadas con fondos y préstamos gracias al programa Usura Cero que, a criterio de Green, demuestra el compromiso del actual gobierno con lograr la autonomía e independencia de las nicaragüenses y a la vez luchar contra la pobreza.
El gobierno anunció en septiembre pasado que redujo la pobreza extrema a 9,7 por ciento, respecto de 17 por ciento en 2005.
Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina: 47 por ciento de sus 5,7 millones de habitantes sobreviven con menos de dos dólares al día. Cerca de tres millones son mujeres, y más de un millón de ellas sufren pobreza extrema, según cifras del Instituto Nicaragüense de Información para el Desarrollo.
Para Pablo Mandeville, representante permanente del PNUD y coordinador residente de la ONU en Nicaragua, los ODM, algunos en mayor grado que otros, "son alcanzables, pero requieren esfuerzos adicionales de todos los sectores".
"Sin equidad de género no hay desarrollo integral de una sociedad", afirmó, y llamó a la unión de esfuerzos entre instituciones públicas, organismos de la sociedad civil, medios de comunicación y periodistas.