CAMBIO CLIMÁTICO: Sin seguro contra desastres

El mundo no está preparado para el aumento previsto de inundaciones, sequías, huracanes y tormentas extremas, que se cobrarán gran cantidad de víctimas, alertan expertos.

Pakistaníes afectados por las inundaciones reciben harina y otras provisiones del Programa Mundial de Alimentos. Crédito: UN Photo/PMA/Amjad Jamal
Pakistaníes afectados por las inundaciones reciben harina y otras provisiones del Programa Mundial de Alimentos. Crédito: UN Photo/PMA/Amjad Jamal
Uno de ellos es Peter Walker, director del Feinstein International Center en la estadounidense Tufts University. En diciembre de 2008, su organización presentó un informe titulado "Humanitarian Costs of Climate Change" (Los costos humanitarios del cambio climático), que elaboró para la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

"Podemos mantener viva a la gente, podemos ayudarla a sobrevivir. Pero no lo estamos haciendo de modo de ayudarla a recuperarse y poder enfrentar la próxima crisis", dijo Walker a IPS.

Él está a favor de apartarse de la actual naturaleza de los esfuerzos humanitarios internacionales, que se movilizan específicamente para cada desastre.

"Estamos llegando a un punto en que estas crisis son suficientemente frecuentes y grandes como para que se necesite pasar a tener un sistema internacional mucho más formal, que permita desplegar más rápidamente la asistencia" antes de que ocurran los desastres, sostuvo.
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Walker dijo que sus declaraciones se aplicarían a todos los desastres naturales, sean o no causados por el cambio climático, incluidos terremotos y tsunamis.

El otro factor que complica las cosas en los países que reciben alivio humanitario, entre ellos Pakistán y Haití, es que la recuperación es difícil y a largo plazo, debido a la falta de recursos, de infraestructura básica, de servicios del gobierno y de igualdad económica en la población, destacó.

Aunque los habitantes de la provincia indonesia de Aceh se las arreglaron para recuperarse del tsunami del 26 de diciembre de 2004, los ahorros individuales de las familias terminaron gastándose en la supervivencia cotidiana, agregó.

Casi seis años después del tsunami, "si hay otro la gente no estará en situación de recuperarse como la última vez", dijo Walker.

Robert Fox, director ejecutivo de Oxfam Canadá, dijo a IPS que las agencias de asistencia y las organizaciones no gubernamentales reconocen cada vez más la necesidad de "aumentar la capacidad" en crisis humanitarias, además de "ser más estratégicas".

Con millones de desplazados en zonas rurales luego de las inundaciones en Pakistán, los socorristas resultaron escasos incluso con una fuerte presencia de agencias humanitarias en el terreno, observó Fox.

"Podemos afrontar más de una crisis por vez, pero más de una megacrisis" es demasiado, resumió.

Un aspecto controvertido de los esfuerzos de alivio es el rol cada vez mayor de las fuerzas armadas extranjeras. Soldados de Estados Unidos y Canadá llegaron a Haití para socorrer a los damnificados por el terremoto y reconstruir infraestructura. También se usaron helicópteros militares estadounidenses para tareas de rescate y ayuda en las áreas inundadas de Pakistán, en la cuenca del río Indo.

Fox se opone a que las agencias humanitarias trabajen de cerca con los militares de Estados Unidos, a quienes se ve con gran sospecha y resentimiento en Pakistán, por ejemplo, a la luz de acciones como los ataques teledirigidos contra presuntas fuerzas islamistas.

"Cuando los militares hacen cosas, las hacen de un modo muy costoso y a menudo lento", sostuvo.

Además, "no son muy sensibles a la dirigencia local, a las maneras locales de hacer las cosas", agregó.

Fox citó como ejemplo que luego del terremoto en Haití las fuerzas estadounidenses monopolizaron el aeropuerto de Puerto Príncipe, que servía como centro provisorio para el ingreso de alivio humanitario.

"A varias agencias (como Médicos Sin Fronteras) les resultó difícil hacer llegar las cosas", observó.

No obstante, los principales ejércitos del mundo siguen siendo la mejor opción para combinar helicópteros y otros vehículos, así como la capacidad de ingeniería necesaria para sortear el caos posterior a los desastres naturales, dijo Michael Byers, de la canadiense University of British Columbia.

El mayor obstáculo son las propias fuerzas armadas, especialmente en Canadá, donde quienes planifican las tareas de defensa no aprovechan las oportunidades de brindar ayuda humanitaria, declaró a IPS.

También parece que algunas crisis humanitarias reciben más atención que otras en términos de asistencia.

Níger, Malí y África subsahariana en general atraviesan una severa crisis alimentaria tras las inundaciones y luego la sequía. Pero en materia de alivio reciben menos atención que Haití, por ejemplo, señaló Fox.

Según él, eventos climáticos extremos como los huracanes concitan más interés de los medios internacionales que una escasez de lluvias.

La buena noticia es que el rol de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está mejorando en la división de responsabilidades entre sus distintas agencias, dijo Andrew Mack, quien dirige el Proyecto de Seguridad Humana en la Simon Fraser University de Vancouver.

Sin embargo, "en cualquiera de estas misiones la ONU tiene un problema al intentar que todos trabajen juntos", señaló.

El trabajo humanitario también tiende a ser inmediato y no perdurable. El resultado es que las organizaciones no gubernamentales compiten entre sí por obtener nuevos contratos del gobierno, dijo Mack a IPS.

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