Convencidas de que la desigualdad de género es uno de los principales impulsores del sida, mujeres de todo el mundo se unieron para reclamar que se frene la epidemia entre mujeres adultas, jóvenes y niñas.
"Hay demasiado escrito, demasiadas declaraciones y leyes, necesitamos pasar a la acción ya", dijo a IPS la argentina Mabel Bianco, coordinadora de Women Arise (Mujeres arriba), un flamante colectivo de 35 redes de mujeres de distintas partes del mundo.
La nueva organización, que se creó en marzo en Nueva York, tiene previsto llevar sus planteos a la XVIII Conferencia Internacional de Sida, a realizarse a partir de este domingo y hasta el 23 de julio en Viena.
Las mujeres quieren que los gobiernos cumplan el "Programa para acelerar la acción nacional sobre mujeres, niñas, igualdad de género y VIH (2010-2014), lanzado en marzo por el Programa Conjunto de las de Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida).
Esta agencia sostiene que el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) es la principal causa de enfermedad y mortalidad entre mujeres en edad fértil en el mundo.
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Por eso planteó "la necesidad acuciante de abordar las desigualdades que colocan a mujeres y niñas en situación de mayor riesgo al VIH" mediante acciones específicas, focalizadas en los grupos de más riesgo.
Women Arise está integrada por la Coalición Internacional para la Salud de la Mujer, la Campaña Mundial del Sida, la Red Global de Proyectos sobre Trabajo Sexual, la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/Sida, y el Movimiento de Acceso al Tratamiento en África, entre otras muchas entidades.
El nuevo colectivo señala que casi la mitad de las personas que viven con VIH en el mundo son mujeres y que en muchas regiones el contagio del virus que causa el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es más acelerado entre ellas debido a vulnerabilidades relacionadas con la desigualdad de género.
Por eso, las mujeres reclamarán en Viena que se cumplan sus derechos, que se frene la violencia contra ellas y se promueva su participación y liderazgo. Lo harán mediante su participación en plenarios y también con acciones sorpresivas y de alto impacto.
Para que su reclamo tenga más fuerza, en Women Arise se unieron feministas, mujeres que viven con el virus, trabajadoras sexuales, jóvenes, lesbianas, usuarias de drogas, travestis, cuidadoras de enfermos de sida, y también profesionales e investigadoras.
Lo que tienen en común las entidades, que representan a mujeres de las más diversas regiones, es que trabajan en dar una respuesta a la epidemia con una perspectiva que busca visibilizar la mayor vulnerabilidad de las mujeres ante el flagelo.
La Sociedad Internacional de Sida, que convoca al encuentro de Viena, reúne a unos 14.000 profesionales, investigadores y expertos de 190 países. Las organizaciones de la sociedad civil llegan a este foro para incidir en la agenda.
"En la Conferencia de México (la anterior celebrada en 2008) se vio mucho trabajo de las mujeres, pero muy disociado", remarcó Bianco, quien es médica sanitarista y en Argentina preside la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
Frente a esa experiencia, acordaron trabajar en conjunto. "Nos aliamos para ver si todas juntas hacemos más ruido", explicó.
Las mujeres exigirán que se cumpla el compromiso de cobertura universal de tratamientos para personas con el virus y los planes de educación sexual integral. Que se avance en políticas de reducción de daños entre usuarios de drogas inyectables, y en políticas focalizadas en niñas y mujeres jóvenes.
"En Argentina, Brasil y países vecinos, la epidemia aumenta en las mujeres de entre 15 y 24 años. Ese es el único grupo de edad en la región donde predomina hoy el contagio de mujeres", indicó la coordinadora de Women Arise.
Bianco atribuyó este fenómeno al déficit de empoderamiento de las mujeres que les impide exigir el uso de preservativo, a la violencia que se ejerce contra ellas, a su subordinación económica y también a su anatomía.
La médica explicó que, mientras el principal fluido después de la sangre en cantidad de VIH es el semen, las cavidades continentes (la vagina, el ano y la boca) tienen mayor riesgo de contagio en caso de que haya una lesión.
La cita de Viena se calcula que tendrá más de 20.000 asistentes, pero según vaticinó Bianco habrá una presencia latinoamericana mucho menor que en la última conferencia. "Si en México éramos 50 por ciento de esta región, ahora seremos 10 por ciento", estimó.
La menor participación de América Latina y de otros países en desarrollo, atribuida al alto costo de la estadía en Viena, se compensará con una gran afluencia de expertos y representantes de organizaciones sociales de países de Europa oriental.
Según se anticipó, la Declaración de Viena hará un llamado a los gobiernos para "incorporar evidencia científica" en las políticas de drogas y narcotráfico, despenalizar el consumo de estupefacientes, y no criminalizar a los usuarios.
Las recomendaciones se basan en una treintena de estudios en los que se advierte que las actuales políticas de lucha contra las drogas estarían alimentando la epidemia de VIH "con consecuencias sociales y de salud tremendamente negativas".
La declaración fue rubricada por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil (1995-2003), Ernesto Zedillo, de México (1994-2000), y César Gaviria, de Colombia (1990-1994).