En junio se cerrará la investigación por la muerte de centenares de cisnes de cuello negro ocurrida en 2004 en el Santuario Natural Carlos Anwandter, casi 800 kilómetros al sur de la capital chilena. El 7 de este mes, el Tribunal de Garantía de San José de la Mariquina amplió en 150 días más el proceso.
«Nuestra esperanza es que con esto se pueda formalizar», (presentar cargos contra) los responsables del desastre ambiental que se investiga desde hace cinco años, dijo a Tierramérica Renato Jiménez, uno de los abogados querellantes.
«Creemos que hay antecedentes para que el Ministerio Público formalice» a trabajadores de la planta Valdivia de la empresa de celulosa Celco, sindicada como culpable por los desechos que vierte sobre el río Cruces, donde habitan los cisnes, aseguró.
