HONDURAS: Gestión estadounidense de inciertos resultados

El subsecretario de Estado (vicecanciller) de Estados Unidos, Craig Kelly, visitó Honduras en busca de soluciones a la crisis política suscitada por el golpe de Estado del 28 de junio.

De forma sorpresiva, Kelly, funcionario a cargo de Asuntos del Hemisferio Occidental (americanos) en el Departamento de Estado (cancillería), se entrevistó con el dictador Roberto Micheletti y con el presidente depuesto, Manuel Zelaya.

Su intención fue reactivar el Acuerdo de Tegucigalpa/San José del Diálogo Guaymuras, firmado bajo su mediación el 30 de octubre, y que entre sus puntos incluye la posibilidad de que Zelaya retorne al poder.

"Estamos aquí para trabajar con ambas partes. Estamos trabajando", dijo Kelly el martes a la prensa, tras reunirse con Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde el depuesto mandatario permanece en carácter de huésped hace más de un mes.

Pero la tarea no le será fácil, dado que Zelaya, según declaró luego él mismo, le dijo al funcionario estadounidense: "Nunca más me volveré a sentar con los dictadores que le hacen daño a Honduras."
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"En nombre del pueblo, denuncio, reclamo y exijo que salgan los tiranos del poder. El diálogo Tegucigalpa/San José está muerto. Nosotros no aceptamos los golpes de Estado y no voy a ceder en mis posiciones. Así se lo reiteré a Kelly, a quien deseé suerte en su misión", expresó tajante Zelaya.

"Con este régimen ya no tengo ni la menor posibilidad ni intención de sentarme en un diálogo falso y mentiroso. He iniciado una lucha que no tiene tiempo ni espacio. (…) No aceptamos los golpes de Estado ni que los militares vengan a asumir el poder y pongan políticos como mampara. No aceptamos legitimar esta farsa", reiteró.

El Acuerdo Tegucigalpa/San José, suscrito por delegados de Zelaya y Micheletti, consta de 12 puntos de los cuales el medular es el cinco, que encarga al Poder Legislativo resolver "en lo procedente en respecto a 'retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio hasta la conclusión del actual período gubernamental, el 27 de enero de 2010'".

Otro punto se refiere a la formación de un gobierno de unidad y reconciliación que conduzca el país hasta el 27 de enero.

El acuerdo también establece la aceptación y reconocimiento del proceso hacia en las elecciones del 29 de este mes, así como la reincorporación del país al concierto de naciones del cual se encuentra aislado.

La última cláusula del convenio fija un cronograma para el cumplimiento de los otros puntos.

La verificación del cumplimiento de estos compromisos está a cargo de una comisión integrada, entre otros, por el ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria (ministra) del Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, en representación de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La comisión incluye, además, al empresario Arturo Corrales, en representación del régimen de Micheletti, y a Jorge Arturo Reina, quien en el gobierno de Zelaya representó a Honduras en la ONU.

El cronograma preveía para el 5 de noviembre la formación de un gobierno "de unidad y reconciliación", lo cual no se cumplió porque el régimen de Micheletti presentó su "propio gobierno" sin representación de Zelaya, a quien se exhortó a "enviar prontamente" sus propuestas. El presidente depuesto rechazó esa operación.

Ambos se atribuían la presidencia de ese gobierno de unidad. Zelaya, incluso, sostenía que para esa fecha ya iba a estar restituido, lo cual no ocurrió porque el régimen golpista consideró que en ningún punto se establecía con claridad la vuelta del gobernante depuesto al gobierno.

Lagos sostuvo que, a pesar de que esa cláusula estaba redactada con "ambigüedad", el "espíritu" del acuerdo implicaba asignar la conducción del nuevo gabinete a Zelaya.

La portavoz de Micheletti en las negociaciones, Vilma Morales, dijo a IPS: "Nosotros estamos dispuestos a cumplir. El acuerdo debe leerse bien, es muy claro, y ningún punto está ligado al otro. En este momento no hay negociación ni renegociación. Estamos en la etapa de cumplimiento y verificación del acuerdo."

Micheletti le "ratificó" a Kelly en la reunión del martes que "estamos dentro del Acuerdo, seguimos en él y afirmamos nuestra voluntad de continuar bajo sus reglas, ya que esa es la voluntad que las partes expresaron y aceptaron" al firmarlo.

"El acuerdo sigue vivo y está vivo", dijo Morales, quien envió una nota al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, para recordarle que esa institución se había comprometido a "respetar" cualquier arreglo entre las partes.

"Sorpresivamente, mientras se arreglaba la forma de integrar el gobierno de unidad nacional, una vez iniciado el proceso para dar cumplimiento al punto cinco de instalar la comisión de verificación contemplada en el punto seis, nos enteramos que una de las partes, por diferencia de interpretación, declara el acuerdo 'letra muerta' y dispone retirarse unilateralmente", dijo Morales a Insulza en su nota.

Según el mensaje oficial, "cualquier divergencia" deberá ser dirimida por la comisión verificadora, ya que ninguna de las partes puede declararlo fracasado o eludir su cumplimiento con "cualquier excusa".

"Lo que cabe ahora es someter a los suscriptores al cumplimiento del acuerdo, del cual, la OEA es una de las garantes", agregó Morales en la carta.

Este martes, los delegados al Consejo Permanente de la OEA reiteraron sus condenas al golpe de Estado y sus llamamientos a la restitución de Zelaya, sin lograr consenso en cuanto a desconocer las elecciones del domingo 29.

En comicios generales, la ciudadanía de Honduras elegirá un presidente, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 128 diputados nacionales y 20 del Parlamento Centroamericano, y 284 jefes de gobiernos locales, todos ellos por un período de cuatro años.

El representante de Estados Unidos en la OEA, Lewis Amselem, dijo que si la organización continental "descarta los resultados de las elecciones" en caso de que transcurran "en las condiciones" adecuadas, habrá obrado "en contra del derecho de los hondureños a la autodeterminación".

Amselem recordó en la sesión que "la restitución de Zelaya no está prevista textualmente en el acuerdo". Para el delegado estadounidense, el convenio "no pedía la restitución inmediata ni incondicional de Zelaya", y "ambas partes lo tenían claro" al firmarlo.

La falta de avances, según el diplomático, es consecuencia de la intransigencia de Zelaya y Micheletti, quienes no cedieron en sus exigencias para la formación de un gobierno de unidad.

Mientras, Insulza descartó el envío de observadores de la OEA a las elecciones del domingo 29.

"La observación electoral es una cosa que no podríamos ni siquiera considerar", dijo el secretario general del foro continental. "Desde el punto de vista político no existe ninguna condición para enviar una misión electoral a Honduras."

El presidente del Congreso legislativo hondureño, José Alfredo Saavedra, dijo que el cuerpo inició las consultas para proceder "en el corto plazo" a discutir la eventual restitución de Manuel Zelaya al poder.

De todos modos, Saavedra fue tajante al declarar: "Ni la OEA ni ninguna otra organización nacional o internacional pueden imponerle una dinámica al Congreso Nacional. Vivimos en un estado de derecho. Creo que la dignidad de los hondureños no debe ser mancillada por nadie, en el sentido que, desde afuera, quieran imponer lo que en el acuerdo no se estableció."

Los legisladores han pedido opiniones al respecto al Poder Judicial, la Fiscalía del Estado, la Procuraduría de la República y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.

El ombudsman de la República, Ramón Custodio, fue el primero de los consultados en entregar su "opinión consultiva" al Congreso, el martes, pero no adelantó su dictamen.

A su vez, la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía del Estado anunciaron que este miércoles comenzaron sus respectivos análisis, por separado.

Zelaya exhortó al pueblo hondureño a mantenerse en las calles, "porque las conquistas sociales no se obtienen dialogando con las elites del poder".

"Yo estoy defendiendo principios y valores, mi investidura me la dio el pueblo y no me la puede quitar el Congreso ni la Corte de Justicia. Las grandes avenidas se van abriendo para los hombres libres de Honduras que representamos un símbolo de liberación; nos estamos oponiendo a un régimen represivo y lo hacemos con conciencia. Yo soy el presidente de Honduras y les pido a mis compatriotas no avalar las elecciones de los golpistas" *****

+ Honduras aislada: Cobertura de IPS Noticias (https://www.ipsnoticias.net/_focus/honduras/index.asp) + Diálogo Guaymuras Acuerdo Tegucigalpa/San José para la reconciliación nacional y el fortalecimiento de la democracia en Honduras, en PDF (https://ipsnoticias.net/fotos/Acuerdo_honduras.pdf)

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