PALESTINA: Recrudece represión israelí en Jerusalén oriental

Las autoridades de Israel han dedicado las últimas semanas a intimidar a palestinos que participan en acciones contra la ocupación de territorio árabe, y que gozan de creciente apoyo de la comunidad internacional.

Por ejemplo, soldados enmascarados irrumpieron en la casa del arquitecto Ehad Jallad, miembro del Comité Popular de Celebración de Jerusalén, Capital de la Cultura Árabe para 2009.

"A las tres de la mañana, los soldados comenzaron a patear y golpear la puerta y amenazaron con romperla si no la abría de inmediato. Mis hermanas menores estaban aterradas, pues no sabían qué sucedía", dijo Jallad a IPS.

"Entonces, procedieron a registrar mi casa antes de confiscar mi laptop, varias computadoras, archivos con mis contactos y mi I-pod. Cuando les pregunté por qué lo hacían y les dije que quería llamar a mi abogado, me ordenaron callarme y amenazaron con golpearme", recordó.

Ésta fue apenas la última de muchas veces que Jallad fue detenido para ser interrogado sobre el Comité.
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El joven profesional también ha estado observando, en su carácter de activista, los movimientos que en las últimas semanas se han registrado en la Explanada de las Mezquitas, área denominada Monte del Templo por los judíos.

"El oficial que me interrogó dijo saber que yo estaba en contacto con medios de comunicación, pero me aclaró que eso no me serviría de nada. Luego me advirtió que yo estaba bajo vigilancia y que si continuaba con mis actividades mi familia sería sometida a más registros y a acoso", aseguró.

La misma mañana en que Jallad fue arrestado, fuerzas de seguridad israelíes irrumpieron en un galpón utilizado por grupos comunitarios y culturales jerosolimitanos para diversas actividades.

"Destruyeron material que usamos para actos culturales y confiscaron otras cosas", informó el activista.

Hasta ahora Jallad no fue acusado de nada. Su acoso es parte de una virtual y sorda guerra entre israelíes y palestinos en torno de la persistente judaización de Jerusalén oriental.

Este conflicto incluye la expulsión de residentes palestinos de sus hogares en la zona y la expropiación de esas áreas por parte de colonos judíos.

Familias palestinas continúan viviendo en tiendas de campaña en las calles, frente a sus antiguos hogares. Desde allí ven cómo los nuevos moradores ocupan esas viviendas como si tal cosa.

Cada tanto estallan brotes de violencia entre los dos grupos, pero la policía sólo arresta a los palestinos.

La municipalidad de Jerusalén limita deliberadamente los permisos de construcción que concede a los árabes del este de la ciudad, mientras alienta a los israelíes. La demolición de viviendas palestinas levantadas sin autorización es habitual.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) aspira a instalar en Jerusalén oriental la capital de su futuro estado. La comunidad internacional desconoce la anexión por parte de Israel de esa zona de la ciudad, ocupada al cabo de la Guerra de los Seis Días (1967). Para el derecho internacional, se trata de parte del territorio palestino de Cisjordania.

La ANP ha tratado de contrarrestar los esfuerzos por la judaización de la zona reafirmando su presencia. Entre otros mecanismos, apela para eso a diversos actos culturales.

El ministro de la ANP a cargo de los asuntos de Jerusalén, Hatim Abdel Qader, ya ha sido arrestado en varias ocasiones en los últimos meses. Además, se le prohibió también unas cuantas veces el ingreso a la ciudad.

Mientras, Muhammad Othman, de 33 años y nacido en el septentrional poblado cisjordano de Jayyous, continúa languideciendo en una cárcel israelí. Su pequeña celda carece de luz natural, y hasta de una ventana.

Othman ha sido considerado una "amenaza de seguridad" por Israel. Fue arrestado el 22 de septiembre cuando ingresaba en Cisjordania desde Jordania, en el viaje de vuelta desde Noruega, donde se entrevistó con funcionarios del país europeo.

El activista ha sido esposado, sometido a horas de interrogatorio, inmovilizado en posiciones incómodas por largos periodos y privado del sueño.

Al igual que Jallad, Othman no participa en actividades militares, y no se lo ha acusado por ahora de nada.

Pero participa en las actividades de la campaña Paren el Muro contra el asentamiento ilegal de Zufim, que construye el magnate israelí Lev Leviev, nacido en Rusia.

La Campaña rechaza la valla que Israel construye alrededor de Cisjordania, excusándose en razones de seguridad, y que divide predios agrícolas, comunidades y familias palestinas.

Esta obra fue considerada ilegal por la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya. La propia Corte Suprema de Israel ordenó al ejército modificar su trazado, pues el actual compromete el sustento de muchísimos campesinos palestinos.

"De algún modo, Israel nos considera una amenaza peor que una célula armada de combatientes de Hamás, precisamente porque somos no violentos y luchamos por algo razonable", afirmó Jallal.

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