FINANZAS: África debe estar en Pittsburgh

Al ser el único país africano con un lugar en el Grupo de los 20 (G-20) y co-presidir un grupo de trabajo para reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sudáfrica tiene «la obligación moral de exigir una administración más responsable del sistema financiero global».

Protestas en Pittsburgh. Crédito: WillliamFarrington/IPS
Protestas en Pittsburgh. Crédito: WillliamFarrington/IPS
Así lo exigió la rama sudafricana de la red civil Llamado Global a la Acción contra la Pobreza (GCAP, por sus siglas en inglés) al ministro de Finanzas de este país, Pravin Gordhan, quien participa de la reunión de dos días del G-20 iniciada este jueves en la nororiental ciudad estadounidense de Pittsburgh.

El consenso general es que la cumbre del G-20, que agrupa a países industrializados y emergentes, estará dominada por conversaciones sobre cómo administrar los sistemas financieros e impedir otra crisis económica.

El GCAP envió una carta abierta a Gordham insistiendo en la necesidad de una prudente administración del sistema financiero global. La misiva subraya que el G-20 debe concentrarse en una mejor regulación del sistema corporativo, bancario y financiero, según señaló el portavoz de la red, Rajesh Latchman.

"Al promover un sistema así, se asegurará de que las recesiones sean detectadas antes y que los efectos en las economías emergentes en el Sur sean evitados o al menos minimizados", reza la misiva.
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El GCAP además pide a los países del G-20 que provean recursos adicionales a las naciones pobres para afrontar la crisis, y sin condiciones que sean dañinas para su economía. "Nos damos cuenta de que el ministro Gordhan tendrá una batalla difícil, pero esperamos que presente estos temas en la cumbre", dijo Latchman.

Algunos pensaban que los países africanos estarían protegidos contra la crisis financiera global, pero no fue así: muchos sufrieron una caída en su producto interno bruto. Sudáfrica también se vio afectada. Miles de personas perdieron sus empleos cuando las empresas decidieron reducir costos.

"Aunque los bancos sudafricanos no han sido arrastrados tan profundamente a la crisis global, les sirve una economía mundial estable. Por tanto, Sudáfrica también tiene interés en regulaciones bancarias mundiales", dijo a IPS Daryl Glaser, profesor asociado de Estudios Políticos en la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo.

Uno de los temas por los cuales Sudáfrica debería hacer presión, sostuvo Glaser, es una mayor representación africana en organismos multilaterales como el FMI, así como reglas equitativas para todas las naciones en materia comercial.

"Los países del Sur quieren una mejor representación en la planificación económica mundial", según Glaser. "Los derechos de voto en estos organismos (FMI y el Banco Mundial) están torcidos a favor del Norte. Estos cuerpos ejercen una gran presión sobre los países en el Sur para que abran sus mercados. Pero los del Norte no son tan abiertos como su discurso sugiere".

"Me parece que el presidente (sudafricano) Jacob Zuma es más proteccionista que su predecesor, Thabo Mbeki. Sudáfrica levantó las barreras comerciales de protección demasiado rápido en los años 90. Éste es uno de los factores que contribuyeron a la alta tasa de desempleo. Hay espacio para un moderado grado de proteccionismo que impida a un país quedar demasiado vulnerable", añadió.

Se debe ejercer presión sobre los organismos internacionales para que honren sus promesas de ayudar a los países africanos a salir de la pobreza. "En África subsahariana, la ayuda debe seguir siendo un tema" importante, afirmó.

En la carta "también se señaló que cuando se les dio apoyo financiero a los países de Europa oriental, se les impuso menos condiciones que en el caso de la ayuda a las naciones del Sur", añadió Glaser.

Francis Kornegay, investigador asociado en el instituto Relaciones Internacionales, dijo a IPS que no esperaba "ninguna brecha entre el Norte y el Sur sobre cómo regular el sistema financiero mundial" durante la cumbre en Pittsburgh.

"Creo que la cumbre del G-20 verá más consenso que diferencias en ese tema. Pero todos los países tienen propias agendas de reformas para regular los mercados financieros. Sudáfrica tiene la ventaja de que los bancos aquí no se expusieron a una exótica ingeniería financiera", indicó.

Mientras, el Banco Africano de Desarrollo (AfDB) pidió a la cumbre del G-20 que incremente los recursos del organismo para atender las crecientes demandas de financiamiento de las naciones africanas.

En una declaración transmitida desde Túnez, el presidente del AfDB, Donald Kaberuka, pidió al G-20 que no olvidara a África y a los países de bajos ingresos en general cuando la economía mundial "muestre señales de recuperación".

El AfDB espera que sus inversiones en 2009 pasen de los 5.800 millones de dólares en 2008 a 11.000 millones este año. Este aumento en compromisos se debe particularmente en respuesta a la crisis mundial.

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