NACIONES UNIDAS: Esperando a Gadafi

Todavía no se sabe si el presidente libio Muammar Gadafi participará en septiembre de la peregrinación anual de los líderes mundiales a las sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

La Asamblea, de 192 miembros, es el supremo órgano político del foro mundial, y tradicionalmente ha funcionado como una plataforma internacional de alto perfil para unos 150 líderes que con su presencia en Nueva York también intentan impulsar su imagen política en sus propios países.

Pero, en distintos momentos, varios dirigentes controvertidos, como Gadafi, los difuntos Hafez Al Asad de Siria, Saddam Hussein de Iraq y Kim Il Sung de Corea del Norte, evitaron acudir a la ONU por su propia cuenta, o fueron forzados a hacerlo.

Hubo muchos que afrontaron un recibimiento hostil y tuvieron que abrirse camino entre caóticas manifestaciones callejeras. Entre ellos los presidentes Fidel Castro, de Cuba, Robert Mugabe, de Zimbabwe, Mahmoud Ahmadineyad, de Irán y Yasser Arafat, de la Organización para la Liberación de Palestina. La elección de Ali Abdessalam Treky, ministro de Libia para los Asuntos de la Unión Africana, como nuevo presidente de la Asamblea General, llevó a especulaciones sobre si Gadafi hará su aparición inaugural en la ONU a mediados de septiembre para celebrar el logro de su país.

"No tenemos ninguna confirmación oficial, pero él bien puede dar una sorpresa, considerando que Libia ha fortalecido sus vínculos políticos y diplomáticos con Estados Unidos, país anfitrión de la ONU", dijo una fuente de la organización multilateral.
[related_articles]
Al felicitarlo como nuevo presidente de la Asamblea este miércoles, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el foro mundial era un territorio conocido para Treky, quien se desempeñó tres veces como embajador de su país en la organización, la última de ellas en 2003.

James Paul, director ejecutivo del Global Policy Forum, con sede en Nueva York, dijo a IPS que Estados Unidos a menudo no ha cumplido sus responsabilidades como país anfitrión de dar la bienvenida a la ONU a visitantes legítimos, ya sean jefes de Estado, diplomáticos, expertos o representantes de organizaciones no gubernamentales, también negándoles las visas.

"Esto disminuye la capacidad de la ONU de oír todos los puntos de vista y de actuar como un foro verdaderamente internacional", señaló.

Prácticamente no hay dudas de que en el pasado Estados Unidos no habría permitido una visita de Gadafi, opinó.

"Pero si llega ahora a la ONU, no será como el paria radical del pasado, sino como el líder de hoy, más amigable con Occidente, al que se le da la bienvenida a su regreso al ruedo y se le perdona por sus pecados pasados", observó Paul.

Barbara Crossette, ex jefa de la oficina de The New York Times en la ONU, dijo a IPS que algunos de los líderes mundiales a menudo temían ir a Nueva York por su propia seguridad, sabiendo cómo reaccionarían los grupos de exiliados opositores, posiblemente con armas.

"No creo que Kim (Jong Il, actual mandatario norcoreano) venga alguna vez a Nueva York para una sesión de la Asamblea General, aunque los líderes iraníes han venido con bastante regularidad", dijo Crossette, corresponsal en el foro mundial entre 1994 y 2001.

"Adivino que los gobiernos estadounidenses, y por supuesto la ciudad de Nueva York, no han estado demasiado molestos por no haber tenido que proteger a algunos de estos jefes de gobierno cuya presencia crearía críticas políticas internas", señaló.

"Cuando empecé a trabajar para el Times hace décadas, el personal extranjero siempre tenía que compilar resúmenes diarios de los discursos de todos los jefes de gobierno. Ahora ni siquiera hay una lista, y toda la atención se centra en (reuniones) bilaterales y otras cosas que ocurren al margen", indicó Crossette.

Un diplomático asiático dijo a IPS que algunos líderes políticos están tan inseguros en sus propios países que temen que se produzca un golpe militar durante su visita a Nueva York.

En septiembre de 2006, el primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, fue derrocado mientras se encontraba en la Asamblea General.

En cuanto a una posible visita de Gadafi, Paul dijo a IPS que el punto de inflexión para el líder libio llegó en 2003, no por casualidad, durante la época de la guerra en Iraq.

Entonces, Gadafi abandonó su programa de armas nucleares y permitió que empresas petroleras occidentales volvieran a explotar las reservas libias.

Incluso hubo un acontecimiento público en Trípoli para señalar este cambio. A él asistió Tony Blair, entonces primer ministro de Gran Bretaña.

Libia había sido sometida a sanciones prolongadas, acusada de tener responsabilidad en acciones terroristas, e incluso, en abril de 1986, fue objeto de un ataque aéreo directo por parte de Estados Unidos, que tuvo por blanco al propio Gadafi.

"Hoy Gadafi sigue siendo una figura colorida, con grandes ideas. Sería interesante hacer que visite la ONU. Parece improbable que ahora Estados Unidos se interponga en su camino", agregó Paul.

Y si todavía es tan extravagante como lo era en su juventud, se espera que llegue con un séquito de mujeres guardias y, literalmente, que monte su tienda fuera de la ONU, como hizo en varias reuniones en el exterior, negándose a permanecer en hoteles, dijo un alto funcionario del foro mundial.

Pero quizás esta vez el envejecido líder, que actualmente preside la Unión Africana, opte por un hotel cinco estrellas.

En las elecciones de ese bloque en febrero, Gadafi fue elogiado como el "rey de reyes", mientras continuaba promocionando su proyecto de un "Estados Unidos de África", con su propia moneda y modelado en base a la Unión Europea.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe