PETRÓLEO: Productores buscan salida a la crisis

Empresarios y gobiernos de países petroleros se esfuerzan por proteger el sector ante la caída de los precios en más de 50 por ciento, respecto del año anterior, y la iniciativa del presidente estadounidense Barack Obama de impulsar fuentes alternativas de energía.

Reunidos en el Foro Internacional de Energía, en París, ministros, ejecutivos del sector y representantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) discutieron sobre cómo lidiar con la actual crisis económica y otros desafíos futuros.

La OPEP, con sede en Viena, está integrada por Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Libia, Nigeria, Irán, Iraq, Kuwait, Qatar y Venezuela.

Nadie parecía tener mucha idea de qué medidas habría que tomar. Incluso, muchos oradores en este encuentro del jueves estuvieron a la defensiva y criticaron a Obama por tratar de disminuir la dependencia de Estados Unidos del petróleo.

También atribuyeron la contaminación ambiental a las prácticas de consumo y advirtieron que el actual precio del crudo implica menos fondos para las energías alternativas.
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"Ni los más inteligentes saben qué puede llegar a pasar en los próximos cinco años, lo que dificulta las previsiones", señaló Nordine Ait-Laoussine, ex ministro de Energía de Argelia y presidente del Foro.

"Está claro que la industria petrolera enfrenta uno de los peores momentos de su historia", señaló Ait-Laoussine, en alusión al precio actual del barril de crudo (159 litros) en torno a los 50 dólares, muy por debajo de los 116 dólares de mediados de abril de 2008, y aún más respecto de los 147 dólares de julio de ese año.

Varios oradores remarcaron que el actual precio del barril podía perjudicar el desarrollo de fuentes de energía "limpias".

"La caída del precio del crudo no favorece la inversión en fuentes alternativas", subrayó el ministro de Energía de Emiratos, Mohammad bin Dhaen Al-Hamli.

En el mismo panel de discusión, el ministro y viceministro de Energía de Qatar, Abdallah Al-Attiyah, mencionó una conversación con un "alto funcionario europeo" que estaba molesto por el pecio del barril porque las compañías ya no iban a poder subvencionar los biocombustibles.

Los países productores de petróleo "son culpables cuando el precio está alto y cuando está bajo", protestó. "Estoy confundido, ¿qué quieren que hagamos?".

El director general de la anglo-holandesa Shell, Jeroen van der Veer, señaló que su empresa está dispuesta a considerar fuentes alternativas de energía, incluida la eólica. Pero remarcó que el petróleo y el gas seguirán usándose durante años, pese a los argumentos científicos de que los combustibles fósiles contribuyen a acelerar el cambio climático.

"La madre naturaleza lo puso allí y nosotros lo sacamos", señaló. En el mundo hay lugar para diferentes tipos de energía.

Es responsabilidad de los gobiernos definir qué fuentes de energía usan sus ciudadanos, añadió. "No lo determinan las compañías petroleras".

"Los gobiernos pueden gravar el petróleo para que la gente no maneje y construir plantas nucleares", apuntó.

"Mejores hábitos de conducción" ahorran combustible, remarcó. Van der Veer recordó que de joven manejaba un Citroën 2CV ("deux chevaux"), de bajo consuno. No es necesario "un Hummer para ser feliz", añadió.

Hummer, un vehículo todo terreno fabricado por General Motors, tiene un diseño militar y consume mucho combustible. La compañía estadounidense está a punto de declararse en bancarrota y podría dejar de fabricarlo.

Por su parte, el director general de la compañía francesa Total, Christophe de Margerie, se mostró optimista respecto del aumento del precio del crudo a largo plazo, pese a la disminución de la demanda en los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que entre otros reúne a los países industrializados.

Las principales prioridades de Total siguen siendo "seguridad, ambiente y cambio climático", indicó. "Tenemos que pensar en otras formas de energía y si son más limpias que la nuestra, adelante", añadió.

La compañía francesa fue acusada por organizaciones no gubernamentales por sus operaciones en países responsables de violaciones a los derechos humanos como Birmania y Sudán.

Al ser consultado por IPS sobre la participación de Total en esas naciones, De Margerie respondió: "Mi postura es que estamos haciendo cosas buenas para sus habitantes.

Ante la insistencia de si la presencia de las compañías petroleras en esos países no era una forma de respaldo para gobiernos represores, replicó: "Pregúntele a la gente. Yo estoy orgulloso de lo que hacemos porque ayudamos a la población".

Christele Adedjoumon, quien trabaja en una organización que ofrece energía renovable a las aldeas africanas, discrepó con esa afirmación.

"Voy todos los años a África y todo sigue igual", dijo a IPS. "Todavía tenemos que convencer a las grandes compañías petroleras para que destinen la ínfima cantidad del uno por ciento de sus ganancias a proyectos de energía limpia en ese continente".

Su organización tiene un proyecto en Benin para que los residentes de una aldea dejen de comprar queroseno y destinen la misma cantidad de dinero a la energía solar. Pero las compañías petroleras no parecen estar interesadas en apoyar ese tipo de iniciativas.

El director general de Shell dijo a IPS que su compañía "piensa en los derechos humanos" cuando decide dónde invertir.

"Es un asunto muy complicado. Hay que velar por los derechos humanos en la propia compañía", indicó Van der Veer. Respecto de Birmania y Sudán dijo: "No me meto con ellos".

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