La Alianza Socialdemócrata (ASD) y el Partido Izquierda Verde (PIV) de Islandia obtuvieron la mayoría de los escaños y constituirán la coalición de gobierno por los próximos cuatro años, esta vez por el mandato de las urnas.
Ambos partidos habían formado el 1 de febrero un gobierno en minoría, tras la caída de la coalición anterior, integrada por la ASD y el conservador Partido de la Independencia (PI).
En las elecciones del sábado, la ASD obtuvo 20 de los 63 escaños del parlamento unicameral, y el PIV, 14.
Por primera vez, Islandia tiene un gobierno izquierdista surgido de comicios.
El PI, que quedó fuera del gobierno por primera vez en 18 años, sufrió su peor derrota en la historia. "La caída de su popularidad se produjo poco después del colapso del sistema bancario, de acuerdo con encuestas realizadas entonces", dijo a IPS Gunnar Helgi Kristinsson, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Islandia.
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"Esto es atribuible, en primer lugar, a la insatisfacción del público con el manejo de la crisis por parte del PI, hallado responsable del colapso luego de tantos años en el poder", agregó.
"Creo que la crisis financiera mundial tuvo como efecto un aumento del apoyo a la izquierda", dijo el también profesor de la Universidad de Islandia Olafur Thor Hardarson.
La crisis abrió otros debates. Luego del colapso bancario, hubo considerable discusión sobre si este país estaría mejor dentro de la Unión Europea (UE) y de la zona del euro.
La ASD está firmemente a favor del ingreso al bloque, y quiere que se decida antes de la formación del gabinete. El PIV aspira a un referendo nacional en la materia.
En el parlamento hay ahora un amplio apoyo al referendo.
El Movimiento Ciudadano (MC), partido formado a raíz de las protestas por el colapso bancario en octubre pasado, obtuvo cuatro escaños tras conquistar siete por ciento de los votos.
"Queremos que los comités parlamentarios se impongan plazos, para que los importantes asuntos que tratan no queden perdidos en el sistema. Queremos referendos nacionales para resolver las grandes cuestiones", dijo a IPS la legisladora electa pro el MC Birgitta Jonsdottir.
"Queremos que la ciudadanía tenga la facultad de disolver el parlamento", agregó.
La integración en la UE también debería resolverse en referendo, según Jonsdottir. Los ciudadanos "deben saber, por ejemplo, que si Islandia se incorpora y el bloque decide crear una fuerza militar propia, los muchachos islandeses podrían verse obligados a servir en ella", explicó.
"No creo que los islandeses sean muy felices con eso", dado que el país carece de ejército, agregó.
De los otros partidos con representación parlamentaria, el Progresista, con nueve legisladores, está dispuesto a discutir la integración a la UE, pero el PI advirtió que eso no redundaría en beneficio de los intereses nacionales.
Una proporción sin precedentes —43 por ciento— del nuevo parlamento son mujeres. Eso ubica a Islandia en cuarto lugar de la nómina en la materia de la Unión Interparlamentaria, luego de Ruanda, Suecia y Cuba.
Las direcciones del PIV y de la ASD parecen confiar en que podrán trabajar en conjunto todo el periodo. "No tenemos problemas. Será todo más fácil con un gobierno en mayoría", dijo la socialdemócrata Helgi Hjorvar.
El nuevo gobierno se enfrenta con graves problemas, más allá del rescate de los bancos y de la integración en la UE. Uno de ellos es la ampliación en el tiempo de la Provisión Islandesa del Protocolo de Kyoto de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Esta cláusula, que se reconsiderará a fines de este año, exceptúa al país de las obligaciones de reducción de emisiones de gases invernadero debido a su dependencia de fuentes de energía renovables.
A Islandia se le permitió aumentar 10 por ciento sus emisiones de gases invernadero respecto de los niveles de 1990, y no reducirlas 10 por ciento, como el resto.
