CAMERÚN: El norte funciona a contrabando

Unas 4.000 motocicletas en esta septentrional ciudad camerunesa usan «zoa-zoa» o «federale», como se conoce al combustible nigeriano que entra de contrabando y a un precio más barato.

"No podemos pagar los 600 francos CFA (1,4 dólares) que cuesta en las estaciones expendedoras de combustible. Preferimos el zoa-zoa a 400 (menos de un dólar)", reconoció el motociclista Ousmanou Saidou.

Muy pocas personas pueden comprar combustible en las estaciones expendedoras, sólo los que tienen suficiente dinero y temen que el motor de sus autos se dañe con el federale.

La gasolina refinada en Camerún es mucho más cara que la contrabandeada de Nigeria. La mayor parte del petróleo extraído de los pozos marítimos cameruneses se exporta, por lo que la compañía nacional debe refinar el crudo importado, mucho más caro.

Los productos derivados del petróleo están muy subsidiados en Nigeria, quizá la medida gubernamental que más huelgas motiva.

Camerún comparte 1.700 kilómetros de frontera con Nigeria.

Insurgentes nigerianos de la rica región del Delta, delincuentes y funcionarios corruptos mantienen un lucrativo comercio del crudo.

Alrededor de 20 millones de dólares al día se pierden por culpa del contrabando o desaparecen de otra forma en Nigeria, según la agencia de noticias Associated Press.

El combustible nigeriano se vende en el mercado negro de los países vecinos, entre ellos Camerún, primer destino del contrabando después de Benin.

La venta ilegal de combustible se sustenta en una red muy bien organizada de miles de contrabandistas que cruzan la frontera con gasolina, diésel, queroseno, entre otros productos derivados del petróleo. Muchas veces lo adulteran para poder obtener un mayor beneficio.

Hay numerosos caminos escondidos entre la vegetación que facilitan el trasiego del combustible. De todas formas, las fuerzas del orden no están para imponerlo sino para tratar de compartir el botín.

Los contrabandistas suelen arriesgar su vida con esta actividad. En diciembre de 2007, un camión cargado con combustible se incendió en la septentrional localidad de Kousseri. Los cuatro ocupantes del vehículo se quemaron vivos ante la mirada de los habitantes de las aldeas de la zona que no pudieron socorrerlos.

Los innumerables puestos de control que hay a ambos lados de la frontera sólo son una pantalla. Un contrabandista, que no quiso revelar su identidad, dijo a IPS que suelen ofrecer coimas en todas las paradas.

"Debes tener un 'acuerdo' o sobornarlos, de lo contrario se quedan con el combustible y lo venden", explicó, y añadió que suelen emplear distintas tácticas para no ser atrapados en ningún punto de la red de seguridad, no sea que las coimas terminen por agotar las ganancias.

Los numerosos puestos de control revelan la verdadera historia. Un joven oficial de policía reconoció que trabaja para su jefe en la cadena de suministro ilegal de combustible. Todo el mundo participa, confesó.

"De arriba a abajo, todos vivimos del contrabando de combustible", señaló, y añadió que está construyendo su tercera casa, pese a que sólo hace seis años que está en la policía. No hay otra forma de explicar la presencia de vendedores cada 500 metros, pese a que funcionarios de aduanas alegan que luchan para combatir el tráfico ilegal.

"Una vez que el combustible está en la calle, no se puede requisar ni impedir que se venda", indicó Toudjani Abouya, de la Aduana, quien añadió que los funcionarios pueden llegar a ser quemados vivos si se arriesgan a decomisarlo.

Pero otro contrabandista, que tampoco quiso dar su nombre, dijo a IPS que muchos funcionarios participan en el contrabando. "Algunos de nosotros trabajamos para ellos", agregó.

Para muchos jóvenes, el contrabando es la única solución al desempleo generalizado.

"Hace 15 años que me dedico a esto", reconoció Sule Amadoy, un profesional universitario de 37 años. "Estoy casado, tengo dos esposas, seis hijos y tengo casa propia gracias al contrabando".

Altos funcionarios han tratado de contener el tráfico ilegal de combustible. Una vez, sus esfuerzos chocaron con la violenta resistencia de los jóvenes, que amenazaron con arrasar la ciudad.

Hay planes de normalizar y legalizar las relaciones comerciales entre Camerún y Nigeria, según Simon Etsil, asesor legal y financiero del gobernador de la Provincia Norte para la disputa con Nigeria por la soberanía de la península de Bakassi, ahora en un punto muerto.

Es demasiado pronto para analizar las consecuencias que pueda tener sobre el contrabando de combustible la normalización de las relaciones comerciales, pero lo seguro es que no será fácil hacer la vista gorda al tráfico ilegal.

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