El sistema educacional de Cuba pondrá a prueba en su nuevo año lectivo, que comenzará el lunes próximo, varios cambios con los que espera remontar la crisis de calidad, atribuida al déficit de profesores en los últimos tiempos y a otros problemas docentes.
"Estoy a la expectativa. Mi hija comienza ahora la (enseñanza) secundaria y, si no le tocan buenos maestros y baja sus rendimientos, tendría que buscar otra escuela o pagarle clases privadas. Estos son los años más difíciles", confió a IPS una periodista cubana, que optó por no ser identificada. Para el ciclo 2008-2009 la matrícula alcanza a 2.549.845 estudiantes, desde nivel preescolar hasta la enseñanza media superior. Ese total abarca 2.000 alumnos de las escuelas emergentes de formación de maestros, 123.367 de los Institutos Superiores Pedagógicos y 33.714 de los Preuniversitarios de Ciencias Pedagógicas. Esta semana, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, aseguró que el curso escolar tendrá mejor cobertura docente respecto del período pasado. La falta de más de 8.000 profesores, señalado entre las principales causas de las deficiencias del proceso educativo, comenzó a reducirse con el retorno de profesionales jubilados.
Al respecto, Velázquez dijo que 4.948 maestros retirados se reincorporaron a sus labores, al amparo de un decreto emitido a mediados de julio por el presidente de Cuba, Raúl Castro, que autoriza de "forma excepcional" conservarles su pensión y pagarles, además, el salario completo por las nuevas funciones que desempeñen. "En los centros habrá 235.943 maestros, 32.070 de ellos en formación. El éxodo es inferior en 30 por ciento respecto del año anterior, con cerca de 2.000 profesores menos que solicitaron su baja", explicó la ministra, según versiones de medios de comunicación locales.
Velázquez anunció además que la docencia se fortalecerá mediante el aumento del tiempo laboral a los profesores para que preparen sus clases. "Eso era muy necesario. Ahora también podremos dedicar más horas al estudio", comentó a IPS Kruskalia Masa, de 45 años y maestra de una escuela primaria.
En su opinión, la calidad de la enseñanza cubana se resintió justamente porque el tiempo de "autoprepración" de los profesores es muy escaso, un fenómeno que se profundizó con la merma de la plantilla docente. "Además, ahora tendremos más asistentes (auxiliares), que obviamente no reemplazan al maestro, pero lo apoyan en su labor", añadió.
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Un informe sobre el desempeño del curso lectivo 2007-2008 de la ministra de Educación, reseñado últimamente por la prensa cubana, admitió que entre los principales problemas que deben superar los alumnos de la escuela secundaria básica figuran las "dificultades" con la ortografía, caligrafía, redacción y escaso hábito de lectura.
Veláquez asumió el cargo en abril tras la súbita destitución de Luis Ignacio Gómez, quien se mantuvo al frente de esa cartera por 18 años. "Había perdido energía y conciencia revolucionaria", dijo el exgobernante Fidel Castro, en un artículo en que respaldó el cambio ministerial.
El deterioro de la educación, especialmente por ineficiencias del sistema de maestros emergentes y de las clases impartidas por medios audivisuales, como videoclases o teleclases, fueron quejas recurrentes en los debates populares convocados el pasado año por Raúl Castro en torno a su discurso del 26 de julio de 2007, cuando aún era presidente interino.
Las críticas también resonaron en el VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), realizado en abril, durante el cual intelectuales como Alfredo Guevara, uno de los dirigentes históricos de la Revolución Cubana en el ámbito de la cultura, cuestionó la situación actual.
"¿Puede la escuela primaria y secundaria y el pre (bachillerato), tal y cual han llegado a ser, regenteadas por criterios y prácticas descabellados e ignorantes de principios pedagógicos, psicológicos elementales, y violadora de derechos familiares, ser formadora de niños y adolescentes, y por tanto fundar futuro?", se preguntó Guevara.
Según versiones, en esa cita que transcurrió a puerta cerrada, Guevara también alertó que la formación de profesores emergentes trajo como consecuencia a "jóvenes maestros (aún estudiantes) cuya preparación se presenta deficitaria, incompleta, y cuya madurez está muy lejos de la necesaria".
Los maestros "emergentes" o "en formación" son parte de un programa de capacitación profesional para completar el personal en las escuelas, que fueron dotadas además de televisores, equipos de video y ordenadores. Entre los cambios figura reducir a media hora la videoclase y dejar 15 minutos a las explicaciones del maestro.
"La televisión es un apoyo para nosotros, (pero) no debe sustituirnos", indicó Masa, quien reconoció que en su profesión es imprescindible la "vocación y dedicación". "Desgraciadamente, la preparación masiva de jóvenes para incorporar al magisterio no asegura que todos tengan esas dos cualidades", dijo.
En los planes para este año, los profesores jubilados que retornaron a sus labores serán incorporados al proceso docente educativo y en enseñanza secundaria tendrán como tarea principal asesorar y apoyar a esos jóvenes maestros.
Según Masa, ese es un paso "imprescindible" si se quiere fortalecer la enseñanza.
Universal y gratuita desde los años 60, la educación es considerada uno de los mayores logros del proceso revolucionario iniciado en 1959. Sin embargo, no pudo escapar del vendaval provocado por la recesión económica de la década del 90, cuyo impacto en las escuelas se hizo más evidente a comienzos.
Sin embargo, un estudio preparado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad (Llece), con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, señaló a Cuba como el país con mejores resultados de aprendizaje entre 17 naciones de América Latina y el Caribe.
Al comparar los resultados de matemática y lectura de tercer grado en esa investigación divulgada en junio en la capital chilena. Cuba resulta ser el único país que se ubica a más de una desviación estándar de la media regional, es decir más de 100 puntos arriba de los 500 que tienen en promedio todos los países estudiados.
