AGRICULTURA-CUBA: Nuevas reformas llegan al campo

La confirmación este viernes de la decisión del gobierno cubano de entregar tierras estatales ociosas a personas naturales o jurídicas, para aumentar la producción de alimentos, genera expectativas entre el campesinado, aunque aún se desconocen las condiciones que se ofrecerán para trabajar esos predios.

Un decreto-ley firmado por el presidente Raúl Castro, que publicó el diario oficial Granma, aclara que las parcelas serán entregadas en usufructo para su utilización "en forma racional y sostenible, de conformidad con la aptitud de uso del suelo para la producción agropecuaria".

En ese sentido, los productores tendrán derecho al disfrute de las utilidades que obtengan de su trabajo agrícola, pero el Estado conserva la propiedad de las áreas. La nueva legislación establece que el uso de las tierras será gravado con un impuesto, cuyo monto y condiciones dará a conocer posteriormente el Ministerio de Finanzas y Precios.

La carga impositiva se extenderá también a usufructos concedidos con anterioridad a la vigencia de la actual ley y "los que en el futuro se concedan", dice el cuerpo legal, anunciado por Castro el 11 de este mes, al término de un período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral).

Según el artículo 2 del decreto, el usufructo se concede a las personas naturales (o físicas) por un plazo de hasta 10 años, prorrogables "sucesivamente" por igual período. En el caso de las personas jurídicas, el término de entrega será por 25 años, con prórrogas por un tiempo similar.
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El límite máximo a entregar a personas naturales sin tierras es de 13,42 hectáreas, mientras que en el caso de quienes ya posean predios agrícolas, sea en propiedad o usufructo, podrán incrementarlas hasta completar las 40,26 hectáreas. "Todo incremento de tierras estará condicionado a que las existentes estén en plena producción", advierte la nueva ley.

La normativa también aclara que el área a entregar a cada usufructuario, bien sea persona natural o jurídica, se determina según las posibilidades de fuerza de trabajo, de recursos para la producción, de que tipo será, para que se van a destinar las tierras y la capacidad agroproductiva de los suelos.

Esta decisión era esperada desde comienzos de año por algunos campesinos interesados en extender sus predios, comentó a IPS, vía telefónica, Rubén Torres, dueño de una finca agropecuaria situada en la periferia de Santa Clara, ciudad distante 268 kilómetros de La Habana.

"No es mi caso, pero sé de productores de la provincia que esperaban esta ley, porque en áreas colindantes a sus fincas hay áreas desocupadas que se pueden aprovechar. Ahora hay que ver qué dice el reglamento", comentó Torres, de 63 años, dueño de unas 17 hectáreas, que aprovecha con técnicas agroecológicas.

En su opinión, es "lamentable" que un país agrícola como Cuba "no produzca lo suficiente para alimentarse". La entrega de más tierras puede contribuir a una reanimación de los campos. Según datos oficiales, la superficie agrícola del país era en 2007 de 6,6 millones de hectáreas, sólo 2,9 millones de las cuales estaban cultivadas.

Torres e investigadores consultados por IPS coincidieron en calificar de "muy importante" la decisión gubernamental de ceder tierras, aunque también consideraron necesario facilitar el acceso a los recursos necesarios para ponerlas a producir, desde instrumentos de labranza hasta equipos para el regadío.

"El tema no es sólo entregar más tierras. También debe crearse un entorno que favorezca e incentive al campesino a producir, con precios favorables para sus productos, un mercado donde pueda adquirir libremente sus insumos y sin trabas centralizadoras", comentó a IPS un economista que prefirió no identificarse.

Justamente hace un año, Raúl Castro, en ese entonces presidente interino, anunció la introducción de "cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios" para hacer producir más la tierra, a fin de aumentar la disponibilidad de alimentos y reducir las importaciones.

En sus palabras ante el parlamento unicameral, este mes, prometió además que "la tierra, los recursos y todo el apoyo necesario estarán cada vez más a disposición de quienes produzcan con eficiencia, independientemente de que sea una gran empresa, una cooperativa o un campesino individual".

"Tenemos que revertir definitivamente la tendencia al decrecimiento del área de tierra cultivada, que entre 1998 y 2007, en sólo nueve años, disminuyó en 33 por ciento", indicó Castro, quien alertó, además, que su país gastará este año 1.100 millones de dólares más que en 2007 en compras externas de alimentos.

Para especialistas del Centro de Estudios de la Economía de Cuba (CEE), adscrito a la Universidad de Las Habana, resulta "saludable" comenzar con reformas en la agricultura debido al "efecto multiplicador" que tiene ese sector sobre el conjunto de la economía.

La reestructuración que se lleva a cabo en el sector agropecuario cubano incluye una descentralización administrativa, para lo cual se designaron delegados del Ministerio de Agricultura en todos los municipios del país. Se prevé que estos funcionarios tendrán un poder de decisión importante a nivel territorial.

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