SALUD-PARAGUAY: Hospitales exhaustos

Los hospitales públicos de Paraguay están al borde del colapso por falta de recursos para responder a la ola de enfermedades invernales. La primera medida del futuro gobierno será declarar una «emergencia social» sanitaria, dijo a IPS quien será ministra de Salud desde agosto.

En las últimas semanas, las temperaturas inusualmente bajas han producido un considerable aumento de consultas hospitalarias, sobre todo en los servicios de pediatría. Si bien son cuadros comunes para la época, la cifra de pacientes es muy superior a la de años anteriores, según el Ministerio de Salud Pública.

De los 2.000 casos semanales de infecciones respiratorias agudas que se atendían a fines de mayo, se llegó a 8.000 a mediados de junio, y en lo que va del año ya se atendieron 60.000 pacientes con gripes y problemas pulmonares, casi 20 por ciento más que en todo 2007.

Pero no hay suficientes camas para internación, faltan médicos, enfermeras, medicamentos e insumos. Varios hospitales, como el Distrital de Ñemby, en las afueras de Asunción, han pedido a la población que sólo acuda en casos de extrema urgencia.

En ese hospital hay un solo pediatra por turno, que debe atender entre 200 y 300 pacientes diarios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más de 20 para garantizar un servicio de calidad.

Las autoridades admiten un déficit de 40 por ciento de pediatras en el sector público.

Sólo cuatro de los 28 centros de salud y hospitales estatales de Asunción cuentan con guardias pediátricas. Según datos oficiales, el país tiene seis médicos y 1,2 enfermeras por cada 10.000 habitantes, muy por debajo de naciones vecinas.

"Vamos a tratar de conseguir más personal. Tenemos que reconocer que el número de pediatras es pequeño para la cantidad de demanda que se está teniendo en este momento", dijo a IPS el viceministro de Salud, Antonio Barrios.

La cartera puso en marcha un plan para reforzar las guardias en aquellos centros asistenciales con mayor déficit. Pero el problema de fondo es el poco interés de los médicos en trabajar para el Estado por los bajos salarios, admitió Barrios. El sueldo medio de un pediatra en un hospital público es de dos millones de guaraníes (500 dólares).

Además, en los hospitales públicos hay sólo 67 camas de terapia intensiva y 32 para adultos, menos de la mitad de las necesarias para este país de casi seis millones de habitantes.

"Seguimos con un déficit de 50 por ciento en las camas pediátricas. En adultos, la situación es todavía peor: el déficit llega a 67 por ciento", dijo a IPS el médico Carlos María Romero, director de Servicios de Salud de la cartera.

En junio de 2006, el actual ministro, Óscar Martínez, prometió al ser investido elevar en 60 las plazas en cuidados intensivos, pero sólo se han incorporado 21. Casi toda la disponibilidad está en la zona metropolitana de Asunción, el resto del país está desprotegido.

Ante este panorama, la primera medida será declarar una "emergencia social", dijo a IPS la futura ministra de Salud, la médica Esperanza Martínez.

"Urgentemente debemos mejorar la logística y la distribución de recursos, transparentar las licitaciones para la compra de medicamentos y hacer un control más eficiente del stock de insumos", describió Martínez, que tomará posesión del cargo el 15 de agosto, cuando sea investido el presidente electo Fernando Lugo, candidato de una coalición opositora de centroizquierda.

Martínez propone una reforma profunda, asentada en la descentralización de los servicios sanitarios, la reasignación del presupuesto y una política de incentivos para optimizar los recursos humanos.

"En la atención primaria, queremos inaugurar el modelo de equipo médico de familia en entre 100 y 150 localidades en situación de extrema pobreza", señaló.

Ese esquema consistirá en equipos de trabajadores sociales encabezados por un médico, que se instalarán en las comunidades para hacer un mapeo social.

"Es una manera de identificar hipertensos, diabéticos, violencia intrafamiliar, pobreza, analfabetismo, pensando en la salud como calidad de vida", explicó Martínez.

Otro de los pilares de la reforma será la política de recursos humanos.

"El interés es que podamos mejorar el tema salarial y todo el proceso de gestión, porque hay médicos que ganan un millón de guaraníes mensuales (unos 250 dólares) y corren de aquí para allá para completar el salario", describió.

Pero la futura ministra admitió que la reforma constituye un desafío a largo plazo.

"El país tiene un retraso de 60 años en materia sanitaria, y una estructura basada en el prebenda y el clientelismo, por lo que los cambios no van a ser milagrosos", advirtió.

Mientras, la desesperación se apodera de la gente. Rosa Martínez tuvo un arranque de ira a mediados de junio en el hospital de Fernando de la Mora, en las afueras de Asunción, cuando los médicos no atendían a su hija de cuatro años con problemas respiratorios.

Tras varias horas de espera, la niña sufrió convulsiones y se desmayó en el corredor del hospital. Su madre tuvo que romper varios vidrios de ventanas y puertas para llamar la atención de los médicos.

El hospital carece de infraestructura suficiente. De momento, hasta las oficinas de la secretaría y de otras dependencias se usan para atender a los enfermos.

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