Brasil tiene 317 Reservas Particulares del Patrimonio Natural, una evidencia de la creciente participación privada en la conservación de la biodiversidad. Las últimas 17 reservas fueron reconocidas por el Instituto Brasileño del Medio Ambiente el 22 de febrero. Son áreas privadas que, por iniciativa de sus propietarios y con la aprobación y el apoyo de las autoridades ambientales, son declaradas de interés ambiental.
El propietario obtiene exoneraciones tributarias y preferencia para gestionar créditos. Puede desarrollar el ecoturismo, la educación ambiental e investigaciones, pero ninguna actividad que dañe recursos naturales.
La meta es crear 5 mil reservas privadas hasta 2010, informó Cecilia Pereira, del Instituto del Medio Ambiente.
