COLOMBIA: ¿Al borde de la muerte?

Dos médicos y dos diplomáticos conforman la misión humanitaria europea enviada por el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, para prestar atención de emergencia a Ingrid Betancourt, rehén de las FARC. Pero es incierto que la guerrilla colombiana reciba a esa delegación y cómo lo haría.

La misión llegó a Bogotá este jueves a la hora 01:20 GMT. El miércoles París había anunciado que la acompañaría el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), pero eso no ha ocurrido.

Carlos Ríos, un portavoz del CICR en Bogotá, confirmó este jueves a IPS que esa entidad no toma parte en la misión. "Para participar en cualquier iniciativa de este tipo, nosotros trabajamos por solicitud de todas las partes implicadas, esto es, gobiernos y grupos armados. Esto es vital siempre que adelantamos cualquier gestión" de este tipo, dijo.

"No hay contacto con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para este caso", indicó Ríos.

Sólo dos instancias reconocidas mantienen diálogos frecuentes con las FARC: el CICR y el equipo franco-suizo que representa al "grupo de países amigos", integrado también por España, que trabaja por conseguir la liberación de al menos 37 rehenes y prisioneros de guerra en manos de las FARC mediante un intercambio por guerrilleros presos.
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Son esos facilitadores, el ex cónsul francés en Bogotá, Noel Saez, y el representante del gobierno suizo Jean-Pierre Gontard, quienes viajaron con la misión médica desde París.

Este es el equipo que ha trabajado más estrechamente con las FARC durante los últimos seis años de guerra total ordenada por el presidente colombiano Álvaro Uribe, construyendo confianza en decenas de reuniones con la guerrilla campesina surgida en 1964.

Uribe prescindió de ambos abruptamente en julio del año pasado, tras la matanza, en circunstancias no aclaradas, de 11 diputados regionales rehenes de las FARC.

Pero volvió a aceptarlos oficialmente poco antes del ataque del 1 de marzo al campamento de "Raúl Reyes", jefe negociador de las FARC, en territorio ecuatoriano.

Tres días antes del ataque aéreo que mató a "Reyes" y a otras 24 personas —incluyendo a cuatro estudiantes mexicanos y a un ciudadano ecuatoriano— los delegados francés y suizo se reunieron en secreto en Panamá con el alto comisionado de Paz del presidente Uribe, Luis Carlos Restrepo. Allí se acordó que los europeos visitarían a Reyes en un plazo de 10 días.

Si la reunión con Reyes acordada en Panamá se hubiera llevado a cabo, habría sido la número 23 entre el insurgente y los mediadores europeos.

Las FARC hicieron saber que Reyes preparaba un encuentro con los franceses destinado a organizar una reunión entre el comandante guerrillero y el presidente Sarkozy para discutir una "solución definitiva" al caso de Betancourt, ex candidata presidencial colombiana y ciudadana francesa.

Se ha dicho poco sobre las consecuencias devastadoras que el bombardeo contra Reyes tuvo para los rehenes de las FARC.

Los facilitadores no suelen iniciar una operación de la envergadura de la actual sin contacto previo con las FARC. IPS pudo saber que, desde la semana pasada, ellos tienen confirmación de la guerrilla de que la salud de Betancourt es muy mala.

En París, Sarkozy esgrimió el peligro inminente de muerte para justificar la misión humanitaria médica al selvático campamento guerrillero donde Betancourt lleva cautiva más de seis años.

Este publicitado esfuerzo fue emprendido tras insistentes rumores, la semana pasada, sobre el estado terminal de la cautiva más famosa, y coincide con la exigencia de Uribe a que las FARC autoricen una misión médica internacional que valore y atienda a los rehenes enfermos.

Uribe aceptó la semana pasada suspender las operaciones militares en cualquier área a la que quisiera dirigirse la misión europea.

La decisión del mandatario molestó al principio al comandante de las fuerzas militares, general Freddy Padilla, quien dijo a la prensa que las FARC estaban "abusando de los países amigos con el fin de ganar espacio internacional".

"Seguimos trabajando", dijo el general, "estamos avanzando en la localización humanitaria de los secuestrados… para permitir que las instituciones humanitarias se encarguen de su rescate una vez que nosotros hayamos logrado identificar plenamente su ubicación precisa".

Esa "localización humanitaria", idea del presidente Uribe, ¿implica que las "instituciones humanitarias" serían invitadas a la selva para que "se encarguen del rescate" en medio del fuego entre el ejército y la guerrilla?

En todo caso, este jueves Padilla manifestó que sus fuerzas estaban atentas a conocer "las coordenadas" del sitio al que se dirigiría la misión humanitaria, con el fin de cesar allí las operaciones militares.

Al mismo tiempo, Uribe ofreció recompensas de un fondo de 100 millones de dólares a los guerrilleros que deserten de las FARC y se lleven con ellos a sus rehenes.

Estas circunstancias entrañan un serio peligro de fracaso de la misión, pues una encerrona militar puede impedir que las FARC tomen contacto con los delegados.

Las fuerzas gubernamentales están desplegadas en torno de todos los territorios controlados por la guerrilla. Cualquier desplazamiento o entrega de rehenes constituye una de las actividades más peligrosas para los guerrilleros que los escolten, obligados a dejar sus sitios seguros.

Desde que asesores israelíes, británicos y estadounidenses participan en la guerra colombiana con sus sofisticados equipos de interceptación de comunicaciones y sus informantes encubiertos, nada es sencillo en la selva.

Pero si Betancourt muere, las FARC tienen todo para perder.

La ex candidata presidencial padece supuestamente una depresión severa, hepatitis B y enfermedades tropicales. Nadie se sorprende de que su fortaleza haya colapsado. En una conmovedora carta enviada en octubre a su madre, Betancourt se declaró derrotada y consideró la muerte como una opción.

Cada vez que la liberación de los rehenes ha sido percibida como contraria a las opciones "patrióticas" favorables a la guerra, su situación ha sido ignorada dentro de Colombia. La carta de Betancourt y su impresionante flacura en un vídeo del mismo mes no lograron cambiar nada.

Aunque el presidente venezolano Hugo Chávez perdió en noviembre su estatus de mediador junto con la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, ambos mantuvieron sus contactos con las FARC, y lograron en enero y febrero la liberación de seis rehenes, compañeros de Betancourt.

Las "puertas de la esperanza" que se abrieron entonces para una solución política —según dijo el canciller venezolano Nicolás Maduro— hoy parecen cerradas.

A principios de enero, un grupo de jóvenes oficialistas convocaron a través de Internet a una marcha "contra las FARC". El 4 de febrero, con apoyo gubernamental, dos millones de personas en Colombia y miles en el mundo marcharon tras la bandera "Un millón de voces contra las FARC".

Algunos llevaban pancartas que decían "¡Adelante Presidente!". Mientras, se iniciaba la recolección de firmas para una reforma constitucional que permitiría a Uribe aspirar a un tercer periodo presidencial a partir de 2010. Las familias de los rehenes y uniformados que retiene la guerrilla no participaron de esa manifestación.

Para Betancourt, una de las políticas más brillantes de Colombia, las voces "contra las FARC", seguidas de la muerte de su más experimentado negociador internacional, deben de haber sido un duro golpe.

Si ella ha decidido que la muerte es su única salida, las FARC y Uribe deberían tomar medidas urgentes para salvarla, por su propio bien.

Mientras las FARC necesitan de interlocutores en los que puedan confiar para desembarazarse de Betancourt, si Uribe no quiere ser visto como uno de los responsables de su muerte debe prestar mucha atención a los facilitadores europeos y seguir sus consejos con velocidad y buena fe, afirmaron fuentes cercanas al equipo de negociadores.

Una señal en esa dirección pareció trascender el miércoles, cuando el comisionado Restrepo mencionó el retorno a la agenda de una propuesta franco-suiza de diciembre de 2005, que preveía una exigencia clave de las FARC: la desmilitarización de una franja de 180 kilómetros cuadrados en el occidente de este país andino para negociar el canje cara a cara con el gobierno.

Este fin de semana, los franceses efectuarán una "marcha blanca" por Betancourt. En Colombia, se ha convocado a la ciudadanía a salir a la calle este viernes por la libertad y por el acuerdo humanitario. Mientras ella esté viva, hay esperanza.

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