La venta de herramientas de trabajo a los agricultores en Cuba, hasta ahora centralizada y a menudo burocrática, se realizará en adelante de manera directa, lo cual constituye, según expertos, un primer paso fundamental para promover la producción de alimentos.
Fuentes académicas consultadas por IPS ubican la importancia de esta medida por encima del aún no confirmado oficialmente levantamiento de las restricciones a la adquisición de computadoras, hornos de microondas y otros electrodomésticos.
"La venta libre de insumos agrícolas conlleva un cambio estructural en el campo", dijo un experto en la materia. El sistema ya fue puesto en práctica en algunas localidades, mientras se crean condiciones para extenderlo a otros puntos del país, explicó.
Al principio, la venta de estas herramientas se nominará en pesos convertibles, única divisa de circulación permitida en el país.
De todos modos, es un primer paso que rompe con el "concepto de asignación centralizada de los insumos y vincula al campesino con sus resultados productivos", aseguró el experto, que pidió no ser identificado.
[related_articles]
En las casas estatales de cambio, que sólo realizan transacciones con dinero en efectivo, un peso convertible se cotiza a 25 pesos o a 1,25 dólares estadounidenses.
"Ahora sólo puedo comprar lo que me asignan en la Cooperativa (de Crédito y Servicios), a donde no siempre llega lo que necesitamos. Se supone que en estas tiendas que se abrirán podré buscar directamente lo que me hace falta sin trámites burocráticos", dijo un campesino que vende sus productos en un mercado de La Habana.
Rubén Torres, pequeño agricultor de Villa Clara, a 268 kilómetros de la capital, afirmó a IPS por teléfono que aún desconoce las nuevas medidas, aunque funcionarios del Ministerio de Agricultura en esa provincia aseguraron que se priorizará al sector y se eliminarán los mecanismos burocráticos que afectan a la producción.
"El campo no espera hasta mañana cuando le hace falta un recurso. Por eso es importante que no haya mucho trámite para obtenerlo", dijo Torres.
Las tiendas deberán estar bien provistas de herramientas para labrar la tierra, equipos de riego, elementos para el cercado, ropa de trabajo y otros insumos necesarios en el trabajo agrícola.
El experto dio por segura la expansión a todo el país de este nuevo método de comercialización.
"Esta y otras medidas se irán aplicando de modo gradual y discreto, sin anuncios ni propaganda en la prensa", comentó. "La agricultura está entre los sectores más urgidos de cambios. Es el único modo de incrementar la producción de alimentos."
Según datos oficiales, este país gasta unos 1.000 millones de dólares anuales en la importación de alimentos que componen la canasta básica, la cual se vende al público a precios subsidiados y mediante cartilla de racionamiento.
En julio pasado, Raúl Castro, entonces presidente interino, consideró imperativo elevar la productividad agrícola y estimular el trabajo de los campesinos. "Para lograr este objetivo habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios", anticipó.
El 24 de febrero, ya investido como titular de la presidencia, Raúl Castro anunció que "en las próximas semanas" comenzarían a eliminarse algunas de las prohibiciones y medidas legales "que hacen más daño que beneficio" a la sociedad cubana.
Sus palabras alimentaron expectativas sobre eventuales cambios para aliviar algunas dificultades de la vida diaria de los 11,2 millones de cubanos.
Interrogado al respecto, el secretario de Cultura del Comité Central del gobernante Partido Comunista, Eliadas Acosta, admitió el miércoles ante periodistas que las autoridades estudian un grupo de medidas que "la gente espera y necesita", aunque no especificó cuales.
"Están en análisis y serán puestas en vigor lo antes posible", dijo Acosta.
Un empleado de la estatal cadena comercial CIMEX confirmó a IPS que en fecha aún no precisada comenzará la venta sin restricciones de computadores y varios electrodomésticos hasta ahora vedados para los consumidores cubanos.
"Sabemos que eso viene, pero no cuándo, quizás dentro de unos meses", dijo el informante.
Un memorando que circula en medios extranjeros de prensa y personas con acceso a correo electrónico detalla que, dada la "mejoría de la generación eléctrica que muestra el país", autoridades del sector aprobaron la "comercialización de algunas líneas de equipos cuya venta estaba prohibida".
El desmonte de las restricciones se desarrollará en tres etapas, que van "desde el presente hasta el 2010". En la primera se permitirá la compra directa de ordenadores, televisores de 19 a 24 pulgadas, equipos de reproducción de vídeo, ollas arroceras y de presión eléctricas, hornos de microondas, bicicletas eléctricas y alarmas para automóviles. Según el memorando, esta comercialización comenzará en la capital, en tres establecimientos de CIMEX, cuyas ventas se realizan en pesos convertibles, divisa a la que tienen acceso fundamentalmente cubanos que reciben remesas familiares desde el exterior o trabajan en empresas de capital extranjero.
Entre las fórmulas de estímulo ya aplicadas en el sector agropecuario, los productores lecheros reciben dos centavos de peso convertible, para ser usados en la compra de insumos productivos, por cada litro de leche vendido al Estado.
"Sería recomendable facilitar a estos productores el acceso a otros bienes y servicios", comentó el experto consultado.
Muchos creen que la venta libre de esos electrodomésticos tendrá un impacto más psicológico que práctico.
"No tengo chavitos (pesos convertibles) para una compra así, pero me gusta saber que podré hacerlo algún día", dijo la estudiante universitaria Maribel Cuesta.
Mientras, expertos señalan varias bondades de la medida.
"Tendremos una mayor diversidad de la oferta, una recomposición de la canasta de gastos de la familia cubana, nuevos incentivos al trabajo, mayores aportes a los ingresos del Estado vía ventas y, sobre todo, más opciones para los ciudadanos", resumió a IPS Juan Triana, investigador del Centro de Estudios de la Economía de Cuba de la Universidad de La Habana.
