Mientras las autoridades sanitarias de Paraguay se preparan para afrontar una posible nueva epidemia de dengue, arrecian las críticas respecto de la poca efectividad de las campañas de prevención de este mal, que en 2007 causó la muerte de 17 personas y afectó a más de 28.000.
Sin embargo, hasta ahora el Ministerio de Salud sólo ha confirmado oficialmente de dos víctimas, en tanto se esperan los resultados de los análisis de otras 15 muestras de sangre que en un primer examen de laboratorio dieron positivo.
El gobierno de Nicanor Duarte declaró el alerta epidemiológica y ordenó que efectivos de las Fuerzas Armadas acompañen a las brigadas de la cartera sanitaria en las tareas de destrucción de los reservorios de agua donde se procrea el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
Esos trabajos se centran en Asunción y en el vecino departamento Central, donde se concentra casi 60 por ciento de los seis millones de paraguayos. En estas zonas fueron reportados 39 y 54 posibles casos, respectivamente.
También fueron notificadas 22 situaciones sospechosas en el departamento de Itapúa, en una área ubicada a unos 400 kilómetros al sudeste de la capital del país y limítrofe con la provincia argentina de Misiones, y 20 en el sudoriental departamento de Alto Paraná, fronterizo con Brasil.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Dengue, Olga de Fernández, alertó ante IPS que este año la epidemia puede ser igual o peor que la registrada en 2007, ya que "el Ministerio de Salud no está realizando las campañas de concienciación y de limpieza que debería".
"El Ministro salió a las calles a limpiar supuestamente sólo para hacer proselitismo y no pensando en la salud de nuestra gente", se quejó Fernández, cuya hija se cuenta entre los fallecidos el año pasado a causa del dengue.
Fernández culpó a las autoridades por lo que considera una "mala campaña" de prevención. "Este año se está haciendo lo mismo, así que puede ser peor", advirtió.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, Abdón Villamayor, explicó que todas las asociaciones de la sanidad han presentado por nota al ministro de esa área y al presidente Duarte propuestas concretas que no fueron tenidas en cuenta.
"Falta coordinación, hay déficit de personal y no vemos sinceramiento de las autoridades en cuanto al número de camas y de ambulancias disponibles para absorber eventuales internaciones masivas", aseguró Villamayor a IPS.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Paraguaya de Enfermeras, María Concepción Chávez, manifestó que su sindicato condena la falta de planificación y de una política seria de las instituciones oficiales encargadas de hacer frente a esta enfermedad viral cuyos síntomas son fiebre, cefaleas y dolor muscular.
Este mal es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que contrae el virus al absorber la sangre de una persona infectada y lo contagia cuando pica a otra sana.
Las autoridades estiman que en Paraguay existen al menos 600.000 personas susceptibles de contraer el dengue hemorrágico, considerado la forma más grave de la enfermedad y cuyos síntomas incluyen también dolor abdominal intenso, náuseas y sangrado de piel y mucosas.
Esta cifra corresponde a los ya infectados con alguno de los tres serotipos del virus que produce el mal durante las sucesivas epidemias de 1998, 1999, 2000 y en el periodo 2006 y 2007.
"Las epidemias de 2001 a 2005 fueron irrelevantes, pero haciendo una suma rápida, son más de 600.000 las personas susceptibles al hemorrágico", explicó a IPS el director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, Gualberto Piñánez.
Una de las principales preocupaciones para las autoridades sanitarias es el caudal de personas que retornan de sus vacaciones en las playas del Brasil, donde el dengue es considerado una enfermedad endémica.
"Hemos tomado esta medida de prevención ante la gran cantidad de compatriotas que van de vacaciones a Brasil y las condiciones climáticas de calor y lluvias frecuentes que favorecen a la propagación del mosquito", explicó Martínez.
El clima es también un factor determinante para el eventual rebrote epidémico. El mosquito vector del dengue se reproduce en reservas de agua limpia estancada, y el clima húmedo y caluroso de Paraguay crea un ambiente propicio para su multiplicación.
Es por eso que se insiste a la población en mantener limpias sus viviendas y desechar cualquier recipiente que pudiera servir como criadero del Aedes aegypti. El gobierno anunció el endurecimiento de las penas contra los propietarios de casas abandonadas y predios baldíos que no mantengan en condiciones sus inmuebles.
El fiscal de ambiente, José Luis Casaccia, indicó que serán sancionados con cárcel de seis a 18 meses o multas de hasta cinco millones de guaraníes (poco más de 1.000 dólares) a "los que se niegan a cooperar en impedir o prevenir las violaciones de las regulaciones ambientales".
Sólo en Asunción, según los registros municipales, hay al menos 12.000 predios baldíos y otras cientos de casas deshabitadas, donde proliferan las malezas. Muchos de estos inmuebles son utilizados como vertederos clandestinos de basuras domiciliarias y constituyen lugares propicios para la proliferación de mosquitos.
El ministro de Salud, Oscar Martínez, lanzó un llamado a la población para que colabore con las tareas de prevención..
"Sabemos que una epidemia es grave y las consecuencias que puede tener. Por eso esta medida preventiva, y por eso le pedimos a la ciudadanía que nos apoye, a eliminar los criaderos de la casa", enfatizó..
Martínez anunció, además, que todos los servicios de salud del país están en alerta, tanto los del sector público como privados, y aseguró que los hospitales ya están reservando camas para eventuales pacientes que presenten síntomas de haber contraído la enfermedad.
DÍA DE LA SALUD: Carrera armamentista contra el dengue (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40591) SALUD-AMÉRICA DEL SUR: Cambio climático propicia el dengue (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40410)
