SUDÁN: Esperanzas de unidad

Los habitantes del sur de Sudán, atrapados en una lucha entre rebeldes y el gobierno, esperan con una mezcla de expectativa e incertidumbre que llegue 2011, cuando participarán de un referendo sobre la independencia de esa zona.

Crédito: Derk Segaar/IRIN
Crédito: Derk Segaar/IRIN
Esa instancia electoral se realizará simultáneamente en las montañas de Nuba, en el Nilo Azul y en Abyei, que deberán decidir si quieren integrar Sudán del Sur o Sudán.

Los conflictos entre el gobierno sudanés y los grupos rebeldes han hecho que este país albergue la mayor cantidad de desplazados del mundo: seis millones, según las últimas estadísticas. Esto incluye a ciudadanos del sur, de la zona de Nuba, del oriente y de la occidental y conflictiva zona de Darfur.

A causa de la inexperiencia, la corrupción y la falta de atención de la comunidad internacional, más preocupada por Darfur, el sur de Sudán ha sido lento en construir una infraestructura viable luego de formado su gobierno en 2005, tras 50 años de guerra civil.

Los habitantes del sur que se han asentado en el norte —particularmente en Jartum— dicen querer la unidad nacional.
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Pero también sostienen que la unidad dependerá de que el gobierno implemente el Acuerdo de Paz Integral que firmó con los ex combatientes rebeldes del Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán en 2005.

Una de las disposiciones del Acuerdo es el referendo. El pacto también aspira a desarrollar la gobernanza democrática en todo el país y compartir las ganancias derivadas del petróleo.

"El Acuerdo de Paz hizo felices a todos, especialmente en el sur. Cambió las cosas para bien. Cambió los sentimientos de la gente, en cuyas mentes había mucho sufrimiento. Ahora, con la paz, en sus mentes hay tranquilidad", dijo Charles Wani Ladu, periodista del periódico Khartoum Monitor que abandonó su hogar en el sur para estudiar comunicación de masas en la Universidad de Juba.

"Esto da un camino para la unidad. Los habitantes del sur tomaron las armas a causa de la marginación. Luego de la firma debe haber derechos a los servicios y oportunidades laborales. Debería haber igualdad en todo. Un Sudán unido puede lograrse. Las autoridades pueden hacerlo", declaró Ladu a IPS.

Según Ladu, la "unidad de Sudán o la separación del sur depende de la implementación del Acuerdo en el terreno".

"En Juba hubo mucho conflicto. Íbamos a la escuela mientras había luchas entre el gobierno y los rebeldes. Los rebeldes herían civiles mientras atacaban al gobierno. Pero ahora la gente va a la escuela pacíficamente", explicó Ladu.

"Para algunos será diferente regresar (al sur). Ellos están acostumbrados a los servicios que obtienen en el norte. En el sur tal vez haya pocos servicios. No hay mucho transporte público. Las carreteras todavía son pocas. Apenas se están comenzando a construir", dijo Ladu.

"Otros volverán y tal vez apoyen el desarrollo", enfatizó.

Sebit Ernest Apuktong, estudiante de tercer año de veterinaria en la Universidad Bahr al-Ghazal en Jartum, nació poco antes del inicio del conflicto entre el norte y el sur.

Apuktong colabora con la Asociación Sudanesa para el Desarrollo de la Juventud y lleva a cabo talleres para estimular la confianza entre jóvenes del sur y del norte. Aunque vio la zona meridional solamente durante su infancia, dijo que sueña con regresar para "comenzar grupos de jóvenes".

"Permanecer en Jartum es bueno para mí. Pero si me quedo aquí, ¿qué le daré al sur? Quiero ver mejoras, así que necesito ir allí y hacerlo bien", agregó.

Sus amigos que han viajado al sur le aseguran que allí hay "muchos recursos, pero ningún servicio".

"Las cosas están comenzando a desarrollarse y los servicios educativos y sanitarios están mejorando, pero lentamente. Esto hace difícil la vida. Muchos habitantes del sur se quedan en el norte porque tienen trabajos y sus hijos van a la escuela. El norte es mejor. Es muy seguro. En el sur hay demasiados problemas entre las tribus. En algunos lugares, la gente porta armas durante el día. El único problema en el norte es que uno no puede decir nada contra el gobierno", explicó.

Apuktong señaló que era difícil determinar si lo mejor sería la unidad o la independencia del sur. "No sabemos cómo será ninguna de las dos cosas. Murió demasiada gente y se gastó demasiado dinero en las luchas", dijo.

En el Salón de Belleza de Angie, en Jartum, la joven peluquera Susie Taban recordó que abandonó Juba rumbo a Jartum en 1991. Hasta ahora no volvió al sur, pero dijo haber oído que "la situación cambió".

"La paz entre el norte y el sur es buena para Sudán. Antes del Acuerdo, yo prefería la separación, pero después de firmada la paz parece que la unidad está bien", dijo Taban.

"Somos todos ciudadanos sudaneses. Podemos resolver nuestros problemas juntos. Tuvimos muchos problemas en el pasado. Los habitantes del norte nos maltrataron aquí, en Jartum. Fue difícil hallar una casa o un trabajo. La mayoría de nuestra gente vivió en campamentos. Yo era pequeña, pero veía cómo sufrían mis padres", relató.

La paz también trajo una sensación de libertad, opinó Taban. "Podemos hablar libremente sobre cualquier cosa sin ser humillados. En el pasado no podíamos discutir nada. Podíamos ser llevados a prisión", agregó.

Esther David, colega de Taban, es una estudiante universitaria que trabaja como asistente en el Salón de Belleza de Angie. Nació en Uganda pero creció en Jartum.

"Sé que la paz es buena para Sudán. En el pasado no tuvimos oportunidad de visitar a nuestros familiares en el sur, a causa de la inseguridad. Habitualmente no voy al sur, pero visité a mi familia en Juba en vacaciones. Quiero un solo Sudán. Es todo lo mismo y nosotros somos lo mismo. No hay necesidad de diferencias", expresó.

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