IRAQ: EEUU, el mayor creador de terrorismo

Promesas rotas motivaron un aumento drástico del sentimiento antiestadounidense en Baquba, capital de la oriental provincia iraquí de Diyala.

Muchos habitantes de esta ciudad de mayoría sunita, 40 kilómetros al noreste de Bagdad, habían respaldado a las fuerzas de ocupación de Estados Unidos cuando acabaron con el régimen de Saddam Hussein (1937-2006), quien encabezó una dictadura entre 1979 y 2003.

Pero la fallida reconstrucción y las políticas confusas le hicieron perder apoyo.

"Los estadounidenses basaron su estrategia en Iraq sobre el apoyo de ciertos chiitas que eran enemigos directos de los sunitas y leales a Irán", dijo a IPS Ayub Ibrahim, residente de Baquba.

"Ése fue el origen de la brecha entre ciertos chiitas y ciertos sunitas, respaldados ambos por Estados Unidos", sostuvo.
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La mayoría de los 26 millones de iraquíes son chiitas (62 por ciento), la población hegemónica en el sur, mientras en el centro predominan los sunitas (35 por ciento), rama islámica dominante en el mundo árabe, y que constituyó la elite del régimen de Saddam Hussein.

Estados Unidos también perdió apoyo con su política de detenciones exageradas.

Muchos en Baquba creen que los allanamientos se basaron en información suministrada a efectivos estadounidenses por combatientes chiitas, infiltrados en la policía y el ejército iraquí.

"Nunca vimos que efectivos estadounidenses o que la policía y el ejército iraquí intentaran detener chiitas", dijo a IPS Abdul Sattar Al-Badri. La mayoría de los vecinos de Baquba no encuentran justificación para gran parte de los arrestos.

Unas 60.000 personas están presas en Iraq, según informó la Cruz Roja Internacional en noviembre.

"Los estadounidenses ocuparon nuestro país y apresan a nuestros hombres", dijo a IPS Dhafir al-Rubaiee, oficial del ejército iraquí de la era de Saddam Hussein, disuelto tras la invasión.

"La mayoría son detenidos sólo por ser sunitas. La familia de cada uno de ellos tiene familia. Los parientes de los detenidos ahora tienen razones para odiar a los estadounidenses", indicó.

Otros atribuyen el creciente sentimiento antiestadounidense a la falta de seguridad y a la destrucción de infraestructura.

"La falta de seguridad es el resultado directo de la ocupación", dijo a IPS Abu Ali, otro residente de esta ciudad. "Los estadounidenses atravesaron miles de kilómetros para destruir nuestras casas y matar a nuestros hombres. Son la causa de todas nuestras desgracias".

"Pasamos necesidades en el gobierno de Saddam Hussein, pero estábamos seguros", dijo a IPS un residente que pidió reserva de su identidad.

"Nos veíamos obligados a trabajar 20 horas al día, a veces, para poder vivir, pero estábamos felices de ver crecer a nuestros hijos y nuestras familias unidas", relató. Las fuerzas estadounidenses terminaron con todo eso, añadió.

El ejército de Estados Unidos destruyó a propósito la infraestructura de Iraq, señaló Abu Tariq.

"Los estadounidenses destruyeron estaciones de agua y de electricidad, fábricas, puentes, carreteras, hospitales, escuelas y edificios y abrieron las fronteras al ingreso de extranjeros y terroristas a nuestro territorio", protestó.

La gran cantidad de iraquíes asesinados por las fuerzas estadounidenses tampoco los ayudó a granjearse el cariño popular.

"Al ser víctimas de una bomba en la carretera o de un atacante suicida, los soldados estadounidenses disparan a mansalva, matando e hiriendo civiles inocentes", dijo a IPS Yaser Abdul-Rahman, un maestro de 45 años.

"Así murieron miles de personas", precisó.

El sentimiento antiestadounidense en Baquba es tan grande que la gente ya no esconde su desconfianza hacia las tropas ocupantes.

"Al principio, los iraquíes no se habían dado cuenta de la estrategia de Estados Unidos en la zona", sostuvo Abu Taisee, miembro del Partido Comunista de Baquba. "Su estrategia es destruir y masacrar. No hacen nada para cumplir con su agenda."

"Ahora los iraquíes saben que detrás de sus sonrisas hay odio y violencia", apuntó. "Ellos califican a los otros de violentos y de terroristas, pero lo que hacen en Iraq y otros países es el origen y la esencia del terrorismo."

"Estados Unidos es el mayor productor de terrorismo y gastan grandes sumas de dinero en crear y capacitar escuadrones de la muerte en todo el mundo", añadió Taisee.

Las fuerzas ocupantes tratan de distinta manera a chiitas y sunitas, pero ambas ramas del Islam parecen coincidir en su odio hacia Estados Unidos.

"Mire nuestro país… Se necesitarán 30 años para recuperarnos", dijo a IPS Edan Barham.

"Esto no tiene nada que ver con las corrientes religiosas. Todos nosotros somos iraquíes y debemos pensar en Iraq de una forma más creativa que en un país dividido según las vertientes del Islam", indicó.

"Los iraquíes de todas las ramas se dan cuenta ahora de que la ocupación estadounidense es lo que perjudicó al país", señaló Khalil Ibrahim, un residente de esta ciudad.

Los únicos iraquíes a favor de la ocupación son los que se benefician de ella en forma directa, señaló el analista político Azhar al-Teengane.

"La ocupación es buena los para políticos, combatientes, empresas constructoras y oportunistas que hicieron dinero con ella", apuntó. "Pero no son más que cinco por ciento de la población."

Poder gobernar es una forma de disminuir el sentimiento antiestadounidense, según Jalal al-Taee, otro residente de Baquba.

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