El estreno en la televisión estatal de Cuba de un documental en el que aparecen beisbolistas de este país residentes en Estados Unidos podría añadir el deporte al análisis de las complejas relaciones políticas y sobre migraciones entre ambas partes, en el debate sobre el futuro de la isla.
Durante las casi cinco décadas de sistema socialista, las autoridades cubanas han tachado públicamente de "traidores" a los atletas que abandonan el país para competir en otras naciones, o simplemente han optado por silenciar sus nombres, como si jamás hubiesen existido.
"Este es uno de los temas considerados tabú entre los que hemos vivido en estos años", dijo a IPS el novelista y periodista cubano Leonardo Padura. "El mundo es otro, hay que entender necesidades humanas, profesionales y personales que están por encima de determinadas políticas", acotó.
Padura, coautor de un libro de entrevistas a estrellas del béisbol cubano y de decenas de artículos sobre ese deporte, es uno de los consultados para el documental titulado "Fuera de Liga", que cuenta la historia del equipo Industriales, representante de la capital cubana en los torneos nacionales.
Para el escritor, el momento culminante de la cinta es el testimonio del lanzador Orlando "Duque" Hernández.
"Yo soy cubano, porque tengo pasaporte cubano, nacionalidad cubana", afirma Hernández. "No soy un traidor, yo soy industrialista, hasta que la muerte nos separe", sostiene el atleta, emigrado en 1998 a Estados Unidos.
"Es el manifiesto de pertenencia más impresionante que he oído", señaló Padura. "Esa esencia de una pertenencia, ese empecinamiento de un hombre sobre un aspecto tan raigal de la historia de la cultura de Cuba vale por sí solo el documental", aseveró.
El béisbol, nacido en Estados Unidos entre 1839 y 1845, llegó a Cuba en la década de 1860 de la mano de marineros estadounidenses y jóvenes cubanos que estudiaban en el país norteño. Aunque el primer partido oficial data del 27 de diciembre de 1874, su afianzamiento como deporte nacional ocurrió en los primeros decenios del siglo XX.
El éxodo de peloteros, como se les llama en la región a los beisbolistas, ha sido una cuestión candente para la afición a ese deporte, especialmente en los últimos tres lustros de crisis económica, cuando la defecciones aumentaron.
Mientras unos prefieren no mencionar a quienes "se van", por haber sido "vencidos por el dólar", otros se dicen orgullosos por los triunfos de sus antiguos ídolos.
Durante el estreno del documental en un canal de televisión local, el sábado, la periodista Magda Resik, en su función de moderadora, sugirió que la presencia de ese tema en la cinta había sido la razón de su exclusión durante cinco años de los medios de comunicación y las salas de cine de esta isla caribeña.
"El documental no trata sobre ese tema", afirmó su realizador, Ian Padrón, en la presentación televisiva. Según el director, la idea para el filme surgió en el momento del retiro de varias de las grandes estrellas del equipo Industriales, al que ha seguido también como aficionado.
Tras el triunfo de la Revolución en 1959, los campeonatos profesionales fueron sustituidos por las Series Nacionales, con jugadores amateurs. En ese período, el equipo Industriales forjó su leyenda, al triunfar de manera consecutiva entre 1962 y 1965.
"Fuera de Liga" fue producido en 2003 por el estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Sin embargo, esa misma institución decidió retirarlo de la muestra del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de ese año, y tampoco respaldó posteriormente su estreno en la salas de cine del país.
A pesar de que el documental trata sobre el béisbol, considerado como el pasatiempo nacional y una suerte de religión que une a millones de personas en Cuba, hasta el estreno en televisión el sábado sólo había circulado de mano en mano en copias para uso doméstico.
"Pudieran haberlo puesto el día que lo hicieron, pero hay gente temerosa de que le quiten sus puestos", indicó a IPS Esteban Suárez, un albañil de 67 años que jugó en campeonatos infantiles de juego de pelota en su infancia.
A fines de 2007, Padrón comenzó una campaña para que la cinta fuese exhibida oficialmente que recibió el apoyo de decenas de artistas cubanos, cuyas opiniones circularon por correo electrónico, entre ellos los reconocidos cineastas Humberto Solás, Juan Carlos Tabío y Enrique Pineda Barnet.
"Es una de las obras consagradas del género en Cuba, se ha convertido en un clásico", apuntó Solás a las cámaras del Canal Habana, una televisora local que no se capta fuera de la capital del país ni en algunos lugares dentro de la urbe. Solás elogió la capacidad de Padrón de indagar en la cubanía y su honestidad en la búsqueda de la verdad.
Cuba presenció el año pasado el incremento de las discusiones sobre el presente y el futuro del país. Si la polémica fue protagonizada al inicio por la intelectualidad, el debate se extendió al resto de la población luego de un llamado del presidente en funciones, Raúl Castro, el 26 de julio, a dilucidar abiertamente los problemas de la isla.
"Es un paso importante en aras de un debate, no sólo sobre el deporte, sino también acerca de la cultura, la política y la sociedad cubanas", dijo a IPS Misael González, coordinador de un proyecto comunitario en La Habana.
"Puede ser un signo de apertura, de que van a empezar a relajar las cosas", declaró Alejandro Herrera, mecánico automotriz.
En su discurso del 28 de diciembre pasado, Raúl Castro cuestionó el "exceso de prohibiciones y medidas legales, que hacen más daño que beneficio". "La mayoría pudiéramos decir que fueron correctas y justas en su momento, pero no pocas de ellas han sido superadas por la vida", reconoció el mandatario interino. "Pasarlo por la televisión ha sido un acto de necesidad y de justicia tardía", señaló Padura. "Pienso que es otro de los síntomas más importantes del cambio", observó.