Los mediadores entre el gobierno de Serbia y la separatista provincia de Kosovo han reconocido que cuatro meses de negociaciones no bastaron para alcanzar una solución al conflicto.
Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea (UE) han procurado resolver el tema del estatus de Kosovo, la mayoría de cuya población está constituida por unos dos millones de albaneses que aspiran a la plena independencia.
Las autoridades serbias solo están dispuestas a conceder un mayor grado de autonomía a esta provincia meridional, administrada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde el fin de la guerra civil entre serbios y albanokosovares (1998-1999).
La ONU asumió el control de Kosovo en 1999, luego de 11 semanas de bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre Serbia, debido a la represión de Belgrado contra los albanokosovares
A pesar de la presencia de 16.000 soldados de la OTAN, los discursos beligerantes de ambos bandos han originado nuevas tensiones.
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"La comunidad internacional ha actuado siempre considerando que la definición del estatus de Kosovo será una panacea", dijo a IPS Blerton Ajeti, de la organización no gubernamental anticorrupción COHU.
Cuando una nueva misión internacional llegue a Kosovo, no solo deberá reemplazar a la establecida por la ONU (conocida por las siglas en inglés Unmic), "sino que tendrá que hacer el intento de instituir un real estado de derecho", agregó.
A pesar de la masiva ayuda para el desarrollo enviada a la región en los últimos siete años, Kosovo continúa siendo la provincia más pobre de la antigua Yugoslavia.
El desempleo está en aumento y cada año se suman a la masa de desocupados los 40.000 jóvenes que alcanzan la edad laboral. Existen muy pocas inversiones extranjeras directas y el crecimiento de su producto se ubica, según el Banco Mundial, entre cero y un esmirriado dos por ciento.
El Partido Democrático de Kosovo encabezado por Hashim Thaci, el ex líder del guerrillero Ejército de Liberación de Kosovo, se impuso en las elecciones del 17 de noviembre. Durante la campaña electoral aseguró que sólo faltaban semanas para alcanzar la independencia.
Pero la comunidad internacional reclama mayor paciencia y Rusia —aliado histórico de Serbia— se opone al intento separatista.
Analistas políticos señalaron a IPS que Thaci encuentra seria resistencia dentro de su partido para formar una alianza de gobierno con la Liga Democrática de Kosovo, el partido liderado por Agim Ceku, que finalizó segundo en los comicios.
Líderes internacionales consideran que una coalición de esa naturaleza otorgaría legitimidad a cualquier iniciativa referida al estatus de Kosovo. La UE, por su parte, anunció que está dedicada a elaborar un nuevo plan, lo cual permitiría ganar tiempo para encontrar una solución.
"Esperamos que la comunidad internacional nos lleve a la independencia, pero de hecho nos está colocando al borde de un nuevo derramamiento de sangre en los Balcanes", dijo a IPS Albin Kurti, del partido Vetevendosje (Autodeterminación), cuya popularidad creció enormemente por el descontento de la población con la Unmic y su intervención en la política interna.
"Cuando la comunidad internacional habla de estabilidad, en realidad significa estancamiento, privando continuamente a Kosovo de cualquier posibilidad de progreso", agregó.
"La mayoría de la gente está sin empleo, políticamente frustrada. Deben hacer frente al desconocimiento de nuestra voluntad colectiva e innumerables violaciones de derechos", afirmó Kurti.
En su opinión, la prensa no refleja la realidad. "Sólo atiende a las elites locales y a las estrellas de la diplomacia internacional. La Unmic ataca a cualquiera que se atreva a preocuparse por estos asuntos. Por eso crearon alrededor de 4.000 organizaciones no gubernamentales que ocuparon el espacio en el que se debe desarrollar la sociedad civil", aseguró.
"Esperan que nos consideremos representados por ellas y las estructuras políticas que han creado y tienen bajo control", concluyó Kurti.
