El candidato elegido por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para mejorar el prestigio del país en el exterior está enfrentando problemas de imagen en el frente interno.
James Glassman, propuesto para ocupar el cargo de subsecretario para la diplomacia pública en el Departamento de Estado (cancillería), se convirtió en blanco de las críticas por su apoyo a la guerra en Iraq y diversos lapsus de carácter ético que se le adjudican.
Glassman debe reemplazar a Karen Hughes (asesora de extrema confianza de Bush desde sus días de gobernador del meridional estado de Texas), quien renunció la semana pasada para retornar a la actividad privada. Estuvo a cargo de mejorar la imagen de Estados Unidos en el exterior, y su desempeño mereció evaluaciones dispares.
El candidato de Bush se desempeña actualmente como presidente de la Junta de Radiodifusión, responsable por la transmisión del mensaje de Washington hacia Cuba, Irán, Medio Oriente y otras partes del mundo a través de emisoras como Radio Martí.
El cargo para el cual fue propuesto Glassman requiere la confirmación del Senado. Analistas creen que Bush lo eligió porque ya realizó actividades similares con éxito como presidente del organismo gubernamental de radiodifusión.
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Pero ahora, los críticos del candidato, un neoconservador acérrimo, recuerdan su incondicional apoyo a la invasión de Iraq.
En un artículo que escribió en 2003, Glassman señaló que quienes organizaban marchas contra la guerra "deberían estar pidiendo disculpas". Mencionó las críticas y advertencias formuladas antes de la invasión para demostrar el carácter alarmista de quienes las hicieron públicas.
"De hecho, ha sido una guerra sin paralelo en la historia, con bajas relativamente escasas entre las tropas de la coalición y los civiles. Los principales objetivos —tomar el control de Bagdad y destruir el régimen de Saddam Hussein (1979-2003)— se alcanzaron en una pocas semanas. Quienes se oponían a la guerra deberían decir que estaban equivocados, equivocados, equivocados en todos los aspectos", escribió.
Un año más tarde, cuando se conocieron las violaciones a los derechos humanos cometidas por tropas estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib, Glassman dijo que ese escándalo enfatizaba "la extrema necesidad de contar con una seria, estratégica y bien financiada diplomacia pública que promueva el interés nacional informando e influenciando a la gente alrededor del mundo".
Al igual que Hughes, Glassman tiene poca experiencia en temas de Medio Oriente. Fue miembro de un grupo asesor sobre diplomacia pública en el mundo árabe y musulmán, dirigido por el ex embajador Edward Djerejian, quien fue uno de los patrocinantes de Hughes, responsable por el mensaje dirigido a los ciudadanos estadounidenses en las semanas previas a la invasión.
Glassman es un asociado del centro de estudios derechista American Enterprise Institute, además de fundador de Tech Central Station, un sitio de Internet publicado por el grupo DCI, vinculado al oficialista Partido Republicano. Entre sus anunciantes se encuentran la multinacional de la comida rápida McDonald's y la petrolera Exxon Mobil.
Asimismo, ha sido acusado de una serie de violaciones éticas cometidas en beneficio de DCI. En 2006, un periodista del diario St. Petersburg Times reveló que Glassman utilizó su sitio de Internet y una columna que aparecía en varias publicaciones para promocionar a los auspiciantes de Tech Central Station, sin mencionar la relación comercial que los unía.
El artículo señaló que Glassman denunció a la película "Super Size Me", que criticaba a McDonald's, y lo hacía en parte responsable por el elevado porcentaje de personas obesas en Estados Unidos sin aclarar que la cadena de comida rápida era uno de los principales anunciantes de su sitio de Internet.
Si logra la confirmación del Senado, Glassman se hará cargo de su nuevo puesto en un momento en que las encuestas más confiables muestran que la imagen de Estados Unidos en el exterior se encuentra en el punto más bajo de la historia.
Las referencias a las "armas de destrucción masiva" acumuladas por Iraq, la invasión de este país, el fracaso o falta de interés para encarar seriamente la solución del conflicto entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, los escándalos de las prisiones de Abu Ghraib y Guantánamo, y los vuelos de la CIA, son algunos de los elementos que deterioraron seriamente el prestigio de Estados Unidos.
Samar Jarrah, ciudadana estadounidense de ascendencia palestina que conduce un programa radial en el estado de Florida, señaló a IPS que "si me pidieran hacer el trabajo de Hughes o Glassman también fracasaría".
"¿Qué puedo decirle a la gente del mundo árabe y musulmán cuando me pregunten por qué fui a la guerra con Iraq sabiendo que no había armas de destrucción masiva y que no tenía ningún plan para 'el día después'? Cualquier intento de responder esas preguntas con la verdad haría que me despidan", afirmó.
Hughes y Glassman "asumen que los árabes y musulmanes no leen y que no tienen idea de lo que pasa. ¿Pueden imaginar cuáles serían mis respuestas cuando me preguntan sobre Irán, Israel o el apoyo a dictadores torturadores en el mundo árabe? Cualquier persona está condenada al fracaso en ese trabajo", agregó.
El desempeño de Hughes ha recibido evaluaciones dispares. Aunque se le reconoce que logró mayores asignaciones presupuestarias, los expertos señalan que hubo pocos cambios sustantivos y escasas ideas nuevas. Sus viajes a áreas conflictivas, Medio Oriente entre ellas, le valieron acusaciones de "insensibilidad cultural".
Patricia Kushlis, ex funcionaria de carrera en el servicio diplomático que se desempeñó entre 1970 y 1998 en la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA, por su sigla en inglés), dijo a IPS que "el mayor logro de Hughes fue permanecer en su puesto por más de un año".
Pero el problema básico, señaló, fue que "si entendió los problemas que enfrentaba no utilizó su proximidad con Bush para iniciar los cambios estructurales que podrían y tendrían que haberse realizado".
En cuanto a la designación de Glassman para reemplazar a Hughes, "el período de Bush ya está demasiado avanzado, es demasiado tarde para que él, o cualquier otro, pueda hacer mucho, si acaso tiene realmente ese interés", sostuvo.
