El Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO), basado al noreste de Honduras y liderado por el sacerdote católico Andrés Tamayo, estudia realizar una nueva «marcha por la vida». Tras dos meses de intensas reuniones con el gobierno para atender la problemática del bosque, «se han incumplido los compromisos y no vemos voluntad política», dijo a Tierramérica la activista Bertha Oliva, integrante del MAO.
Diez compromisos asumieron las autoridades tras la Marcha Nacional por la Vida a fines de junio. Entre ellos, retirar un proyecto de ley forestal, proteger flora y fauna, y suspender planes de manejo del bosque sin la regulación que los ambientalistas creen adecuada, pero «nada se ha hecho», alegó.
«Estamos dispuestos a encabezar una nueva peregrinación a la capital si se le sigue dando largas a los asuntos del bosque. El corte ilegal de madera sigue a diestra y siniestra, mientras el gobierno nos invita a tomar café», afirmó Oliva.
