CAMBIO CLIMÁTICO: Duelo de cumbres entre EEUU y ONU

En una simultaneidad vista como una suerte de competencia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Estados Unidos realizarán dos cumbres sobre cambio climático a fines de este mes.

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El secretario general de de la ONU, Ban Ki-moon, celebrará una reunión de líderes mundiales el día 24 en Nueva York, mientras que el presidente estadounidense, George W. Bush, invitó a 20 de "los países más contaminadores del mundo" a una cumbre los días 27 y 28 en Washington.

"Creo que la decisión de Estados Unidos está muy equivocada, porque debilitará el proceso multilateral" relativo al Protocolo de Kyoto, sostuvo la ambientalista Sunita Narain, directora del Centro para la Ciencia y el Ambiente, con sede en Nueva Delhi. Ese tratado fue firmado en 1997 y está en vigor desde 2005.

"No creo que Estados Unidos, el mayor contaminador del mundo, que ha sido una nación renegada, tenga derecho a convocar a semejante reunión. No tiene un rol de liderazgo en este juego", dijo a IPS.

Consultado sobre si la cumbre patrocinada por Estados Unidos restará importancia a la cumbre de la ONU sobre el mismo tema, Anwarul Karim Chowdhury, ex subsecretario de la ONU para los Países Menos Adelantados, dijo que si la agenda sobre cambio climático pretende ser significativa, tiene que haber un "pleno compromiso de Estados Unidos".
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Pero destacó que la iniciativa de Washington puede contribuir con avances en la agenda si la cumbre de Estados Unidos mantiene una perspectiva.

Como en la reunión de Washington participarán sólo algunos países, "habría tenido sentido celebrar la cumbre antes de la reunión de la ONU", dijo Chowdhury a IPS.

El resultado de sus deliberaciones podría ser un insumo sustancial para las deliberaciones de la ONU. "Invertir las fechas sería una buena idea", opinó Chowdhury, ex embajador de Bangladesh ante el foro mundial.

También dijo que habría sido útil que estos asuntos estructurales, de los que se esperan implicancias sustanciales, fueran seriamente considerados en la preparación de estas dos iniciativas clave sobre cambio climático.

Aunque la mayoría de los países convocados a la cumbre de Estados Unidos son naciones industrializadas, Bush también extendió su invitación a China e India, considerados dos de los mayores contaminadores del mundo.

"Dejé muy claro que el gobierno indio no debería asistir, porque si lo hiciera le estaría dando credibilidad a un proceso que es inmoral, equivocado e ilegítimo", dijo Narain.

Consultado sobre si India va a participar, agregó: "¿Quién puede rechazar una invitación de Estados Unidos? Vamos a ir. Está bien. Pero somos una democracia y tengo el derecho a decirle a mi gobierno que no estoy de acuerdo".

La cumbre de Washington se titula "Reunión de las principales economías sobre seguridad energética y cambio climático", mientras que la de la ONU es conocida oficialmente como "El futuro en nuestras manos: Abordando el desafío del liderazgo del cambio climático".

Desde hace dos semanas, 44 jefes de Estado y 26 jefes de gobierno (de un total de 192 miembros de la ONU) fueron listados para hablar en la entidad multilateral.

La reunión fue convocada por el secretario general, quien sostiene que el cambio climático será una prioridad de su agenda durante su gestión de cinco años al frente de la institución mundial.

Consultado sobre si la reunión de la ONU debería celebrarse bajo los auspicios de la Asamblea General y no del secretario general, Chowdhury expresó que, como único organismo global que generalmente adopta un enfoque integral en el abordaje de los desafíos que enfrenta la humanidad, es necesario el compromiso activo de la ONU en materia de cambio climático.

Los estados miembro tienen que unirse para acordar una acción individual, así como colectiva, para el corto y largo plazo, agregó.

"Aunque fue iniciada por el secretario general, tendría más sentido si la reunión de alto nivel se realizara en el formato de la Asamblea General", opinó.

La Carta de la ONU prevé tales arreglos, dijo. "Después de todo, son los estados miembro quienes tomarán e implementarán las decisiones finales", señaló.

En abril, el Grupo de los 77 (G-77), de 130 miembros, que es la mayor coalición de países en desarrollo, criticó una decisión del Consejo de Seguridad de realizar una reunión de un día sobre el cambio climático.

El embajador de Pakistán, Munir Akram, actual presidente del G-77, dijo que la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable 2002 asignó responsabilidades en este tema a la Asamblea General, el Consejo Económico y Social, la Comisión sobre Desarrollo Sustentable, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto.

Pero "no se previó ningún rol para el Consejo de Seguridad", dijo Akram.

Esa reunión fue presidida por la entonces secretaria de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Margaret Beckett, en un momento en que la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad estaba en manos de ese país.

"A menudo Gran Bretaña no estudia detenidamente lo que quiere. Y es muy egoísta", opinó Narain.

"Creo que fue un paso muy tonto remitir esto apresuradamente al Consejo de Seguridad —sin ninguna consulta, sin ninguna comprensión de las implicancias políticas— simplemente para que la ministra británica de Relaciones Exteriores pudiera hacer méritos", añadió.

"Y el propio gobierno británico nunca cumplió sus compromisos. Se está rezagando en relación al Protocolo de Kyoto. Si se lo toma realmente en serio, debería poner en orden su propia casa", sentenció Narain, quien también dirige la Sociedad para las Comunicaciones Ambientales en India y recibió el Premio Internacional del Agua de Estocolmo 2006.

Narain señaló que, en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos celebrada en la ciudad escocesa de Gleneagles en julio de 2005, el gobierno británico decidió que asumiría el liderazgo en cuestiones climáticas.

Pero lo que el ex primer ministro británico Tony Blair hizo fue intentar que India y China asumieran compromisos vinculantes legalmente a fin de que él pudiera ser amigo de Estados Unidos. El cambio climático nunca tuvo un perfil elevado a causa de la reticencia de Estados Unidos a ponerlo en la agenda, indicó.

Incluso durante las cumbres del G-8 realizadas en los últimos años, Washington dejó muy claro al país anfitrión: "Si se menciona la palabra (que empieza con) 'C' no vendremos".

Narain cree que la cumbre de la ONU es una iniciativa muy buena del secretario general para proporcionar un liderazgo en materia de cambio climático aunque el proceso de negociaciones tenga lugar bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En este momento, "lo que necesitamos es atención de alto nivel al problema del cambio climático, y una articulación de que el marco de trabajo sobre el mismo funcionará solamente si es justo", alegó.

En su carta a 20 jefes de Estado, Bush dijo que Estados Unidos está comprometido a colaborar con otras importantes economías para acordar sobre una contribución detallada para un nuevo marco de trabajo global para fines de 2008, lo que contribuiría con un acuerdo global bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para 2009.

En la reunión de Washington, "buscaremos un acuerdo sobre el proceso por el cual, para fines de 2008, las principales economías acuerden un marco de trabajo para después de 2012 que pueda incluir un objetivo global a largo plazo, objetivos y estrategias definidas nacionalmente y enfoques basados en sectores para mejorar la seguridad energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", manifestó.

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