AFGANISTÁN-PAKISTÁN: Conflictos encarecen alimentos

Una severa escasez de alimentos en Afganistán y Pakistán elevó los precios hasta las nubes.

"La reconstrucción de Afganistán, además de afectar los precios de varios productos no alimenticios, tuvo un efecto adverso sobre la comida en la Provincia de la Frontera Noroccidental a causa del contrabando masivo", dijo el comerciante Sharafat Ali Mubarak.

Arroz, harina y aceite son contrabandeados a través de la porosa frontera entre Pakistán y Afganistán. Los precios de los comestibles se duplicaron.

"Hace un año se podían comprar 20 kilogramos de harina de trigo por cinco dólares y ahora cuestan 10. La situación en Afganistán es muy mala. La misma bolsa de harina se vende allí a 15 dólares", señaló Mubarak.

Gul Ahmad, un comerciante afgano en Peshawar, dijo a IPS que el contrabando resulta muy rentable. Pero no es sencillo: "Las rutas no son buenas. Y le pagamos enormes sumas a los oficiales de aduana en ambos lados de la frontera."

Ahmad considera a esta ciudad como su segundo hogar. "Vengo frecuentemente y llevo alimentos a Kabul para tener una mayor ganancia", dijo.

Según los exportadores, la mayoría de las ventas al exterior se realizan a través de los puestos aduaneros de Chaman, Ghulam Khan y Torkham, pero hay también muchas rutas tradicionales a través de las cuales se contrabandean los productos.

Incluso la fruta, que hasta 1990 se importaba a este país desde Afganistán, recorre ahora el camino inverso y es llevada clandestinamente desde aquí.

"El precio de las uvas, naranjas, mangos, manzanas y bananas, además de los de toda clase de verduras, se han incrementado", indicó un comerciante.

Según datos del gobierno, en el período 2005-2006 las exportaciones totales a Afganistán alcanzaron 1.063 millones de dólares, de los que 397 millones correspondieron a comestibles.

"Esto es apenas la punta del iceberg. El valor de los alimentos contrabandeados a Afganistán es cuatro veces mayor", dijo el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias local, Liaqat Khan.

Las estadísticas oficiales indican que el comercio bilateral con Afganistán llega a los 2.000 millones de dólares anuales, pero se estima que el valor de los productos contrabandeados supera los 10.000 millones.

Las autoridades de ambos países obtienen grandes ganancias de los sobornos que cobran para garantizar que el comercio ilegal continúe sin interrupción.

El presidente de la Asociación de Industriales de Peshawar, Numan Wazir, dijo que en la Provincia de la Frontera del Noroccidental el comercio se concentra en el mercado de consumo de Afganistán, pero que la ausencia de incentivos gubernamentales traba las oportunidades de negocios.

Afganistán representa un destino ideal para el contrabando de harina. La industria estuvo en crisis durante los últimos años y la mayoría de los propietarios de los 350 molinos harineros existentes optan por el comercio ilegal.

Multan Khan, residente de la provincia afgana de Leghman, indicó que está en el negocio de la avicultura desde hace 10 años. "No existen las pérdidas. Compramos un kilogramo de pollo en Pakistán a dos dólares y lo vendemos aquí por cuatro", afirmó.

"Yo no había visto tal aumento del precio de los tomates desde 1990", dijo Khan. "Pero ahora no sólo hay que pagar más sino que muchas veces también hay escasez."

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe