Un emocionado Arturo Martínez, presidente de la principal central sindical de Chile, advirtió que este país «no será el mismo» tras la jornada de movilización nacional convocada para este miércoles en busca de cambios en políticas de gobierno.
"Mañana vamos a hacer despertar la esperanza", vaticinó el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, en una conferencia de prensa citada este martes para dar detalles de la Jornada Nacional de Movilización y Acción Sindical.
Si después de la protesta no empiezan a cambiar las cosas en el país, habrá una acción tras otra "hasta llegar a la huelga general", alertó el dirigente, también militante del Partido Socialista al igual que la presidenta Michelle Bachelet.
La CUT llamó a los trabajadores y trabajadoras de Chile a llegar atrasados a sus empleos, en señal de protesta, efectuar asambleas y entonar el himno nacional antes de entrar a los hospitales, escuelas, reparticiones públicas, fábricas, centros industriales y mineros.
También se organizarán actos en los centros comerciales, se instalarán pancartas en las calles, carreteras y caminos de distintas partes del país, y se realizarán marchas en distintos puntos de las ciudades.
En Santiago, se espera que cientos de trabajadores se concentren a partir de las 10 de la mañana hora local en cuatro puntos estratégicos y que pasado el mediodía todos se dirijan al centro de la urbe.
La dirigencia también exhortó a los chilenos a marchar en la mañana hacia los lugares que son expresión del capital, como bancos y centros comerciales, y en la tarde a concurrir a locales sindicales y vecinales para luego retirarse a sus hogares. "Tuvimos que llegar a esto. Yo sé que va a ser muy grande y que vamos a tener que lamentar cosas. Esto (la movilización del miércoles) no es como todas las cosas que hemos hecho. No lo queríamos hacer, pero para que cambien las cosas hay que jugarse en otro terreno", dijo escuetamente Martínez en un aparte con IPS.
"Con dolor, decimos que a partir de mañana Chile no va a ser el mismo", sostuvo en su alocución en la rueda de prensa, sin querer precisar lo que puede ocurrir en adelante.
Para el politólogo de la estatal Universidad de Chile, Guillermo Holzman, "la CUT se está aprovechando de la instalación de un tema en la agenda pública que es transversal a toda la sociedad: la dignidad laboral".
La movilización sindical expresa "las expectativas no cumplidas y las demandas no satisfechas por la clase política en su conjunto", señaló Holzman a IPS.
Aunque estima que una "huelga general y amplia está lejana", asegura que "hay elementos suficientes para pensar que los conflictos sociales van a ir en aumento en el país".
La jornada de protesta, enmarcada en el lema "¡No al neoliberalismo! A conquistar un Estado social, democrático y solidario", fue convocada por la central sindical hace más de un mes, luego de que se cortaran las relaciones con el gobierno centroizquierdista de Bachelet, debido a divergencias en torno al monto del salario mínimo.
En junio, el sueldo mínimo subió de 135.000 pesos (265 dólares) a 144.000 pesos, pero los trabajadores pedían que llegara 180.000 pesos. "Yo no voy a aceptar que se cuestione mi vocación y la vocación de mi gobierno por la justicia social", dijo el lunes la mandataria, en respuesta a Martínez, quien tres días antes había señalado que "más que decepción hay indignación con la presidenta Bachelet".
La actual mandataria "sembró esperanzas, pero su gobierno ha significado puro conflicto y echar a los policías contra quienes se manifiestan", indicó en esa oportunidad Martínez.
Bachelet encabeza el gobierno de la Concertación por la Democracia, la coalición conformada por los partidos Socialista, Demócrata Cristiano, Por la Democracia y Radical Socialdemócrata que permanece en el poder desde el fin de la dictadura en 1990.
El gobierno ha llamado al diálogo e interpretó la movilización como un llamado a avanzar más rápido en la inclusión social. El portavoz presidencial, Ricardo Lagos Weber, dijo este martes que, más que contra la actual administración, los trabajadores se manifiestan contra el neoliberalismo.
La CUT rechazó la semana pasada la posibilidad de sumarse al consejo asesor presidencial de trabajo, salario, competitividad y equidad social, denominado "Hacia un Chile más justo", constituido por la presidenta en respuesta a un debate iniciado por la Iglesia Católica en torno a los bajos salarios que reciben los trabajadores.
Esta instancia de 48 integrantes cuenta con representantes del ámbito político, social, académico, sindical, empresarial y religioso del país, los cual deberán entregar sus propuestas a la presidenta en marzo de 2008.
"Me temo que el consejo de la equidad no va a aplacar el nivel de conflictividad social" por su carácter eminentemente técnico y porque no tiene capacidad resolutiva, concluyó Holzman.
Un comunicado de la central divulgado este martes señala que "a lo ocurrido con el ingreso mínimo, se le ha sumado la ofensiva empresarial, de la derecha política y de los sectores neoliberales enquistados en el gobierno, (en busca de) deslegitimar y desprestigiar las manifestaciones de trabajadores organizados que luchan por vivir mejor".
Además de mejores salarios y condiciones de trabajo, la CUT exige cambios a algunos proyectos emblemáticos de la actual administración, como son las reformas del sistema de pensiones y del electoral, así como del proyecto de ley general de educación.
Según María Rozas, una de las vicepresidentas de la CUT, es muy difícil predecir la cantidad de personas que participarán en la jornada.
Hasta ahora han adherido a la medida los sindicatos afiliados a la CUT, varias confederaciones de trabajadores del transporte público, estudiantes de la educación superior, todos los colegios profesionales, entre ellos el médico, y los empresarios de la pequeña y mediana empresa, detalló Rozas a IPS.
También se sumaron agrupaciones de izquierda como el Partido Comunista (PC), que no posee representación parlamentaria, y el propio Partido Socialista de Bachelet, hecho que incomodó al gobierno. Asimismo, este martes seis diputados oficialistas, considerados "díscolos", apoyaron la movilización.
Según los parlamentarios, "el país ha tenido en los últimos años un crecimiento económico excepcional y, sin embargo, la distribución de los ingresos ha sido escandalosamente injusta al punto de generar decepción, desesperanza e irritación en la inmensa mayoría de los trabajadores chilenos".
En materia de seguridad, Martínez dijo que la convocatoria de la CUT es a manifestarse pacíficamente y que espera que no se "provoque" a los trabajadores, en alusión a los efectivos de carabineros (policía uniformada).
