SIDA-BIRMANIA: VIH en descenso, fondos en rojo

La presencia de VIH en Birmania cayó entre usuarios de drogas intravenosas, madres que transmiten el virus a sus bebés y reclutas, informaron expertos en el Octavo Congreso Internacional sobre Sida en Asia-Pacífico, que concluirá este jueves en la capital de Sri Lanka.

Muchos creen que la dictadura militar birmana mantiene situación real en materia de VIH/sida en el secreto más absoluto, pero altos funcionarios, expertos independientes e investigadores subrayaron algunos avances en la reunión de Colombo.

También subrayaron que organizaciones internacionales dedicadas a la lucha contra la enfermedad abandonaron de manera "poco ética" a este país, que necesita enormes recursos para mantener sus esfuerzos contra el VIH (virus de inmunodeficiencia humana).

Donantes y agencias impusieron restricciones a la ayuda a ese país gobernado desde 1962 por las fuerzas armadas y uno de los más cuestionados por su situación en materia de derechos humanos.

Birmania es "el menor receptor de asistencia externa en el mundo", a pesar de sus grandes necesidades, dijo Frank Smithius, representante de la filial holandesa de Médicos Sin Fronteras para Birmania.
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Si no recibe más ayuda, "decenas de miles de personas morirán", agregó. Más de 20.000 personas mueren de sida cada año en ese país.

Smithius, quien trabaja en ese país asiático desde 1994, enfatizó en el carácter humanitario del problema del VIH/sida. Contrariamente a lo que muchos activistas afirman, "la asistencia extranjera puede llegar al pueblo de Myanmar de modo efectivo", aseguró.

Myanmar es el nombre que la dictadura militar intenta imponer al país.

"Los recursos proyectados no son suficientes para financiar otra ampliación" del Programa Nacional de Sida de Birmania, dijo su director, Min Thwe.

El gobierno de Birmania cuenta este año con 28 millones de dólares para dedicar a su trabajo contra el VIH/sida, pero necesita 41,7 millones. En 2008, el gobierno necesitará 57,9 millones de dólares, pero solamente ha identificado fuentes para obtener 26,5 millones, según Min Thwe.

El financiamiento de los programas nacionales procede de algunos gobiernos y agencias de desarrollo extranjeras, algunas organizaciones no gubernamentales y humanitarias internacionales. El Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo no están presentes en el país.

La viceministra de Salud de Birmania, Mya Oo, dijo que el gobierno hace lo que puede con sus limitados recursos, especialmente luego que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria "terminó unilateral y abruptamente" su programa en agosto de 2005.

El Fondo dijo que no podía llevar a cabo sus programas por las restricciones impuestas por la junta militar.

Asa Andersson, asesora regional sobre VIH y sida del gobierno de Suecia, dijo que su país decidió continuar trabajando en Birmania incluso después que el Fondo Mundial se retiró, al igual que Gran Bretaña, Noruega, Holanda y Australia, integrantes del Fondo de las Tres Enfermedades establecido en Birmania para reemplazar al Fondo Mundial.

"Los recursos están llegando a quienes los necesitan. Si uno puede mostrar eso, es posible que otros donantes estén también en Birmania", señaló.

El epidemiólogo Wiwat Peerapatanapokin, del Instituto de Investigaciones y Desarrollo de Políticas con sede en Tailandia que participó en los cálculos sobre VIH/sida en Birmania, situó la prevalencia del VIH allí en 0,67 por ciento para 2007, tras alcanzar un pico en 2000.

Esos porcentajes se traducen en 230.000 adultos y 6.000 niños viviendo con VIH/sida y 13.000 nuevas infecciones anuales entre adultos, agregó.

Estas nuevas cifras contrastan con estimaciones previas, según las cuales la prevalencia en Birmania alcanzaría 2,2 por ciento en Birmania, un país de 50 millones de habitantes.

Mya Oo dijo que desde 1992, el año en que Birmania comenzó la vigilancia centinela (destinada a recabar datos sobre la prevalencia del virus en poblaciones específicas), hasta 2004, la prevalencia entre usuarios de drogas intravenosas pasó de 62,8 a 34,4 por ciento.

La proporción se estabilizó en alrededor de 40 por ciento, dijo Wiwat. La prevalencia del VIH entre embarazadas, que llegó a un máximo de 2,5 por ciento en 2000, ahora se ubica en 1,5 por ciento, agregó.

La prevalencia del VIH entre nuevos reclutas militares aumentó a 2,5 por ciento entre 1997 y 1998, y cayó a uno por ciento en 2006.

"La epidemia de VIH en Myanmar disminuye, pero esto viene ocurriendo lentamente en los últimos dos años", destacó Wiwat. Se trata de una epidemia "a largo plazo" que ya impactó en la población de bajo riesgo, explicó.

Funcionarios, expertos y trabajadores médicos birmanos coincidieron en considerar grave la falta de medicinas antirretrovirales en el país: solo una de cada 10 personas que la necesitan (6.476 en 60.000) accede a esta terapia.

"Tenemos un enorme abismo en las terapias antirretrovirales", dijo Min Thwe.

Los tratamientos antirretrovirales suelen estar disponibles solamente en grandes ciudades y distan de ser asequibles, enfatizó Naw She Wah, quien trabaja para un programa de VIH/sida en Rangún. A ella, el análisis de VIH le dio positivo hace 12 años, pero todavía no necesita medicación antirretroviral.

"Incluso quienes obtienen tratamiento necesitan alimentos y dinero, pero muchos no tienen trabajos. No todos tienen la misma oportunidad de conseguir terapias antirretrovirales", dijo a los presentes en el seminario.

La necesidad de estos tratamientos es tal que el capítulo holandés de Médicos Sin Fronteras, que administra clínicas en Birmania, da medicación a unas 18.000 personas.

Pero en julio de este año, debido a las limitaciones de recursos, Smithius dijo que había dejado de incorporar pacientes al tratamiento.

Smithius desconfía de la cifra de 60.000 personas que necesitan terapia antirretroviral. "En Birmania muchas personas no saben que tienen sida, así que la cantidad de las que necesitan antirretrovirales debería ser mayor", añadió. Wiwat situó esa cifra en 73.000.

Min Thwe afirmó que el Programa Nacional de Sida llegó a más personas en sus programas de intervención y educación en 2006.

También dijo que alcanzó a 36.000 trabajadoras sexuales y a 28.542 hombres homosexuales, distribuyó 24 millones de condones gratis, entregó más de 1,8 millones de jeringas descartables a consumidores de drogas y trató a más de 100.000 personas con infecciones de transmisión sexual.

Pero se mostró preocupado por la falta de recursos para mantener el nivel de asistencia, mientras el gobierno intenta que sus intervenciones estén "en línea con medios y vías internacionalmente aceptados".

Explicando la reducción de la prevalencia del VIH en algunos grupos, Wiwat y Smithius dijeron que esto también se relaciona con el hecho de que las infecciones sexualmente transmitidas entre hombres —cuya tendencia habitualmente refleja la del propio VIH— también se habían reducido, dando paso a la sífilis, la gonorrea y otras enfermedades, desde aproximadamente 2000.

Las muertes por sida reportadas, que ahora superan las 20.000 anuales, se incrementaron porque quienes tenían VIH hace una década ahora desarrollan la enfermedad. Las mujeres también constituyen una proporción mayor de los casos de sida, ascendiendo a 37 por ciento en 2006, según Wiwat.

Otras tendencias preocupantes en la pandemia de Birmania incluyen el hecho de que el VIH entre los niños todavía va en aumento, aunque la prevalencia general del virus alcanzó su punto máximo, explicó Wiwat.

Del mismo modo, señaló que, aunque ahora hay un mayor uso de profilácticos, se los emplea poco en el sexo casual.

Wiwat citó cifras que mostraban que 54 por ciento de personas utilizan preservativos durante el sexo comercial, pero apenas 18 por ciento los usan en el sexo casual.

En general, la pandemia de Birmania pasa de ser altamente prevalente entre los grupos con conductas de alto riesgo, como los consumidores de drogas, a la población tradicionalmente considerada de bajo riesgo.

Éste es el caso, por ejemplo, de las mujeres que son contagiadas con el VIH por sus propios esposos.

* TerraViva es una publicación independiente de IPS.

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