POLÍTICA-BOLIVIA: Morales, una victoria dolida

El gobierno izquierdista de Bolivia proclamó su triunfo en las elecciones para integrar la Asamblea Constituyente, pero sin obtener la mayoría de dos tercios, lo cual lo obligará a pactar con opositores los términos de la nueva ley fundamental. Tampoco pudo abatir los intentos autonómicos en cuatro departamentos.

La empresa de encuestas Apoyo, Opinión y Mercado Bolivia, que sirve a una red de medios de comunicación, otorga al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) 134 representaciones de los 255 lugares en disputa en las elecciones de la víspera.

De ese modo, el gobierno del indígena Evo Morales y sus aliados en la ocasión quedaron lejos de los 170 asambleístas que habrían concedido la mayoría necesaria para introducir transformaciones sustanciales en materia de régimen de gobierno, cambio del modelo de economía de mercado e inclusión de autonomías para etnias originarias.

En la sumatoria del porcentaje total se incluyen a otras tiendas políticas, como el Movimiento Bolivia Libre (MBL), que prestaron su sigla para incorporar a un mayor número de candidatos del MAS en la Asamblea Constituyente, según admitió el propio mandatario.

De cualquier modo, este resultado es histórico para los pueblos indígenas que luchan por hacer respetar sus territorios y recursos naturales para beneficio del país, dijo Morales al concluir la jornada electoral que movilizó a más de tres millones de votantes para elegir asambleístas y consultar su opinión sobre la aceptación o rechazo a las autonomías departamentales.

El presidente expresó, además, que la unidad nacional está garantizada tras la victoria nacional del No a las autonomías, con 56,2 por ciento de los sufragios.

Sin embargo, en cuatro de los nueve departamentos en que está dividido el país fue mayoría el voto por ingresar en un régimen de autonomía luego de la promulgación de la nueva Constitución nacional, en 2007.

Con celebraciones en calles y plazas, habitantes del oriental y más próspero departamento de Santa Cruz saludaron en la noche de la víspera la victoria de la autonomía, con 71,6 por ciento de apoyo en esa jurisdicción, mayorías en el mismo sentido también obtenidas en Beni, con 73,4 por ciento, y Pando, con 52,9 por ciento, ambos del norte del país, y en el sureño Tarija, con 65,4 por ciento.

Respetaremos la decisión de los departamentos que votaron por el Sí y será la Asamblea Constituyente la que debatirá las condiciones de la autonomía, declaró Morales en una conferencia de prensa, despejando algunas dudas al respecto sembradas por manifestaciones en contrario en días previos a los comicios.

La consulta respecto de las autonomías puesta a consideración de la ciudadanía boliviana en la víspera indica que "la Asamblea Constituyente examinará las condiciones, la modalidad, la transferencia de responsabilidades, la transferencia de recursos y la forma de gobernabilidad sólo para los departamentos que votaron por el Sí". Se aprobará una ley y un texto en la Constitución.

Empero y pese a la letra expresa y a los acuerdos políticos preliminares, desde el oficialismo aparece otra interpretación por la cual la victoria nacional del No obligaría a dejar sin efecto la consideración de las autonomías para los cuatro departamentos que votaron mayoritariamente por el Sí.

"La Bolivia hegemónica manejada por partidos centralizadores acabó. Esta es la prueba del espíritu de un nuevo país autonómico y descentralizado", afirmó el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Germán Antelo.

En el otro frente, coincidentemente en el occidente y el centro de Bolivia, la mayoría respaldó los planteos de Morales, "contra los grupos de poder y sus intentos de división del país", al volcarse por el No a la autonomía. Esa opción recogió 71,5 por ciento de los votos en La Paz, 73,9 por ciento en Oruro, 61,6 en Cochabamba, 70,2 en Potosí y 63 por ciento en Chuquisaca.

En opinión del abogado constitucionalista José Luis Gutiérrez Sardán, la participación ciudadana en estos comicios se interpreta como una búsqueda de transformaciones por la vía democrática.

Durante los últimos tres años, este país andino con 67,3 por ciento de sus 9,2 millones de habitantes viviendo en la pobreza, vivió su peor turbulencia política como efecto del resurgimiento de las fuerzas sociales en defensa del petróleo, el agua y otros recursos naturales, y vio caer a tres presidentes elegidos democráticamente.

"Se cierra así un pasado de exclusión para abrir un espacio de complementación de las fuerzas sociales, en el marco de una democracia participativa", dijo Gutiérrez Sardán a IPS.

La presencia de 134 asambleístas del MAS sin hegemonía y actuando frente a otras fuerzas menores excluye la posibilidad de una acción sin control y, por el contrario, anuncia una negociación con otras organizaciones ciudadanas y una movilización permanente de la ciudadanía en un escenario de intensa actividad transformadora, explicó.

Por su parte, el historiador y profesor universitario Alexis Pérez comentó a IPS que la "tendencia totalitaria del partido gobernante hallará equilibrio con los asambleístas de otras corrientes de pensamiento, evitará el despojo de atribuciones a los poderes locales (municipios) y lo obligará a buscar respuestas nacionales".

Pérez entiende que el debate sobre las autonomías estará concentrado en las condiciones de transferencia de competencias del Estado central a los departamentos que votaron por el Sí. También cree que es necesario que el gobierno establezca las bases de libre circulación de personas, de capitales, de mercancías y de factores de producción.

El gobierno tiene que imponer estas condiciones por su carácter nacional, pero básicamente debe fortalecerse económicamente para hacer respetar la actual distribución de recursos a los 328 gobiernos municipales y posteriormente a los departamentos autónomos, añadió.

Según Pérez, el país es muy pobre y ha quedado polarizado tras la votación del domingo como efecto de una alianza de las clases medias con la oligarquía, que impulsó una descentralización de mayor alcance.

Desde la óptica del coordinador de posgrado en ciencias políticas de la estatal Universidad Mayor de San Andrés, Franklin Pareja, el resultado de la consulta por la autodeterminación quebró el argumento del gobierno que atribuía al movimiento sólo fuerza de las elites y la oligarquía.

"No son sólo pequeños grupos de poder sino gran parte de la población", declaró Pareja a IPS.

El restablecimiento del equilibrio de poder, como efecto de la victoria del Sí en cuatro departamentos, determinará la construcción de acuerdos mediante el consenso y en un ejercicio equitativo del gobierno, comentó.

Con sentido crítico, asegura que el discurso polarizado y de profunda ideologización plantea a la Asamblea Constituyente el desafío de alcanzar un ejercicio democrático.

Aunque los resultados muestran una mayoría nacional que se opone a la autonomía, Pareja asegura que en el futuro los departamentos que votaron en mayoría por el Sí tendrán la oportunidad de conocer el nuevo régimen y solicitarán referendos regionales para incorporarse a la nueva corriente.

Las estimaciones de los medios de información indican que, además de las 134 representaciones del MAS, el frente Poder Democrático Social (Podemos) del ex presidente Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002) repuntó con 64 asambleístas y dejó en tercer lugar a Unidad Nacional del empresario Samuel Doria Medina, con 10 escaños, a lo que les siguen otras agrupaciones menores.

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