El periodista iraquí Alaa Hassan, que colaboraba con la agencia internacional de noticias IPS (Inter Press Service), fue asesinado en Bagdad por hombres armados.
Hassan fue abatido por varios disparos el miércoles 28 de junio, cuando conducía un vehículo rumbo a su trabajo. Aparentemente no fue un ataque personal, sino una consecuencia más de la violencia descontrolada que envuelve a Iraq desde la invasión de Estados Unidos, en marzo de 2003.
Hassan era uno de los colaboradores de IPS en Iraq. Junto a su colega Aaron Glantz informaron sobre la creciente violencia y las divisiones sectarias en Basora, en el sur del país, sobre graves hechos ignorados en la occidental localidad de Haditha, bombardeada por el ejército de Estados Unidos el año pasado, y sobre las reacciones locales al asesinato en junio de Abu Musab al-Zarqawi, el jordano que lideró la red Al Qaeda en Iraq.
Hassan era oriundo de Babilonia, en el centro del país. Estaba casado y su esposa espera un hijo.
«Aun en medio del duelo, debemos seguir adelante con nuestra misión, al menos como homenaje a un colega tan valiente», afirma un mensaje firmado por la dirección general y editorial de IPS, luego de tomar conocimiento de la muerte el lunes.
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El fallecimiento de Hassan lleva a 131 la cantidad de periodistas y trabajadores de medios de comunicación caídos en Iraq desde el comienzo de la guerra conducida por Estados Unidos, sostuvo este miércoles la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
«La muerte de otro periodista iraquí nos llena de dolor y de rabia», dijo en un comunicado el secretario general de la FIP, Aidan White.
«En ese país, la violencia y el asesinato se han vuelto rutina y un marco intolerable de la vida cotidiana, y los periodistas siguen ocupando un lugar destacado entre las víctimas», añadió White.
La FIP reclamó una investigación exhaustiva de los hechos al gobierno iraquí.
