INFANCIA: Adiós a las armas

Con el procesamiento de un par de criminales de guerra, acaban de dar sus primeros frutos las campañas contra los reclutadores de niños soldado realizadas por la ONU y organizaciones de derechos humanos.

La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, ordenó la semana pasad el arresto de Thomas Lubanga, fundador y líder de la Unión de Patriotas Congoleños, por enrolar a niños en su insurgencia contra el gobierno de la República Democrática del Congo. Ése fue el primer paso.

El segundo fue el arresto, el miércoles, del ex presidente liberiano Charles Taylor (1997-2003), quien será llevado a juicio por un tribunal patrocinado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Sierra Leona, acusado de crímenes de guerra, incluido el reclutamiento de niños soldado.

El tribunal en Sierra Leona le pidió a la CPI que se encargue de procesar el juicio en La Haya.

El arresto de Taylor luego de que intentara escaparse de Nigeria, donde vivía exiliado, "envía un mensaje, no sólo al pueblo de Liberia, sino a todo (…) el continente (africano) de que no se permitirá que la impunidad", dijo a la prensa el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

También afirmó que "los líderes brutales que atacan a su pueblo, que se comprometen en guerras, reclutando niños y niñas y convirtiéndolos en soldados, pagarán un precio".

"Esta es la segunda vez en un periodo relativamente corto en que la ONU fue capaz de arrestar a un hombre con esos antecedentes", señaló Annan.

"Pienso que es una advertencia a todos los aspirantes a señores de la guerra de que serán responsabilizados y que no se permitirá que la impunidad prevalezca. Esos días terminaron. Ellos deberían pensar realmente antes de comprometerse en cualquier aventura de esa clase", agregó Annan.

Ann M. Veneman, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dijo que el arresto de Lubanga "muestra la alta prioridad que la comunidad internacional le da al combate de delitos contra los niños".

Veneman expresó que era importante proteger a los niños de ser reclutados y usados en conflictos armados.

"Las guerras nunca deben ser peleadas por niños. Si los niños son reclutados por la fuerza, se unen a grupos armados para escapar de la pobreza o el hambre, o para apoyar activamente una causa. Lo primero que pierden es su infancia", agregó Veneman.

Unicef estimó que 300.000 niños y niñas son usados por grupos rebeldes armadas y fuerzas militares en una variedad de funciones, entre ellos combatientes, cocineros, porteros, mensajeros, espías y para propósitos sexuales.

Lubanga es la primera persona arrestada y transferida a la Corte Penal Internacional desde su creación por el Estatuto de Roma, que entró en vigencia en julio de 2002.

El Estatuto define como "crimen de guerra" la conscripción, alistamiento o uso de menores de 15 años en hostilidades por parte de fuerzas armadas nacionales o grupos armados.

Enrique Restoy, de la Coalición para Frenar el Uso de Niños Soldado, con sede en Londres, dijo a IPS que la decisión de la Corte es "extremadamente significativa", porque prácticamente todos los cargos contra Lubanga se relacionan con el reclutamiento y uso de menores de 15 años como soldados.

"Esta es la primera vez que alguien es acusado sólo por el uso de niños soldado", aunque se informa que Lubanga es responsable de una larga lista de otros crímenes de guerra, agregó.

Restoy también dijo que esta acusación particular subraya la importancia que los tribunales internacionales (como el Tribunal Especial en Sierra Leona) dan al reclutamiento de niños como un crimen de guerra.

El arresto fortalece la idea de que tal delito no debe necesariamente estar vinculado a otros crímenes de guerra para atraer la atención de los jueces.

"Es probable que la detención tenga impacto en las muchas milicias que todavía operan en la región oriental de la República Democrática del Congo y que todavía reclutan niños", dijo.

Dado que Lubanga será la primera persona llevada a juicio por la Corte Penal Internacional por delitos vinculados al reclutamiento de niños, "será importante ver qué clase de sentencia recibe si es hallado culpable", dijo Restoy.

El principal desafío para la Corte en Congo, tras el arresto de Lubanga, es cómo proteger a testigos, comunidades y niños, especialmente en el distrito de Ituri, donde la situación es volátil, con posibilidades de represalias, intimidación y otras amenazas, agregó.

La activista Julia Freedson, directora de la organización Watchlist sobre Niños y Conflicto Armado, con sede en Nueva York, dijo que el arresto de Lubanga es un paso importante para poner fin a la impunidad por delitos contra la infancia en la República Democrática del Congo y en guerras de todo el globo.

"Esperamos que las acciones de la Corte contra el señor Lubanga hagan justicia para todos los niños horrorosamente usados y abusados por su grupo armado, la Unión de los Patriotas Congoleños", dijo Freedson a IPS.

El reclutamiento y uso de niños por parte de muchos otros grupos armados en la República Democrática del Congo ha sido muy difundido y bien documentado, agregó.

La Corte debería investigar y tomar acciones contra todos aquellos grupos armados que cometieron delitos mayores contra niños y otros civiles, dijo Freedson, cuya organización representa a una red de agencias de derechos humanos y humanitarias que trabajan para proteger la seguridad y los derechos de los niños en conflictos armados.

Freedson señaló que en 2005 Annan informó al Consejo de Seguridad de la ONU los nombres de nueve organizaciones armadas en la República Democrática del Congo que reclutaban niños ilegalmente.

"Urgimos a la Corte a investigar inmediatamente y tomar acciones apropiadas contra los líderes de cada uno de estos grupos", agregó.

En su informe, Annan compiló dos listas de violadores: primero, los países cuyos conflictos están en la agenda del Consejo de Seguridad, es decir Afganistán, Burundi, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo, Liberia y Somalía.

Una segunda lista incluyó a la República de Chechenia, de la Federación Rusa, a Colombia, Birmania, Nepal, Irlanda del Norte, Filipinas, Sri Lanka, Sudán y Uganda.

En la mayoría de los países nombrados por Annan, los niños soldado son utilizados por grupos armados, no por gobiernos nacionales.

En Sri Lanka, por ejemplo, los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), que libran una guerra separatista en la región nororiental de ese país, tienen antiguos antecedentes de reclutamiento de niños soldado, así como de ruptura de compromisos, según el gobierno de Sri Lanka.

Las organizaciones armadas listadas por Annan incluyen a los Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia, la Alianza del Valle de Juba y el Ejército de Resistencia Rahanwein en Somalía, los Mai-Mai y la Unión de los Patriotas Congoleños en la República Democrática del Congo, el Frente para la Defensa de la Democracia de Burundi y varias facciones asociadas con la ex Alianza del Norte en Afganistán.

En una lista de recomendaciones al Consejo de Seguridad, la coalición "urge fuertemente" a los 191 estados miembro a poner fin inmediatamente a todas las ventas de armas y a la asistencia militar a las partes que violan el derecho internacional reclutando niños soldado.

La Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, de 1990, estableció que 15 años era la edad mínima legal para el reclutamiento.

Pero un "Protocolo Opcional" a este documento, que entró en vigencia en febrero de 2003, declara ilegal la participación de menores de 18 años en cualquier conflagración y establece criterios estrictos para su reclutamiento.

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