Disidentes cubanos apoyados por organizaciones no gubernamentales y de periodistas reclamaron una apertura del diálogo para democratizar Cuba, en el marco de la presentación en la capital española de sendos libros escritos por un preso y un exiliado de la isla caribeña.
Una de las obras, "Hombres sin rostros", fue escrita por el periodista y poeta Ricardo González Alfonso en la cárcel de La Habana, donde cumple una condena de 20 años.
El autor del otro trabajo, titulado "Pasión y razón de Cuba", es Carlos Manuel Estefanía, ex profesor de filosofía, estética, socialismo y semiótica en el Instituto Universitario Superior de Arte de La Habana y radicado desde 1993 en Suecia.
Rafael Jiménez Claudín, el secretario general de la sección española de Reporteros Sin Fronteras (RSF), la organización no gubernamental de periodistas con sede central en París, señaló en la presentación que todos los allí presentes respaldan la democratización de Cuba, "pero sin apoyar la violencia".
"Hombres sin rostros" es un conjunto de poemas que se inicia con uno titulado "Ficha", que comienza diciendo: "Dieron la orden/ Hurgaron ojal/ a hoja/ en mi árbol ideológico/ desde Adán a mi silueta".
Prosigue describiendo lo que fue su camino hasta la cárcel y concluye afirmando: "Dieron la orden/ desde siempre: durante dos décadas/ recluirme/ Dieron la orden/ Estoy sin libertad/ Más soy libre."
A la prisión de este intelectual se refirió Esteban Beltrán, director de la sección española de la organización no gubernamental Amnistía Internacional, quien señaló a IPS que ningún miembro de esta entidad ha podido entrar a Cuba desde 1978, "pues años tras año nos niegan los visados pertinentes".
No obstante, añadió que dedican esfuerzos y paciencia para investigar lo que ocurre en ese país, "al igual que en otros" y en especial todos los documentos legales de las 75 personas detenidas y juzgadas en marzo de 2003.
A ese punto se refirió en la presentación de los libros, recordando que González Alfonso es corresponsal de RSF en Cuba y que fue sometido a "un pálido simulacro de juicio".
La sentencia de 20 años de cárcel, que leyó Beltrán en el acto realizado el jueves por la noche en Madrid, dice que el acusado "ha logrado introducir sus artículos de corte subversivos y engañosos hacia el sistema cubano en distintos periódicos y revistas como son Encuentros en la Red y reportero sin Frontera entre otros, de los que recibía sumas de dinero por sus artículos".
Respecto de los juicios, Raúl Rivero, disidente que estuvo preso en La Habana y que fue liberado tras interceder por él en 2005 el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue terminante en afirmar que en los mismos todo está decidido antes de que se realicen.
Del juicio en que él fue condenado lo peor, explicó, fue la imagen del mismo, "en el que ni los abogados tomaban nota de nada, nos designaron abogados del Estado que vinieron a hablar dos días antes del juicio 15 minutos con nosotros y que tenían miedo ante el tribunal".
Sobre la vida en las prisiones, Beltrán fue terminante. "Hay en Cuba dos cárceles de Guantánamo en las que se violan las leyes internacionales y los derechos humanos, una bajo jurisdicción del gobierno de Fidel Castro y otra bajo la de George W. Bush (presidente de Estados Unidos), muy cerca la una de la otra".
En su opinión, ambos buscan excusas para reprimir y violar los derechos humanos, "la de Castro es el embargo estadounidense y la de Bush es el terrorismo".
El libro de Estefanía es una apología del diálogo y de la crítica al régimen castrista, pero defendiendo el carácter progresista de la mayoría de los disidentes y a ese respecto puso como ejemplo a Rivero.
"Raúl Rivero no está solo en esta percepción, cada vez son más los cubanos, tanto dentro del movimiento democrático en la isla como en la diáspora —quién sabe si también encubiertamente dentro del gobierno— que creen en las virtudes del diálogo como vía para solucionar los problemas de Cuba", puntualiza en el primer capítulo del libro, titulado "El diálogo por bandera".
A ese diálogo, adiciona, "el primero que se opone es Fidel Castro" pues "conoce que una mesa de negociaciones serias puede convertirse en una bomba de tiempo contra su autocrático sistema".
Pero, prosigue, "Castro no está solo en la oposición al diálogo. Tiene a su favor, aunque parezca absurdo, a sus más radicales enemigos, los intransigentes del llamado 'exilio histórico', especialmente los miembros de las organizaciones paramilitares que todavía creen en la guerra como la única vía para liberar a Cuba del comunismo".
A continuación destaca a los que están a favor del diálogo, en primer lugar a la Iglesia Católica y en segundo a la gran mayoría de los grupos de la oposición interna, quienes "desarmados y rodeados de lobos siguen al pie de la letra la sentencia bíblica de ser astutos como serpientes y mansos como palomas".
Esos grupos firmaron en La Habana el documento Todos Unidos e impulsaron en 2004 el Consenso Progresista. Subrayó también que las tres organizaciones con diferentes ideologías y que integran la Plataforma Democrática Cubana sostienen que "hay que pasar a Castro por las urnas, no por las armas".
En su opinión, el grupo Cambio Cubano y su dirigente, Eloy Gutiérrez Menoyo, juegan un papel decisivo dentro de Cuba para impulsar el cambio por el diálogo y, en su momento, a través de las urnas.
Por último concluye afirmando que "Cuba va a democratizarse, pero nadie sabe cuándo ni cómo: por el derrumbe del sistema tras la muerte biológica de Fidel Castro, por un estallido social, o por la sublevación del ejército. Ninguna de estas alternativas resulta excluible, sólo la de la permanencia eterna del comunismo".
El libro de González, que finaliza con una carta de su esposa informando de que se encuentra muy enfermo, incluye al final el poema "Después del Apocalipsis".
"En este instante infinito/ con la ternura ilesa/ y el coraje invicto/ aún/ entre cuatro muros cardinales/à.tengo una visión poética:/ contemplo/ este oasis celestial/ en el rincón del infierno/ donde alternamos/ gozos y sollozos/ versos y rezos/ y compartimos/ el pan nuestro/ como ángeles prisioneros/ De retorno/ a los confines del espanto/ siento/ letra a sangre/ toda la cárcel./Dudo/ de mis dudas/ y amo".
