El énfasis político del ingreso de Venezuela al Mercosur fue marcado ante la cumbre del bloque por el presidente Hugo Chávez, quien dijo que viajaba a la cita en Montevideo «para seguir fortaleciendo nuestra integración liberadora».
"No es la integración del ALCA, que es para dominarnos y esclavizarnos", agregó Chávez para subrayar su oposición al Área de Libre Comercio de las Américas, que promueven Estados Unidos y sus principales aliados en el continente.
Los cuatro socios del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, más Venezuela, rehusaron en la cumbre hemisférica de Mar del Plata, hace un mes, el relanzamiento del ALCA formalmente propuesto por México.
Secuelas de ese debate llevaron a un conflicto diplomático entre Argentina y México, rápidamente zanjado, y entre Venezuela y México, aún sin resolver y es una razón por la cual el presidente mexicano Vicente Fox evitó acudir a la cita de este viernes en Montevideo, la última reunión cumbre del bloque sudamericano que formalizará el ingreso venezolano.
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México y Venezuela han sido asociados del Mercosur, pero ahora Caracas pasará a "miembro pleno", pese a lo cual todavía tendrá sólo voz y no voto en las decisiones políticas, y la integración comercial aguardará por negociaciones que pueden durar años.
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Chávez no oculta sus ansias de sumarse al grupo "rumbo a la libertad de nuestros pueblos, ése es el camino", según reiteró el miércoles en un acto público.
"Vamos con el espíritu de promover la nueva integración, basada no sólo en el libre comercio sino con una visión social, de complementación y solidaridad", dijo el ministro venezolano de Integración y Comercio Exterior, Gustavo Márquez.
Los intercambios económicos a la vista son las exportaciones venezolanas de productos petroleros y petroquímicos, y la importación desde el Cono Sur de productos agropecuarios y manufacturas livianas.
Para el petróleo, Venezuela ofrece facilidades de pago (crédito en la factura) y acepta a cambio productos agropecuarios y manufacturas. Además, ha establecido alianzas de producción y mercadeo con las petroleras estatales de Argentina, Brasil y Uruguay.
A largo plazo, se plantea la construcción de un gasoducto desde los yacimientos venezolanos en el Caribe y el Atlántico hasta el Río de la Plata. En lo inmediato, Venezuela ha comprado bonos de deuda argentina por 950 millones de dólares.
El petróleo, "además de ser una palanca para desarrollar una economía productiva, es también un instrumento estratégico, para promover políticas", dijo Márquez.
Agregó que "la política que promovemos no es imperialista o sujeta al chantaje del suministro petrolero, sino que utiliza esa fuente energética para promover la integración de los pueblos. El ingreso de Venezuela al Mercosur dinamizará esa reflexión".
El arribo venezolano al Mercosur se solapa con redefiniciones en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Tres de esos países, Colombia, Ecuador y Perú, han negociado un tratado de libre comercio con Estados Unidos, posibilidad de la que abomina Chávez.
Perú logró el miércoles concretar con Washington el tratado, mientras que Colombia y Ecuador todavía no superan las diferencias.
Sin embargo, todos los protagonistas han pactado marchar hacia la Comunidad Sudamericana de Naciones, y bajo ese paraguas, el secretario general de la CAN, el peruano Allan Wagner, aplaudió el ingreso venezolano al Mercosur.
El boliviano Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomento (brazo financiero de la CAN) aseguró que "no vemos con preocupación la entrada de Venezuela al Mercosur porque ya son socios en diferentes niveles otros países de la región".
Advirtió García que "lo más importante será el mecanismo para articular sus economías, la negociación de aspectos críticos como la zona de libre comercio y el arancel externo común".
Ante la integración a la zona de libre comercio hay temor en el sector privado venezolano. José Luis Betancourt, presidente del mayor organismo empresarial, Fedecámaras, deploró que el gobierno sellase la incorporación al Mercosur sin mayores consultas al empresariado.
Un ejemplo fue puesto por Genaro Méndez, presidente del gremio de los ganaderos: "Producir un litro de leche a puerta de corral en un país del Mercosur cuesta 18 centavos de dólar y en Venezuela 35 centavos. Actualmente no podemos competir".
Juan Moreno, ex embajador ante la Asociación Latinoamericana de Integración, destacó que "la producción venezolana está diseñada para un mercado más pequeño, y existen diferencias en las normas de fabricación, pues Argentina y Brasil se rigen por las europeas ADA (siglas germanas de Diario Oficial de Metrología) y DIN (Instituto Alemán de Normalización), en tanto Venezuela usa las norteamericanas ASTM", en ingles, Sociedad Estadounidense de Ensayo de Materiales.
Respecto del tema agrícola, Márquez dijo que "no puede haber acuerdos por encima de la Constitución y la soberanía, y la carta magna es muy clara en el sentido de que el Estado debe garantizar soberanía alimentaria, productiva, y el desarrollo rural y el consumo".
También "vamos a pedir que se apliquen los criterios del ACD-59 (documento que establece los períodos de desgravación arancelaria del bloque) para minimizar el impacto de nuestro ingreso en los sectores más sensibles", dijo Márquez. "Eso además facilitaría el ingreso de otras naciones", agregó.
Otra asignatura será el arancel externo común, pues Venezuela comparte el sistema andino de cuatro franjas, con aranceles de 5, 10, 15 y 20 por ciento a las importaciones, en tanto el Mercosur tiene una alta vara arancelaria, de 35 por ciento.
