La advertencia de Vietnam de que produciría sin licencia la medicina Tamiflu para contener una posible epidemia de gripe del pollo parece haber inducido a la dueña de la patente, la gigante farmacéutica suiza Roche, a concederle el derecho de fabricación sólo para uso local.
La empresa se comprometió el martes ante el Ministerio de Salud vietnamita a permitirle en los próximos dos meses la producción del medicamento, que no cura la enfermedad pero reduce su impacto.
Representantes de Roche y del Ministerio se habían reunido el mes pasado pero no habían llegado a un acuerdo.
"Si no podemos negociar, el Ministerio hará caso omiso a los derechos de propiedad intelectual y autorizará la producción interna del medicamento para fines no comerciales", advirtió, tras las fracasadas gestiones, el director del Departamento de Farmacéutica del Ministerio de Salud de Vietnam, Cao Minh Quang.
La amenaza hizo que Roche aceptara una concesión a Hanoi.
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El miércoles, la Organización Mundial de la Salud confirmó un nuevo caso mortal de gripe del pollo, con lo que son 65 las personas contagiadas desde mediados de 2004, de las cuales 22 murieron.
Vietnam se convirtió en el mayor centro de reproducción de la también llamada influenza aviar. En sus mercados comunitarios, carentes de toda protección higiénica, las personas están en directo contacto con las aves y por lo tanto expuestas a la enfermedad.
La gripe del pollo afecta a todo tipo de ave. En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, pude desarrollarse neumonía.
Las aves sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. La enfermedad, conocida desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.
Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la H5N1 es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética.
El año pasado, Vietnam sacrificó a más de 55 millones de aves desde que se detectó por primera vez la cepa H5N1, lo que causó pérdidas por 190 millones de dólares, 0,5 por ciento del producto interno bruto del país.
Pero, como todavía hay otras 220 millones de aves de corral, el gobierno optó por hacer una gran inversión en vacunas.
Dos proyectos piloto de inmunización fueron puestos en práctica pero fracasaron. En una de las áreas donde se aplicaron, sólo 38 de las 127 comunidades previstas fueron vacunadas. En otra quedó un millón de aves por vacunar.
El subdirector del Departamento de Salud Animal del Ministerio, Hoang Van Nam, señaló que la administración de la vacuna presenta algunas dificultades, pues ésta debe mantenerse siempre en frío y sólo se puede aplicar por jeringa.
El funcionario añadió que en ambos proyectos fue difícil distinguir las aves sin vacunar de las ya inmunizadas.
"Se suponía que nadie podía comer o vender aves vacunadas por 30 días después de iniciado el programa, pero, sin registros ni etiquetas identificatorias, esta regla no se pudo respetar", explicó.
El resultado fue que patos y pollos vivos, así como sus huevos frescos, inundaron los mercados, mientras ciertas comidas en base a carne o sangre de pollo se vendían libremente en restaurantes de Hanoi, Ho Chi Minh (ex Saigón) y otras ciudades.
"En muchos lugares, las personas no están al tanto de los peligros de la gripe del pollo", indicó a periodistas el viceprimer ministro Nguyen Tan Dung, y pidió la colaboración de todos los sectores para mejorar el conocimiento público de la enfermedad.
El mismo día, los periódicos locales habían advertido que la práctica de emplear excrementos de pollo para alimentar pescados en el sur de Vietnam ponía en riesgo la salud de millones de personas.
Cada día, unas 100 toneladas de excrementos de pollo son lanzados al lago Tri An, cuyas aguas fluyen al río Dong Nai y riegan varias ciudades del sur.
"Lanzar excrementos de pollo al lago Tri An durante el periodo en que la gripe del pollo está evolucionando en una pandemia es algo extremadamente peligroso", dijo el subdirector del Instituto Pasteur de Ho Chi Minh, Lee Hoang Sang.
Unas siete millones de personas en Ho Chi Minh dependen del agua extraída del río Dong Nai.
En enero, un niño de nueve años murió por gripe del pollo en la provincia de Tra Vinh, en el meridional delta del Mekong, luego de contraer la enfermedad nadando en agua adonde habían sido arrojados cadáveres de aves infectadas.
Un informe publicado el 15 de octubre por el sitio en Internet del periódico británico The Guardian señaló que la actual cepa de la enfermedad en el norte de Vietnam habría empezado a mutar y que existe el peligro de que surja una transmisible entre humanos.
Vietnam quiere prevenirse ante una epidemia produciendo suficiente Tamiflu para distribuirlo en forma gratuita a pacientes. El medicamento es actualmente difícil de obtener ante la creciente demanda mundial.
Este país tiene almacenadas sólo 600.000 cápsulas de Tamiflu donadas por Taiwan, pero podría recibir 30 millones de tabletas que la Organización Mundial de la Salud tiene reservadas para cualquier país asiático eventualmente víctima de una epidemia.
No obstante, sigue siendo muy poco para una población de cerca de 90 millones de habitantes, según Quang.
El ministro de Salud, Tran Trung Chien, dijo que apelará a todos los medios a su disposición para producir suficientes medicamentos contra la gripe del pollo a través de tres compañías locales. La única dificultad sería obtener todas las materias primas para su fabricación.
Varios países de Asia ya han mostrado interés en producir Tamiflu. El lunes, autoridades de Taiwan anunciaron que iniciarían conversaciones con la empresa suiza, que a su vez expresó disposicion a trabajar con el gobierno de China.
Representantes de Roche en Vietnam aseguraron que si la enfermedad se expandiera a gran escala en este país, la empresa se movilizaría para garantizar medicamentos suficientes.
No obstante, Quang subrayó que el gobierno vietnamita "priorizará la salud del pueblo al respeto de los derechos de propiedad intelectual".
