Diputados opositores de México amenazan al presidente Vicente Fox con no volver a darle su anuencia para salir del país, pues entienden que sólo cosecha problemas, como los rudos roces que ha tenido en cinco años de gestión con Estados Unidos y Cuba primero y ahora con Argentina y Venezuela.
En el último capítulo de controversias diplomáticas se cuenta la disputa entre Fox, por su defensa del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, al que luego le siguió su par de Venezuela, Hugo Chávez, ambos críticos del proyecto impulsado por Washington.
Que Fox "se ocupe de México (…) Para algunos la buena diplomacia es tener una actitud de pleitesía y de bajar la cabeza frente a los grandes", declaró el martes Kircher en respuesta a las críticas sobre su actuación como anfitrión de la IV Cumbre de las Américas, realizada el viernes y sábado de la semana pasada en el sudoriental balneario argentino de Mar del Plata.
Fox había culpado previamente a su homólogo argentino del fracaso de la Cumbre de las Américas respecto del relanzamiento del ALCA.
Un día después, Chávez aumentó la apuesta al acusar al presidente mexicano de prestarse "a ser un cachorro del imperio (Estados Unidos)", y que se arrodilla ante él.
Las acusaciones de la presunta sumisión a Washington se dieron dos semanas después de que el parlamento de México ratificó su adhesión a la Corte Penal Internacional, pese a que Estados Unidos, que se opone a esa instancia alegando que podría ser usada contra sus militares, amenazó con cortarle la ayuda financiera si así lo hacía.
Las relaciones de Fox con el mandatario estadounidense, George W. Bush, que eran cercanas hasta 2001, registraron un marcado deterioro desde que México se opuso con firmeza a la invasión de Iraq en 2003, cuando era miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
También tuvo agrios enfrentamiento con Cuba. En 2004, el gobierno mexicano acusó de injerencias a ese país y bajó a nivel mínimo su relación diplomática, luego de varios desencuentros, que contrastaron con la relación siempre complaciente que en el pasado mantuvo México hacia el gobierno de Fidel Castro.
Respecto de Argentina, las cancillerías de ambos países decretaron el miércoles cerrado el conflicto y señalaron que sus relaciones son buenas.
Pero en el caso del presidente venezolano, cuyo ataque contra Fox fue mayor, la cuestión pasó a un nivel más complejo al convocar México al embajador de Venezuela a su despacho para pedirle explicaciones, aunque hubo cuidado en no hablar de ruptura de relaciones diplomáticas.
Molestos por los problemas en el frente externo, diputados de los opositores Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática amenazaron con negarle la próxima vez al presidente el permiso legislativo de rigor que requiere para salir del país.
"La política exterior del gobierno de Fox ha sido un completo desastre", sostiene la senadora Silvia Hernández del PRI.
Fox llegó a la presidencia de México en 2000 bajo una lluvia de aplausos y un fuerte apoyo internacional, pues fue el primero que logró sacar al PRI del gobierno desde 1929 y tras un proceso de transición pacífico.
En el pasado, México prefirió permanecer alejado de los conflictos internacionales y actuar detrás de los reflectores como conciliador e independiente, aunque también coqueteó con algunas causas de la izquierda latinoamericana.
Fox cambió ese estilo y su gobierno tomó posiciones definidas y buscó protagonismo en los foros internacionales, en ocasiones sin éxito.
En mayo, el canciller de México, Ernesto Derbez, retiró su candidatura a la secretaria general de Organización de Estados Americanos (OEA), que era apoyada por Washington, y dejó el camino libre para la elección de su contendiente, el chileno Miguel Insulza.
La postulación del canciller mexicano al foro continental sembró y ahondó las tensiones de México con varios países de la región, entre ellos Brasil, Chile y Cuba, otrora aliados cercanos, pero que abierta o veladamente apoyaron a Insulza.
Según fuentes diplomáticas, los vínculos con Chile quedaron en un nivel de frialdad, luego de la disputa por la OEA.
Otro motivo del distanciamiento con Chile es el apoyo expreso de Fox a la demanda boliviana de obtener una salida soberana al océano Pacífico, a lo que se opone Santiago, que privó a su vecino de ese derechos al arrebatarle su litoral costero en una guerra registrada a fines del siglo XIX.
"Fox ha sido errático y poco diplomático en sus relaciones internacionales, pero también tuvo momentos brillantes por su postura contra la guerra en Iraq y al obtener otros triunfos. Sin embargo, deja un sabor de boca amargo por comprarse tantos problemas en su política exterior", declaró a IPS la experta en cuestiones internacionales Estela Tello.
México presentó y ganó en 2004 una demanda contra Washington ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, sobre el caso de varios de sus connacionales condenados a la pena de muerte en Estados Unidos.
La Corte estableció que Estados Unidos incumplió sus obligaciones bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Consultares de 1963, al no informar a 51 mexicanos detenidos en ese país su derecho a comunicarse y ser asistidos por oficiales diplomáticos mexicanos. Los jueces ordenaron a Washington revisar la situación de los detenidos.
En lo que se considera otro triunfo, México logró este mes que un diplomático suyo, Bernardo Sepúlveda, fuera elegido por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU como juez de la Corte Internacional de Justicia.
Además, consiguió que el ex canciller José Ángel Gurría se coloque como uno de los dos finalistas que aspiran a ocupar la secretaria general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, instancia que aglutina a las economías de los países más industrializados del planeta.
"Pero las buenas noticias quedan opacadas por los escándalos y el ruido que Fox se compra, gratis, con algunos países que mal o bien mantienen posturas diferentes a la suya", señaló Tello.
