Todo el barrio sabe que intentó irse de Cuba en una balsa construida por él mismo. «Pobrecito, se quiere ir de todas maneras, pero no ha tenido suerte. Lo regresan», cuenta una de sus vecinas ante el mutismo del muchacho, renuente a contar sus peripecias.
Su meta, como la de todo ciudadano cubano que opta por lanzarse al mar en frágiles embarcaciones movido por el deseo de emigrar, es Estados Unidos.
"Cree que allí encontrará un trabajo rápido y podrá comprarse muchas cosas", agregó a IPS la locuaz mujer, quien solo se identifica como Antonia.
La historia es común a muchos emigrantes irregulares, no sólo de Cuba, sino de otros países latinoamericanos. Descontentos con su situación en el país de origen, la emigración se presenta como tabla de salvación única en la búsqueda de opciones para mejorar económicamente.
En algunos casos, solo les espera la muerte, como ocurrió este mes, con pocos días de diferencia, en el naufragio de dos embarcaciones, una desde Ecuador, otra desde Cuba, sobrecargadas de emigrantes irregulares.
La nave ecuatoriana, con capacidad para 15 personas, llevaba 103. La lancha rápida que cargaba una treintena de emigrantes cubanos estaba diseñada para no más de 10 pasajeros. Siete hombres y dos mujeres pudieron ser rescatados en el primer caso. Dos hombres y una mujer, en el segundo.
Los pasajeros de Ecuador querían llegar a Guatemala y de ahí seguir por tierra rumbo a Estados Unidos, vía México. Los de Cuba esperaban quizás usar esa misma ruta o surcar en poco tiempo las aguas que separan este archipiélago de costas estadounidenses y acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
Esa norma, promulgada en 1966, da al inmigrante cubano que pise suelo de Estados Unidos el derecho de optar por la residencia legal y de trabajar allí. Pero los viajeros interceptados en el mar deben ser devueltos a Cuba, en cumplimiento de convenios bilaterales.
Para el presidente cubano Fidel Castro, la ley es una "violación" de esos acuerdos suscritos en 1994 y 1995. "A todo el que no le dan visa lo incitan a marchar ilegalmente", sentenció el viernes de noche, ante las cámaras de la televisión estatal.
Castro responsabilizó al gobierno de Estados Unidos del tráfico de personas, al cual vinculó también a México, cuyas autoridades tendrían una "actitud tolerante" al no poner especial interés en la devolución de los balseros que lleguen a sus costas, estimulando así el uso de ese país como puente.
Según Castro, desde ese país fueron repatriados solo ocho emigrantes ilegales cubanos entre 2001 y 2004 y 16 en 2005, de unos 300 que se encuentran retenidos en centros migratorios de México. "Ahora está por ver si los recibimos o no", agregó. Los lancheros, que salen del balneario mexicano de Cancún o desde el meridional estado estadounidense de Florida en busca de emigrantes irregulares, cobran hasta 10.000 dólares por persona, relató, apoyado en un informe cuyo origen no especificó. Desde ese país, trasladan a sus pasajeros hacia Estados Unidos por avión, mar o tierra, en un tráfico que suele mezclarse con el de drogas. Otra ruta usada por esa red es Honduras, de acuerdo con el documento esgrimido por Castro.
Estimaciones oficiales de Washington indican que desde octubre pasado el servicio de guardacostas estadounidense interceptó a 2.366 ciudadanos cubanos en el estrecho de La Florida. Pero se desconoce cuántos perdieron la vida en el intento de llegar a la tierra prometida.
Los que se quedan en Cuba permanecen con el oído atento a las radioemisoras estadounidenses hasta saber la suerte del pariente o amigo. Así conocieron del naufragio, el 17 de este mes, de la embarcación con unas 32 personas a bordo.
El viernes, el gobierno de Castro confirmó que los tres sobrevivientes, cuyas identidades no dio a conocer, fueron conducidos a la isla por un buque mercante de Antigua y Barbuda que los rescató en su trayecto hacia el puerto de La Habana.
En nota oficial, las autoridades responsabilizaron a Washington de la tragedia y exhortaron a poner fin a ese contrabando de seres humanos y a la Ley de Ajuste Cubano, que constituye "el principal estímulo".
Pero la acusación fue rechazada por la Sección de Intereses de Estados Unidos, principal representación de ese país en Cuba.
En breve comunicado entregado a la prensa extranjera, la Sección de Intereses calificó de "cínica" la declaración cubana y afirmó que quienes murieron "huían de la represión política y del empobrecimiento causados por el gobierno" de Castro.
"Los mares agitados se llevan muchas vidas. A veces es imposible saber cuántas", dijo en junio a la prensa de su país Luis Díaz, portavoz de la Guardia Costera estadounidense.
Datos de ese organismo indican que el mosaico de nacionalidades retenidos en el mar en el último año incluye haitianos, dominicanos, ecuatorianos, chinos y hasta ucranianos. El peligro incentiva la búsqueda de otras vías. Recientes informes de prensa desde Paraguay alertaron que ese país se convirtió también en ruta para el tránsito de emigración cubana hacia Estados Unidos, hacia donde viajan con pasaportes falsos que se les envían desde Florida.
"Todas las embajadas hemos aumentado los requisitos de visado, aunque igual la presión (de personas que quieren viajar) es mucha", confió a IPS un diplomático latinoamericano que pidió no ser identificado.
Cuba tiene 11,2 millones de habitantes. Se estima que 1,5 millones de cubanos residen en más de otros 100 países. Alrededor de 1,3 millones viven en Estados Unidos, 70.000 en España y 50.000 en Venezuela, donde también residen, temporalmente, varios miles de cooperantes cubanos.
La población latinoamericana residente en Estados Unidos se estima en unos 36 millones, de los cuales solo cuatro por ciento son de origen cubano. Sin embargo, el potencial migratorio de la isla se calcula entre 490.000 y 700.000 personas. ****** +Migración Internacional – División de Población de la Cepal (http://www.eclac.cl/celade/migracion/) +Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (http://www.cubaminrex.cu) +Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en inglés (http://usembassy.state.gov/posts/cu1/wwwhmain.html) (FIN/IPS/pg/mj/pr sl/05)
