GRUPO DE LOS OCHO: Bombas no sacuden a activistas

La noticia de los atentados con bomba en el transporte público de Londres tuvo cierta resonancia entre los manifestantes contra la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), en esta localidad escocesa, pero no los sorprendió ni cambió su agenda.

”De cierta forma, esperábamos que algo de esto ocurriera. Fuimos a la guerra (en Iraq), ¿no es así?”, preguntó Sarah, una activista londinense entrevistada por IPS, en referencia a la alianza de Gran Bretaña con Estados Unidos para invadir y ocupar Iraq.

El ataque terrorista del jueves dejó al menos 50 muertos y 700 heridos. Un grupo hasta ahora desconocido, autodenominado Grupo Secreto de Al-Qaeda para la Jihad en Europa, se atribuyó el atentado, pero el gobierno británico todavía no ha atribuido responsabilidades.

Aparentemente, el ataque fue programado para coincidir con la cumbre del G-8, que se desarrolla desde el miércoles hasta este viernes en Gleneagles. El G-8 está integrado por los ocho países más poderosos del mundo: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón, Rusia y Gran Bretaña.

”De cierta forma, las bombas le darán a (el presidente estadounidense George W.) Bush una excusa para justificar sus guerras, pero de todas formas no esperábamos ningún resultado positivo de esta cumbre”, declaró Sarah.
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”Realmente no estamos interesados en las negociaciones; estamos en contra del sistema que integran esos líderes”, agregó.

El jueves fue un día de relativa calma para los activistas, después de las masivas protestas de la jornada anterior en toda Escocia, durante la inauguración de la cumbre.

Por la noche, unas 50 personas marcharon de manera espontánea por la principal calle de Edimburgo, Princes Street, ”por las víctimas de los atentados de Londres, la ocupación de Iraq y las 30.000 personas que mueren cada día de causas que podrían prevenirse”.

En el campamento de la ciudad de Stirling, donde los activistas establecieron ”comunidades” autogobernadas, la tensión era alta. La policía rodeó el campamento a las 2:30 de la madrugada del jueves (hora local) para ”prevenir desórdenes”, pero no llegó a invadirlo.

”La gente empieza a ponerse paranoica. Apenas nos permitieron dejar el campamento en todo el día. La policía sólo dejaba salir dos o tres personas a la vez”, dijo a IPS Dave, un activista británico.

El campamento está en un espacio verde rodeado en tres de sus lados por un río, y con sólo una calle de acceso.

Un grupo anarquista retó a la policía a jugar un partido de fútbol, y se declaró vencedor porque la policía no se presentó.

El Grupo de Apoyo Legal del G-8, integrado por abogados y observadores, se ocupa de los manifestantes que aún están detenidos. Antes de las protestas, el grupo distribuyó una tarjeta a todos los activistas con consejos legales en caso de arresto y los teléfonos celulares de los abogados.

Dieciséis activistas que fueron detenidos el lunes en lo que llamaron el ”Carnaval del goce pleno” permanecen bajo custodia en una prisión de Edimburgo. Diez de ellos iban a comparecer ante un tribunal este viernes, y se prevé que los otros permanezcan detenidos hasta el lunes, informó el Grupo de Apoyo Legal.

Tres de las siete mujeres detenidas y llevadas el lunes a una prisión de Stirling continúan bajo custodia. El resto iba a comparecer ante la justicia este viernes en Edimburgo.

Todos los detenidos están acusados de ”acoso en masa”, ”disturbios” y ”alteración de la paz”.

Más de 400 personas fueron detenidas en el primer día de la cumbre, mientras hacían barricadas y protestas, y llevadas a estaciones de policía en las ciudades de Perth, Dundee y Edimburgo. La mayoría fueron liberadas, pero la policía no confirmó el número de los detenidos ni de los liberados.

Se prevé que la mayoría serán liberados bajo fianza, con la obligación de abandonar el área o el país, si son extranjeros. Los juicios se realizarían en septiembre y octubre.

En la tarde del jueves, hubo una manifestación de apoyo a los activistas detenidos frente a una prisión de Edimburgo, con la presencia de la banda musical Infernal Noise Brigade (Brigada del Ruido Infernal), de la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle. Unas 80 personas protestaron también frente a la oficina del alguacil en Edimburgo.

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