El gran aumento de las inversiones procedentes de países cercanos proyecta a India como la estrella de una comunidad económica asiática en ciernes, la cual podría rivalizar con la Unión Europea y América del Norte.
La tendencia quedó marcada con claridad este miércoles, con la firma de un acuerdo de inversión por 12.000 millones de dólares entre la Compañía de Acero y Hierro Pohang (Posco), de Corea del Sur, y el estado indio de Orissa.
El emergente bloque económico, conocida por los tecnócratas indios por el acrónimo JACIK, sumaría a Japón, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), China, India y Corea del Sur.
La consolidación de este mercado de más de 3.000 millones de consumidores y un producto interno bruto de siete billones de dólares anuales es, para economistas indios, el cimiento del que depende el crecimiento futuro del país.
Surge una comunidad virtual. La integración económica regional podría ser el motor del crecimiento para India, según Nagesh Kumar, director general del Sistema de Información para Países en Desarrollo (RIS), centro académico financiado por el gobierno en Nueva Delhi.
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El comercio entre India y sus vecinos asiáticos crece con rapidez. El intercambio con China, en particular, saltó 79 por ciento en 2004: de 5.000 millones de dólares en 2002, aumentó a 7.600 millones en 2003 y a 13.600 millones el año pasado.
El comercio con Corea del Sur también se eleva, y las empresas de esa procedencia comienzan a radicar fuertes inversiones en tecnología india, aseguró Kumar, también consultor del Banco Mundial y de su rama regional, el Banco Asiático de Desarrollo.
Kumar participó este mes en un foro en Washington sobre India y el regionalismo asiático, organizado por la Fundación Sasakawa para la Paz.
La concepción de JACIK como una plataforma de lanzamiento de una comunidad económica más amplia en Asia oriental es promocionada hasta con detalles en New Asia Forum, sitio web patrocinado por RIS.
La ubicación de India en la división de tareas económicas de la región es lógica, escribió Kumar en un análisis publicado en ese sitio.
Varias de esas economías, como Japón y Corea del Sur, afrontan fuerte escasez de mano de obra en edad laboral y capacitada debido a la actual transición demográfica, observó el experto, en obvia referencia al envejecimiento de la población de esos países.
India, con su vastas existencias de mano de obra capacitada, está bien ubicada para aprovechar la oportunidad, agregó.
Al mismo tiempo, India podría aportar sus propias sinergias y su dinamismo al agrupamiento. Varios países de la región también quieren que India juegue un papel activo en la creación de una comunidad de Asia oriental, que sería así más equilibrada que una dominada por China, anotó Kumar.
La consolidación de JACIK permitiría a Asia desarrollar su integración económica ordenadamente, según se desprende de los informes publicados en el sitio web de RIS.
Este es el enfoque adoptado por los bloques regionales exitosos de hoy, como la Unión Europea y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que comenzaron con un esqueleto eficaz, un grupo central de países que amplió luego su membresía a otros, según RIS.
Pero India no debería concentrar su comercio en Asia a expensas de su acuerdo con Estados Unidos, advirtió Catherine Mann, experta en industrias electrónicas y de alta tecnología en el Instituto de Economía Internacional de Washington.
La noción de que el regionalismo asiático depende de sí mismo no es totalmente cierto en estos momentos, dijo Mann.
Sería un error creer que la actividad económica dentro de Asia es suficiente para mantener un alto crecimiento. No hay suficiente demanda interna para comprar todo lo que se produce, explicó la especialista.
Los países que brindan plataformas para la exportación de productos de alta tecnología están en desventaja en la economía global, sostuvo Mann. Es mucho mejor para el desarrollo ser usuario de tecnología, opinó.
Difundir una tecnología dentro de un país ofrece mayores beneficios que exportarla para obtener ganancias económicas de corto plazo, sostuvo.
Kumar replicó: Estados Unidos no tiene por qué ser miembro de todo acuerdo regional. Washington no es parte de la Unión Europea, pero eso no significa que los europeos estén en contra de los estadounidenses.
El comercio entre Estados Unidos e India sumó 22.000 millones de dólares el año pasado, y el registrado entre el país norteamericano y China ascendió a 231.000 millones.
Washington está dispuesto a colaborar con India para incrementar el nivel de comercio a un nivel cercano al que tiene con China, dijo la semana pasada el subsecretario de Comercio estadounidense David Sampson.
Kumar afirmó que India está obteniendo enormes beneficios de la tecnología desarrollada por inversores extranjeros.
Una planta de la firma surcoreana Samsung en India desarrolló un teléfono celular que puede adaptarse tanto a los estándares técnicos estadounidenses como a los europeos y asiáticos.
Partes críticas en la cadena de ensamblado, de gran valor agregado, se desarrollan en India, agregó.
Al mismo tiempo, India incorpora tecnología de avanzada en todos los aspectos de la vida diaria, incluido el gobierno electrónico. Hoy los ciudadanos suelen obtener en Internet los formularios para presentar en oficinas públicas que antes tardaban días en conseguir, explicó Kumar.
El acuerdo firmado el 22 de este mes entre Posco y el estado de Orissa implica la construcción de cuatro hornos de explosión capaces de producir 12 millones de toneladas anuales de acero para el año 2020.
El convenio permitirá a Posco, quinto productor mundial de acero, acceder a las enormes reservas de mineral de hierro de Orissa.
La demanda de acero de India crece seis por ciento cada año, debido en parte a enormes inversiones en infraestructura y al acelerado crecimiento de la industria manufacturera, en particular la automovilística.
En las últimas semanas, las compañías GM, Toyota y Honda anunciaron planes de aumentar su presencia en el mercado indio.
