La mayoría de los alemanes están orgullosos de que un compatriota haya sido elegido jefe de la Iglesia Católica, pero los reformistas están preocupados por la línea dogmática del ex cardenal Joseph Ratzinger, ahora papa Benedicto XVI.
Tras la elección del nuevo Papa, el martes, dirigentes políticos felicitaron a Ratzinger y consideraron su designación un honor para este país.
El hecho de que un compatriota sea Papa nos llena de alegría y orgullo, declaró el presidente Horst Koehler.
En Alemania, la Iglesia Católica compite en importancia con la protestante y además está dominada por corrientes liberales, lejanas a las opiniones de Ratzinger. Cinco de los seis cardenales alemanes que participaron del Cónclave le eran hostiles.
Según una encuesta de opinión realizada para el canal público de televisión ARD, 76 por ciento de los alemanes están complacidos de que un alemán haya sido elegido Papa, pero sólo 63 por ciento considern que Ratzinger fue una buena elección, mientras 23 por ciento objetan el nombramiento. El instituto Infratest realizó el sondeo entre 500 alemanes.
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Ratzinger, nacido en Bavaria hace 78 años, fue elegido el martes como el papa 265 de la Iglesia Católica Romana. Es el primer papa alemán en casi mil años, y ha recibido los apodos de cardenal panzer (por los tanques de guerra alemanes) y el Rottweiler de Dios.
Muchos políticos elogiaron a Ratzinger como uno de los teólogos y pensadores católicos más importantes del mundo, pero evitaron referirse al contenido de sus escritos y acciones.
El Comité Central de Católicos Alemanes felicitó al nuevo Papa. Esperamos que imbuya a su papado del espíritu del Concilio Vaticano II, declaró Theodor Bolzenius, portavoz del Comité, en referencia al movimiento eclesiástico que exhortó a la Iglesia a abrirse al mundo, fortalecer las iglesias nacionales y ocuparse de la pobreza.
Wolfgang Seibel, un sacerdote jesuita, manifestó sorpresa a IPS por la elección de Ratzinger.
Es muy infrecuente que un cónclave elija a alguien que ha sido jefe de uno de los departamentos más importantes de la Iglesia durante 20 años en el papado anterior, comentó Seibel, haciendo referencia a que Ratzinger fue durante ese período el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, guardiana del dogma católico y sucesora de la Santa Inquisición.
Seibel, ex jefe de redacción de una publicación sobre teología, tampoco esperaba la elección de un alemán debido al pasado nazi del país. Además, dijo, Alemania está asociada con la disciplina y la burocracia, que no son muy estimadas en el mundo, dijo.
El sacerdote consideró improbable que Ratzinger trascienda los límites establecidos por su predecesor, Juan Pablo II, en cuanto a la participación de las mujeres en la Iglesia, el celibato sacerdotal, la homosexualidad, los anticonceptivos y el divorcio.
Muchas personas ya no son flexibles a los 78 años, dijo.
El sacerdote Bernd Klaschka, director ejecutivo de la organización humanitaria católica Adveniat, que trabaja en América Latina, dijo a IPS que no espera reformas del nuevo Papa, pero sí que asuma un rol diferente al que tenía como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El deseo de Klaschka es que la iglesia latinoamericana, que optó por trabajar con los pobres y defender la dignidad humana, continúe en esa tarea.
En su función anterior, Ratzinger silenció a varios sacerdotes seguidores de la Teología de la Liberación en América Latina, incluido el brasileño Leonardo Boff.
Según Klaschka, la visión de Ratzinger sobre la iglesia es puramente trascendental. Dijo claramente que la naturaleza de la Iglesia no es política ni social, recordó.
Espero que continúe la opción de Juan Pablo II de ser la voz de los sin voz y el abogado de los que no tienen abogados, dijo Klaschka, que trabajó varios años en México.
Mientras, Seibel señaló que Ratzinger se ha concentrado exclusivamente en los problemas del mundo occidental, y que la elección de su nombre como Papa sugiere que seguirá en esa dirección.
San Benedicto fundó el primer monasterio católico en el siglo VI y tuvo un papel crucial en la propagación de la cristiandad por Europa.
